La Selección impresionó con su juego en los primeros dos partidos de la Eliminatoria y mostró que tiene más de once jugadores en gran nivel.
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Firmo los cuatro puntos que Colombia consiguió en las primeras dos fechas de la Eliminatoria a Catar 2022. Lo hago feliz, no solo por el resultado, sino por el nivel que mostró el equipo. La Selección de Carlos Queiroz sabe a qué juega y cuenta con los futbolistas para hacerlo. El plantel es amplio, variado e incluso algunos jugadores con el nivel necesario para ser convocados se quedaron por fuera. Eso solo habla bien de nuestro fútbol. Pocos países de la Conmebol se pueden dar ese lujo.
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¿Qué debió pensar Chile cuando entró a la cancha desde la banca un Radamel Falcao García en buen nivel? Más de uno habrá rezado. La suplencia del goleador histórico de Colombia no se debe a un mal momento deportivo o a un capricho innecesario del entrenador, sino a que compite por el puesto contra Duván Zapata, goleador y figura en Italia.
Como Falcao, varios suplentes que entraron al campo mostraron que pueden responder como titulares. David Ospina no pudo venir en esta convocatoria y Camilo Vargas respondió a la altura. Yerry Mina tuvo un problema antes del partido contra Chile y Jeison Murillo no tuvo problemas al reemplazarlo. Incluso ganó varios duelos aéreos para que no se notara demasiado la ausencia del defensa del Everton. Steven Alzate, aunque entró tímido en Santiago, creció en el segundo tiempo y fue crucial para darle equilibrio al equipo. Jefferson Lerma cogió el puesto de Matheus Uribe, que tampoco pudo venir, y se ganó la titularidad con dos partidazos. Tras las primeras fechas, queda la sensación de que el equipo puede cambiar algunos nombres en la titular y rinde igual.
Detrás de eso también está la magia del entrenador. Carlos Queiroz solo necesitó un año para demostrarle a sus jugadores (así como a aficionados y periodistas) que Colombia puede proponer un fútbol vertical, físico y con mucho orden en la defensa. El protugués tiene la inteligencia para ver las fortalezas del grupo y armar un juego desde ahí. Se ve en los partidos. Sorprende el orden con el que los futbolistas se ubican en el campo y cómo el sistema explota sus ventajas. James, por ejemplo, juega desde las bandas para no estar demasiado comprometido en el trabajo defensivo y explotar su libertad cuando ataca. Cuadrado, que tiene más técnica defensiva, juega de interior y solo cubre la banda cuando el del Everton sale de ella. El equipo es dinámico y los futbolistas parecen cómodos.
Colombia respondió con jerarquía ante un débil Venezuela y le robó puntos a Chile en Santiago. La Selección está tercera con esos cuatro puntos, solo por detrás de Brasil y Argentina. Si esa es la tendencia a lo largo de la Eliminatoria y el juego es el que vimos los últimos dos partidos, me doy por bien servido. Con ese nivel, en una Copa América, podemos competir de igual a igual con cualquiera y llevarnos el trofeo. Ese debe ser el objetivo.
Para eso será importante mantener el gran abanico de opciones que tiene Colombia en cada posición. Es crucial que los futbolistas no convocados que tienen el nivel para estar con el equipo, como Rafael Santos Borré, no bajen los brazos y mantengan la competencia alta por un puesto. Solo así podremos sacarle jugo a un entrenador experimentado que sabe usar bien las cartas que tiene.