Ojalá Mbappé no se deje llevar por la fama y por su partidazo en el Camp Nou, pues sacar frases de pandillero y arrogante en un partido no lo llevarán a nada.
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El martes pasado Kylian Mbappé hizo tres goles al Barcelona en la victoria del PSG por 1-4 sobre los azulgranas en el Camp Nou. Los franceses viven la buena hora: son subcampeones de Champions y su juego les da para llegar a otra final. Mientras, el Barcelona sufre el guayabo de haber vivido tiempos mejores y no encontrar la manera de reemplazarlos a pesar de tener (quizá por última temporada) al mejor jugador de la historia. En la mitad del contexto, el aún joven Mbappé, en vez de aprender de su rival que la gloria es efímera, aprovecha su minuto de fama para lanzar frases de niñato a la defensa del Barça.
“En la calle, yo te mato”, le dice el francés a Jordi Alba, mientras Gerard Piqué mira estupefacto. El muchacho es muy bueno, tiene ya una copa del mundo en su palmarés y todos los clubes quieren ficharlo. Marcó tres goles al Barça en el Camp Nou, algo que nadie lograba desde las tres dianas de Diego Forlán en 2005. Ver a Mbappé es un placer para el ojo y, ahora que queda poco de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, ver a una figura mágica como él hace pensar que lo que viene no es tan malo. Por todo eso, sabe amargo verlo hablar así entre jugadas, con aires de superioridad, como si el mundo le perteneciera ya y le fuera a pertenecer para siempre.
Y hay calenturas en los partidos. Cualquiera que haya competido sabe que la sangre hierve y nada da más rabia que una entrada fuerte en la rodilla o una zancadilla. Pero también es cierto que un insulto o una agresión física te puede mandar a las duchas, dejar con 10 jugadores a tu equipo y arruinar todo el trabajo de la semana. Aunque desconcentrar al rival es una manera de jugar fútbol, decir que los puedes matar es sobrepasar límites de manera tonta e inmadura.
Supongo que eso pretendía: desconcentrar y meter miedo. Se le olvida que Jordi Alba y sobre todo Piqué han hecho historia en el fútbol. Pueden jugar bien o mal, pero a su edad saben de qué se trata este deporte y de qué no. Entienden como pocos que, así seas el mejor de la cancha y humilles en cada jugada, no llegas lejos sin algo de humildad y respeto. Aquel que piense que amenazar de muerte al rival en un partido hace parte del juego, así sea pura labia para asustar, no entiende de qué se trata el deporte.
“¿A quién vas a matar?”, le pregunta Piqué a Mbappé cuando lo escucha. Lo dice con autoridad, esa que tiene alguien de 33 años y más de 30 títulos. Su intención es bajar a Mbappé de la nube, no por ser un rival, sino por lo absurdo y tonto que se ve al decirlo. Es el mejor talento que tiene el fútbol hoy en día, pero salir al campo con esa arrogancia no lo ayudará en nada. Mbappé todavía tiene mucho que demostrar y una mala temporada lo puede llevar al olvido, como a muchos en este juego. “Está aprendiendo el tío”, le dice Alba a Piqué. Ellos ya hicieron historia en el fútbol, mientras que Mbappé todavía tiene mucho por aprender. Ojalá lo haga.