Quisiera empezar por decir que la visita a Colombia de mis amigas (que han hecho un recorrido que por estos días las tiene en Medellín) me hizo pensar en lo chévere que es viajar por un país que para uno es bastante desconocido, o mejor dicho, que los turistas todavía no han descubierto al nivel de otras partes del mundo.

Creo que una prueba de esto es el nivel de inglés que habla la gente. Por lo general, Colombia parecería tener un nivel bastante bajo de inglés. Supongo que alguien lo verá como algo malo, pero para mí -que vine a practicar el español- es mejor. Sin embargo, plantea un problema para los viajeros no hispanohablantes. Quizás por esta razón u otras, Colombia no es el primer país en la lista de viajes pendientes de la mayoría de los europeos.

Sin embargo, es precisamente por eso que me encanta Colombia. Creo que en este momento tenemos una corta ventana de tiempo, antes de que la gente se dé cuenta de qué maravilla es este país para viajar y lo descubra. De hecho, este artículo de EL TIEMPO es pura prueba de la razón por la que tenemos que visitarla YA.

Entonces, claro que aproveché la oportunidad de volver a salir de Bogotá este fin de semana, y volar a Cartagena. Leyendo entradas pasadas sé que parece que he viajado muchísimo últimamente pero, cuando sea vieja y les cuente historias a mis nietos, no quisiera decir que mientras estaba viviendo en otro país del mundo, tuve la oportunidad única de viajar por todas partes y de conocer otras ciudades, pero la rechacé. Personalmente, preferiría morir sin un peso, que no gastarlos durante mi vida.

So: me ENCANTA Cartagena. Ahora entiendo porque la gente dice que Colombia es el hogar del realismo mágico. Caminando por las calles de la ciudad antigua, uno se da cuenta cómo Gabriel García Márquez tomó tanta inspiración para escribir sus libros. No es de extrañar que un artículo de The New York Times diga que, aunque breve, fue su paso por Cartagena el que le enseñó a Gabo a ser escritor.

Crédito: Jessy Peters

Cartagena es una ciudad diferente de las otras de Colombia: tiene el encanto de una ciudad europeo (ya sea en Italia, Francia o España), pero al mismo tiempo tiene la cualidad especial colombiana that you just can´t quite put your finger on.

Crédito: Jessy Peters

Después de pasar el sábado perdiéndonos dentro de las murallas de la ciudad antigua, el domingo fuimos en busca de playa y sol. Terminamos tomando un bus a Playa Blanca para descansar un rato. Esta playa, aunque nada qué ver con las del Parque Tayrona, tenía un ambiente muy local y por eso estaba llenísima: asumo que es un destino normal los domingos para muchas familias.

Mucha gente dice que se puede encontrar una playa bonita en cualquier parte del mundo y tiene razón. Sin embargo, creo que todas son muy diferentes y me parece que vale la pena visitarlas cada vez que se presente la oportunidad. Por ejemplo: las playas de Inglaterra tienen un espacio muy especial en mi corazón porque están llenas de memorias de mi niñez. O también, las playas de España son muy turísticas, pero las relaciono con vacaciones familiares con mi papá. Pero fue en Colombia que vi por primera vez playas caribeñas, y puedo decir que son completamente otra cosa. La mayoría tiene música, lo cual crea un ambiente divertido y tropical, además de la variedad de comida costeña que se sirve, que completa la experiencia.

Y, claro, siendo las típicas “Brits abroad” que somos, nos quemamos todas y el domingo por la noche fuimos a cenar con caras de camarón. Y así descubrí la palabra nueva de la semana (Ver listado al final).

El lunes visitamos el volcán del Totumo, a unos 40 minutos de Cartagena, para bañarnos en barro. En serio. Supuestamente ofrece propiedades naturales que benefician la piel. Fue rarísimo, ¡pero igual, una experiencia! Y las vistas del campo, espectaculares.

Lo malo es que no tuve tiempo para hacer un tour de la ciudad antigua, pero lo voy a guardar para la próxima vez.

Cartagena: ya vuelvo…

 

Mi Semana en Cinco Puntos

1. Algo nuevo que aprendí sobre Colombia: El concepto de puntualidad. No importa lo tarde que pienses que vas, siempre habrá un colombiano que llega más tarde.

2. Algo que extraño de Inglaterra: Mis amigos en Bristol. Esta semana comienza el semestre universitario y me siento muy lejos de ellos.

3. Nueva palabra colombiana: DES-CA-RA-PE-LAR (!!!!!!!)

4. Momento difícil de la semana: Ser traductora para mis amigas. Eso es trabajo duro.

5. Mejor momento de la semana: El anochecer del sábado sobre Cartagena. ¡Qué vista tan hermosa!