Para los británicos, es bastante difícil entender la importancia del Papa en Colombia. El Reino Unido no es un país muy católico, a pesar de contar con la Iglesia de Inglaterra. Un estudio reciente, realizado por Brierly Consultancy, concluyó que al año 2020, sólo un 25% de la población británica identificará como anglicano, la fe principal del Reino Unido.

Un compañero mío describió Inglaterra como un ‘país impío’, y honestamente, no puedo estar más de acuerdo. En Inglaterra la figura más parecida al Papa es la de la Reina, pero, no se puede comparar la emoción que los colombianos sintieron con la visita del Papa a la emoción que sienten los ingleses hacia la familia real.

Cuando llegué a Bogotá a inicios del mes de agosto, la visita del Papa era el tema principal de la conversación: ¿cuáles calles van a cerrar? ¿Habrá día cívico? ¿Vamos a conocerlo? Bogotá empleó todos los medios para acoger al Papa. Hubo pósteres y carteles que fueron adornados con imágenes del Papa, a veces con una familia heterosexual sonriente (en ocasiones con un perrito).

Medellín (posiblemente la ciudad más católica del país) declaró al Papa como ‘the illustrious son of the city’ (hijo ilustre de la ciudad), pero generó bromas en redes sociales, porque el mensaje fue transmitido en inglés a pesar de estar en un país de lengua hispana y con un Papa latinoamericano. Además, el Vaticano aseguró que no aceptaban este tipo de títulos.

El transporte público también desempeñó un importante papel: todos los buses de Transmilenio tenían un letrero para recibir al sumo pontífice: ‘Bienvenido Papa’ (y todavía lo dice, más de tres semanas después de su salida).

La semana de la llegada del Papa fue bastante movida. Mis compañeros, en El Tiempo trabajaron todos los días para registrar cada detalle de la visita del Papa. Y cuando por fin llegó, todo el mundo se volvió loco. Me impresionó la emoción y la pasión de la gente, algo que nunca antes había visto. En Inglaterra, no somos tan apasionados como los colombianos.

El único escenario similar a la emoción que mostraron los colombianos, es posiblemente cuando he visto a las adolescentes en Inglaterra cuando hacen fila antes de un concierto de One Direction.

El día de la llegada del Papa la pasión fue aún mayor. Mucha gente lo esperó durante varias horas en la calle 26. Era increíble observarlo. En la Casa Editorial EL TIEMPO, hubo cobertura en directo, y cuando aterrizó el papa, algunos aplaudieron.

Durante los días de la visita del Papa, sentí que vivía un momento histórico colombiano. La última vez que un Papa vino a Colombia fue en el año 1986 con Juan Pablo II, por eso, esta visita de Francisco fue muy importante para el país. El amor que sienten los colombianos por el Papa es más fuerte, dado que Francisco es el primer Papa latino.

Esta visita papal llegó en un momento importante para Colombia. El año pasado, se firmó el acuerdo de paz entre las FARC (el movimiento guerrillero más viejo en el mundo) y el gobierno colombiano. El proceso fue francamente arduo. En octubre de 2016, el gobierno y las FARC acordaron en el pacto en la Habana (Cuba) y luego pusieron la decisión en las manos de los colombianos. Los resultados del plebiscito estuvieron muy cerrado, con una diferencia del 1% , el  “No” ganó. Entonces, regresaron a Cuba para modificar el acuerdo, esta vez, aprobando el nuevo pacto en el Congreso.

La mayoría de los puntos acordados, han salido según lo planeado. En agosto pasado, las Farc entregaron sus armas, en uno de los procesos de desarme más rápido de la historia de las guerrillas en Latinoamérica.

Durante las últimas décadas, Colombia ha conocido demasiadas atrocidades, pero gracias al acuerdo de paz de 2016 y el desarme total de las FARC, parece que las cosas están mejorando para el país. La visita papal ha señalado una nueva época en la historia colombiana.