La segunda temporada de ‘The Politician’, serie creada por Ryan Murphy para Netflix, nos presenta una sátira sobre el mundo de la política y todas las intrigas que se tejen en una campaña electoral.
En esta segunda entrega de ‘The Politician’, Payton se enfrenta a una campaña electoral más ambiciosa que la que vimos en la primera temporada, ahora el protagonista, interpretado muy bien por el actor Ben Platt, aspira ser elegido como senador estatal de Nueva York. Para lograrlo deberá enfrentarse a Dede Standish, (Judith Light), una política con más de 30 años de experiencia y quien ha ocupado este cargo durante los últimos años.
A diferencia de la primera temporada, esta segunda entrega se toma más enserio y profundiza más en la comedia. Con situaciones absurdas y a veces hasta ridículas, que causan mucha gracia, la serie invita a reflexionar sobre temas como: el cambio climático, el poder de las nuevas generaciones para hacer cambios, el abstencionismo de los jóvenes a la hora de votar, el poder de las comunicaciones y la apropiación cultural, además de ser una crítica a la sociedad americana y al sistema electoral.
Una sátira arriesgada y brillante que funciona gracias a las tramas e interpretaciones de sus personajes principales. Lo mejor de la serie, sin lugar a dudas, es la dupla conformada por Judith Light como Dede y Bette Midler, como Hadassa, la genial interpretación de estas dos señoras de la actuación serán las encargadas de los mejores momentos cómicos que tiene ‘The Politician’.
Bette Midler, por su parte, se lleva todas las ovaciones de pie. Haciendo comedia esta mujer es soberbia, siempre arriba, estrafalaria, exagerada, pero nunca sobreactuada, es todo un deleite verla tan comprometida con su personaje.
Si bien Ben Platt como Peytton sigue estando genial y su ascenso en la política genera algunas risas, su ambición por llegar a la Casa Blanca sigue intacta, además el personaje se va consolidando como un genio de la política, la evolución del personaje lo lleva a tomar mejores decisiones y a seguir encausado su vida al cumplimiento de sus sueños.
Esto en lo que tiene que ver con su carrera profesional, que de por sí está muy bien desarrollada, cosa que no sucede con la trama que tiene que ver con la vida personal de Payton, que se enreda y diluye en su relación con Alice y un triángulo amoroso que empieza con Astrid.
En cuanto a Macfe, James y Sky, asesores de Payton, siento que los personajes se han ido desgastando y no han evolucionado entre la primera y segunda temporada, por lo que a veces se sienten repetitivos y sin matices. Hacen su papel, sí, pero les falta algo para brillar.
Además de ser una historia entretenida, ‘The Politician‘ es una serie que da gusto ver, pues su imagen brillante y colorida llama la atención. La ambientación, el vestuario y el arte están muy bien cuidados, todo y todos combinan. La paleta de color usada para cada uno de los vestuarios de los personajes hacen juego con cada uno de los detalles que encontramos en las locaciones, creando todo un cuadro de belleza visual a la hora de ver la serie.
La producción nos da un final abierto y un salto de dos años en el tiempo, con posibilidades para una tercera temporada, aunque Netflix aún no ha confirmado nada.
Las dos temporadas de ‘The Politician‘ están disponibles en Netflix, esta segunda entrega con solo 7 capítulos es una muy buena opción para el fin de semana, porque la historia y su duración se presta para maratonear fácilmente.
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