Llegando ya al final de su vida comercial, se renueva totalmente el exitoso compacto de Renault dando paso así a la tercera generación de éste. Su diseño rompe con lo conocido y radical de la actual generación, dando paso a trazos totalmente diferentes, en sintonía con las tendencias de diseño usadas en la actualidad -el frente es muy parecido al del también reciente Laguna III, modelo que todavía no nos llega-, por la compañía, en parte con el objetivo de atraer a un número de clientes potencialmente mayor.
La nueva generación llega de la mano de Fabio Filippini el encargado de los proyectos de la gama media de Renault, donde materializó el proyecto que se conocía internamente como B 95. Se prioriza el mencionado diseño, la seguridad -uno de los fuertes de Renault en más de una década-, y como siempre que sale a la luz un nuevo modelo, la reducción de emisiones contaminantes.
Con 8,5 centímetros de longitud adicional pasa de los 4,209 metros a los 4,294 a pesar de que su distancia entre ejes se acorta levemente yendo de 2,665 mts a los 2,64. Con éstas proporciones y el nuevo diseño, se beneficia el baúl aumentando éste su capacidad en 70 litros. La primera carrocería disponible -la hatchback de 5 puertas que acompaña a ésta nota-, se empezará a vender en Noviembre en el viejo continente, con la aparición del sedán más adelante.
La base de la plataforma-chasís es la misma, pero con un aumento en la rigidez -el techo se une a los paneles laterales con soldadura láser-, en la mencionada seguridad y el confort, reduciendo el ruido, y manteniendo el ajuste de los interiores, ayudando así a tener un mejor paso de los kilómetros.
La fortaleza del puente delantero se aumenta, para que así el funcionamiento de las suspensiones -adonde éstas van montadas-, sea más preciso y efectivo mejorando la estabilidad-comportamiento dinámico, y el confort al superar las irregularidades del camino, algo en lo que siempre ha destacado Renault.
En el tema de seguridad a cargo de la protección de sus ocupantes, estarán los nuevos pretensores de los cinturones, dobles, la mencionada rigidez de la cabina, hasta 8 airbags según versiones, y el monitoreo por parte de las computadoras y sensores, del peso, tamaño y posición de los ocupantes en el momento de una estrellada, para determinar con que velocidad se despliegan los airbags.
Con todo esto la marca del rombo busca establecer nuevos estándares en la categoría de los compactos como lo hizo en su época el actual modelo, para así superar en el tema a rivales como el Peugeot 308, el Mazda 3, el Citroen C4, el Corolla -éste último llamado Auris en su versión de 5 puertas en Europa-, etc.
Las motorizaciones tanto en Diesel como en gasolina aumentan su refinamiento de funcionamiento -menor ruido y vibraciones-, reducen el consumo de combustible, y la contaminación. En los 1600 de gasolina se habla de 2 versiones: 100 y 110 caballos; pensaría que a Colombia llega el de 110, ya que somos menos exigentes en el tema de la contaminación, que los países desarrollados.
Su equipamiento dispondrá de todo lo conocido y más, pues habrá desde versiones con freno de estacionamiento eléctrico, pasando por el espectacular y eficaz sistema de dirección en las 4 ruedas, hasta el sistema Start-stop, empleado ya por un importante número de marcas.
Éste determina si el carro va a estar prendido en neutro más tiempo de lo deseado y automáticamente apaga el motor, para iniciar la marcha una vez se pise el pedal del freno, o del acelerador. Perfectamente aplicable en los trancones que padecemos actualmente en Bogotá en gran parte debidos a los periódicos y eternos “mantenimientos” de nuestras vías.
Su calidad general se ve mejorada en el interior, con la inclusión de materiales de mejor tacto y apariencia en el tablero y tapizados. Para asegurar la confiabilidad y durabilidad de todo el auto, se sometió a exigentes pruebas en las carreteras de Turquía, así como en el centro técnico de Aubevoye, cerca de París, donde se hizo circular a los prototipos por todo tipo de superficies incluídas en las pistas de prueba: pavimentos normales, adoquinados, grava, así como la simulación de entornos mas hostiles para su durabilidad al incluir el paso por grandes charcos llenos de agua salada, de terrenos polvorientos,etc .
También con éstas pruebas, se asegura la durabilidad y ajuste de las suspensiones, así como la integridad de la estructura; se probaron al límite los sistemas y componentes eléctricos asegurándose que estuviesen perfectamente aislados del agua y humedad, así como también de cualquier tipo de interferencias electromagnéticas externas que afecten por ejemplo, el buen funcionamiento del sistema de inyección.
Estos rigurosos tests fueron los que tuvo que superar el reciente Laguna III, para asegurar la fiabilidad y durabilidad de componentes y sistemas -sobretodo en los aspectos electrónicos-, que dieron algunos dolores de cabeza a sus dueños. Por esto ese modelo cuenta en Europa -no sé si en todos los países-, con una garantía “a lo Japonés” de 3 años o 150000 kilómetros.
Acá es donde recuerdo que una de las marcas que más invierte en investigación y desarrollo en el mundo, es Renault. Parece que los costos que tiene la compañía en esos aspectos, comienzan a dar fruto.
Esperamos con algo de impaciencia su llegada a Colombia, puesto que Renault en general siempre se demora más que por ejemplo Mazda en actualizar sus modelos -nos siguen debiendo el Clío III, que rueda allá hace un buen tiempo-, donde seguro dará mucho de que hablar a pesar de que no venga por estos lados con dirección en las 4 ruedas, o los sofisticados motores turbo en gasolina de 2 litros debido a las causas que han afectado negativamente al sector automotor: los altos aranceles e IVA a los que éste está sometido……….