Sabemos que la mayoría de las personas en nuestro país por cuestiones económicas no tienen posibilidades de comprar una motocicleta, y mucho menos un vehículo como activo que preste un servicio a su familia. Por esto es interesante mirar con optimismo hacia una nación populosa y muy pobre la cual intentará dar a gran parte de sus habitantes una oportunidad para que puedan adquirir su primer medio de transporte, o para que dejen a un lado la motocicleta por el automóvil.
¿Cuál es ese país, y cómo lograrán semejante avance tan esperanzador? Esa nación es la India, y el gestor del mencionado milagro es el gigantesco grupo empresarial Tata vía su división automotriz bautizada con el mismo nombre, la cual es la compañía automotriz India número uno en vehículos comerciales, y la segunda en particulares.
El automóvil para las grandes masas -algo así como lo fue el Volkswagen Escarabajo para Alemania en la post guerra-, se llama Tata Nano costará cerca de U$ 2500 -si, cinco millones de pesos-, fué presentado en la exposición automotriz de Nueva Delhi en enero, y se espera que una vez superado un contratiempo político el cual hizo detener hasta hace poco la finalización en la construcción de la planta, sea ofrecido al público en el último trimestre de éste año.
Su desarrollo partiendo de una hoja en blanco hasta su presentación, tardó 4 años, y es considerado un hito para el Presidente de Tata Group el señor Ratan Tata. Éste carro de agradable e innovador aspecto mide 3,10 metros de longitud -es 33 y 40 centímetros más corto que un Renault Twingo y un Hyundai Atos respectivamente-, el tamaño de su motor de 0,623 litros en 2 cilindros, genera 33 caballos de potencia incorporando un eje de balance que mitiga las vibraciones, está fabricado en aluminio, y su consumo medio esperado es de aproximadamente 75 kilómetros por galón.
Técnicamente a pesar de que la compañía se preocupó para proporcionar unos niveles de seguridad y emisiones contaminantes decorosos -cumple con la norma Euro IV-, no está en estos aspectos a la altura de cualquier minicar de marca conocida y última generación. Los anteriores aspectos hacen parte del rompecabezas económico el cual es ese milagro, el de poder ofrecerlo al público a tan bajo costo.
Gracias a su diseño con las 4 ruedas ubicadas lo más cercano a las esquinas posible, a una buena altura de 1,60 metros y a que su motor se ubica en la parte posterior -su traccion es trasera-, podrá transportar cómodamente hasta 4 personas con mayores comodidades y niveles de seguridad que las motocicletas, las cuales abundan en la India y transportan hasta 4 personas por cualquier tipo de vía, con el peligro que esto implica para sus ocupantes.
Adicionalmente, su importante altura sobre el piso, le permite superar con mayor facilidad los huecos, obstáculos, y calles en mal estado. De su calidad y durabilidad pueden dar fe sus hermanos de marca que aunque poco refinados en su diseño y funcionamiento, tienen fama en todos lados debido a su resistencia.
A pesar de los negros nubarrones que se ven en el horizonte económico a nivel mundial, y sin olvidar su pobreza, la India es de los países que más han y siguen creciendo año tras año. Por estos motivos con éste auto se va a dar un empujón adicional y se va a dar soporte al crecimiento real del país cuando las personas pobres que no tenían ni siquiera una motocicleta, debido al crecimiento económico, empezarán a ser parte de las nuevas y pujantes clases medias que a lo largo de la historia han llevado a muchos países del subdesarrollo a hacer parte de el primer mundo. Éstas son las personas que empezarán a abordar el Nano.
Soñando un poco -ojalá a corto plazo- con la eventual llegada de éste carro a nuestro país, debo decir que el éxito de su comercialización y penetración en el grupo de personas que más lo necesita, debe ir de la mano con el cambio de políticas en muchos ámbitos del sector automotor, empezando por ejemplo con las reducciones a los altos impuestos que nos afectan en el momento de la compra del carro, los cuales deberían ser de cero en arancel e IVA para vehículos y proyectos especiales como éste; de paso, que todo esto contagiara equilibradamente al resto del sector. Así mismo, alguna solución parecida debería haber en lo que concierne al impuesto de rodamiento.
Desde éste momento y una vez salida de la línea de montaje el primer Tata Nano en la India, deberíamos hacer gestiones para que de alguna forma logremos traerlo, venderlo, y beneficiar a nuestros ciudadanos -que son bastantes-, con este logro automotor.
Y de pronto, ¿porqué no ensamblarlo acá así sea en el 2020? Sería excelente, un granito de arena adicional a nuestra economía pues aparte de los clientes, con los proveedores y todos los canales económicos y financieros que se derivan de estos, generaríamos varios empleos directos e indirectos, llevaríamos felicidad y esperanza -vendiendo el vehículo, y generando empleos-, a tantas familias Colombianas que la necesitan y quieren iniciar el camino hacia la prosperidad. En los seres humanos la voluntad, la fuerza, la constancia, y las ganas de servir y salir adelante, todo lo pueden.