El año pasado hablé sobre el Nano, un diminuto automóvil desarrollado y lanzado al mercado hace menos de una semana por el grupo empresarial Indio Tata vía su división automotriz bautizada con el mismo nombre.

Sin descrestar estéticamente, es agradable e innovador  mide  3,10 metros de longitud   -es 33 y 40 centímetros más corto que un Renault Twingo y un Chevrolet Spark respectivamente-,   el tamaño de su motor  de 0,623 litros en 2 cilindros, genera 33 caballos de potencia incorporando un eje de balance que mitiga las vibraciones, está fabricado en aluminio, y su consumo medio esperado es de aproximadamente 75 kilómetros por galón.

Lo interesante es que debido al rumbo que a tomado la economía, su precio inicial declarado de US2500, quedó en US2000, lo que a pesar de las dificultades lo hace más asequible pues al cambio de hoy en Colombia ($2373) costaría $4.746.000 sin impuestos.

Y entonces viene lo de siempre: ¿porqué en un país pobre cómo éste los Colombianos del común, tienen que pagar un porcentaje tan alto como lo es el costo de los impuestos que hacen parte del valor final del auto? Si se incentivara por ejemplo la compra de vehículos populares como el Tata Nano, bajando a cero tanto el IVA como el arancel, estoy seguro que muchos compatriotas podrían acceder a su primer carro.

Sería la alegría de muchas familias al ser su primer medio de transporte, o al pasar de la motocicleta donde a veces no va sólo el conductor, sino hasta tres o cuatro personas, con los peligros que ello significa. Este auto tal como lo declaró su presidente el señor Ratan Tata, permite un transporte más seguro y cómodo para las familias, así como se intuye que tendrá una confiabilidad y durabilidad decentes como miles de sus hermanos que se desplazan por el planeta; obviamente es un auto muy básico.

Se estima que el año entrante, su producción esté por el orden de 350.000 unidades anuales. Señores dirigentes y políticos: de ustedes depende en gran medida, el desarrollo de un  mercado importante en el país pues a la luz de la situación general de los Colombianos, éste se debería iniciar con automóviles básicos pero a precios razonables, donde la gente luego poco a poco pueda ir escalando hacia autos superiores. Pero esto tiene que ir de la mano con la eliminación total de los mencionados impuestos.

Durante todo el año sería suficiente con el pago del de rodamiento, mas la sobre tasa a la gasolina. Estos dos serían aceptables mientras eliminaran todos los vericuetos, el clientelismo, y la corrupción por donde desafortunadamente, se pierde casi todo ese dinero que aportamos.

Así mismo, se impulsaría el desarrollo de uno de los sectores económicos con más influencia creando empleos provenientes de la la formación y el arribo de nuevas empresas, acompañadas éstas del incremento en las ventas de seguros, la participación de entidades financieras, etc.

Únicamente, fomentando la venta de éste tipo de autos. ¿Recuerdan desde hace unos 3-4 años cómo se han incrementado las ventas de motocicletas por las facilidades de compra?¿Porqué no hacer lo mismo en el sector automotor?

Muchos Colombianos de escasos recursos se harían a uno de estos y, por ejemplo, el que hoy puede comprar un Chevrolet Aveo, o un Mitsubishi Lancer, se convertiría en el dueño de un Mazda 3 o de un Mercedes nuevo respectivamente, pues por el mismo dinero accedería a modelos más grandes y costosos de categorías superiores.

Sencillo: más Colombianos comprando autos nuevos, más desarrollo, y una economía pujante que beneficie a todos; no se trata de crear incendios ni de polarizar. Y si terminé »bajándome del auto» metido casi en un asunto político, les cuento que no soy ni de izquierda radical (comunista) ni de centro izquierda, ni me considero de extrema derecha.

Voy con el principio de que el bienestar el crecimiento y el desarrollo de una nación, debe beneficiar de la forma más equitativa posible, a la mayoría de sus ciudadanos. Esto se logra con una economía de libre mercado donde el papel del estado sea racional, y sus entidades sean lo más eficaces posibles, con mínimos niveles de corrupción. ¿Resultado? Bienestar y riqueza para todos.

Como el andamiaje económico depende de tantos factores, hoy toco éste, el del sector automotor que tanto ayuda en el crecimiento de la renta. Bienvenidas ideas como la del Tata Nano y otras similares que quieran contribuir desde cualquier parte del mundo. Mientras tanto, uno de los grandes obstáculos que no permiten un crecimiento superior del sector como lo son los impuestos en Colombia, quedan en manos de nuestros dirigentes los cuales tienen bajo su responsabilidad tan importante asunto.