El actual concepto de los vehículos »crossover» incluye una mezcla de lo mejor de 3 mundos: el comportamiento y el confort de un automóvil, la capacidad para adentrarse en »caminos» o trochas más complicados, y la versatilidad que proporciona, en el momento de llevar equipaje, una station wagon o camioneta. 

 

*  La bonita Nissan Qasqai es un buen punto de referencia en lo que a crossover se refiere. El término, tan de moda en éstas épocas, nos deja disfrutar de un agradable vehículo. Como automóvil cumple perfectamente pues va montada sobre una plataforma-chasís de reciente creación, con una longitud total de 4,315 metros lo que la ubica en el segmento C de los compactos (Citroen C4, Volkswagen Golf, Mazda 3, Peugeot 308, Chevrolet Optra etc).

Su altura total y sobre el piso es un poco mayor que la de cualquiera de estos  -podemos programar ciertas »aventuras» a campo traviesa donde no pueden ir sus rivales como verán más adelante-,   pero, el ser más alta, no le restringe  para nada su estabilidad y buen comportamiento dinámico el cual muy poco tiene que envidiar a sus rivales en carreteras pavimentadas.

Circulando a buen ritmo se agarra muy bien en todo tipo de circunstancias y si nos pasamos, el buen control de estabilidad  -de serie en ésta versión, denominado VDC por Nissan-, vendrá a auxiliarnos. 

Con unos amortiguadores diseñados para Nissan por la prestigiosa firma Sachs, y la libertad de movimientos que permite su suspensión independiente en las 4 ruedas, la Qashqai se »traga» con absoluta tranquilidad todos los medianos y pequeños huecos de las ciudades y carreteras pavimentadas. Al límite de agarre, su dirección poco nos deja saber con que ángulo de giro exacto están cruzando las llantas gracias a que no es muy comunicativa.

Sin embargo a pesar de ser eléctrica, tiene una dureza-asistencia muy agradable  -algunos de estos sistemas son demasiado suaves-,  y el autocentrado  -cuando el timón se empieza a devolver una vez que dejamos una curva, hasta cuando las ruedas quedan rectas-,  lo hace como los mejores permitiendo llevarla con gran precisión en curvas sucesivas -lentas o de mediana velocidad-,  durante considerables trayectos.

Igual de bien se siente el autocentrado a altas velocidades luego de tomar un giro largo de amplio radio a la izquierda; inmediatamente antes de emprender hacia el lado contrario, sentimos cuando las ruedas están derechas durante un segundo, para inmediatamente tomar la curva contraria con el mismo radio y longitud. Esto hace que la trazada, el control de la camioneta con el timón, se lleve al milímetro dejando a la Qashqai rigurosamente ubicada en el carril que le corresponde.Muy acertado el funcionamiento de la dirección.

El pedal del freno tiene un recorrido medio gobernando unos frenos con buena potencia, haciendola parar en cortas distancias sin permitir, a pesar de su altura y la puesta a punto de las suspensiones hacia el lado de la comodidad, que se hunda mucho de adelante lo que en extremo llevaría a movimientos nerviosos en la zona trasera.

El motor es un 2 litros con 138 caballos de potencia el cual acoplado a una caja automática CVT con opción de manejo secuencial manual con 6 relaciones programadas, mueve la camioneta a buenos ritmos sin problemas. La potencia la entrega progresivamente, siendo la zona alta del cuentavueltas donde más se destaca.

La caja CVT es de relaciones continuamente variables. ¿Recuerdan las motocicletas de baja cilindrada en las cuales lo único que se hace es acelerar a medida que va ganando velocidad, sin que se sienta que hace algún  cambio? A grosso modo, esa es la forma en que funciona la CVT. Usted acelera y, salvo una pequeña caída de revoluciones que ocurre en cualquier rango dependiendo del ritmo, y la notará más mirando el tacómetro que sintiéndola, la caja no hace cambios.

Si arranca a fondo, el movimiento inicial de la camioneta es más rápido que si tuviera una automática normal, y siempre que se exija para acelerar cuanto más, reacciona con la misma prontitud. Al partir de cero la aguja empieza en las 3000-3300 revoluciones para, a medida que se va ganando velocidad, ubicarse rápidamente en las 5300-5500: ahí se »clava» un instante hasta los 100 por hora y luego no baja de las 6000 rpm.

Es un funcionamiento bastante peculiar, pero para el que quiere confort acústico, no le será muy agradable sentir el motor girando al máximo cada vez que demande aceleraciones, sobretodo largas. A velocidades normales se destacan sus bondades pues al no hacer cambios, se viaja a revoluciones constantes, y esto trae »comodidad» a nuestros oídos.

No existen las suaves  -a veces no mucho-,  sacudidas de las automáticas normales, y lo mejor, es que permite un consumo bastante bajo para ser 2000 centímetros gracias a la constancia de las revoluciones pues la aguja se olvida del »sube y baja» al cambiar de marcha o desacelerar, como sucede en las automáticas que conocemos.

Adicionalmente al soltar el pedal del acelerador el motor queda algo acelerado ayudando a retener, sin caer a las 1000 y pico rpm de otros modelos. A 80 por hora suelta el acelerador y sube por encima de las 2000 revoluciones. En modo manual no me parece intuitivo el control pues para bajar el cambio, hay que dar el toque a la palanca hacia atrás y viceversa; pienso que se tendría más control funcionando al contrario. Sino se cambia de marcha, ella lo hace a las 6000 revoluciones.

Como automóvil compacto de 5 puertas, cumple. ¿Y que tal va como todocamino? Parecería que entra a todos lados por su apariencia. Su altura, los grandes rines y el plástico negro que recorre a ras de la lámina el borde de los guardabarros  -haciéndolos parecer más grandes-,  con la parte baja de las puertas la del frontal y la zaga, nos deja ópticamente despistados pues la percibimos como un serio campero. Nada más alejado de la realidad.

La unidad probada era la versión más equipada con la opción de conectar la tracción a las 4 ruedas automáticamente, o según el criterio. Tiene tres modalidades que se activan con una perilla ubicada en la consola: tracción normal delantera, en modo automático  -cuando va en tracción delantera únicamente y al detectar deslizamientos en cualquier llanta, conecta la tracción trasera-, y en lock donde es cuatro por cuatro permanente.

Dado que bajo cualquier circunstancia el 4X4 se desconecta al pasar los 40 kilómetros por hora  -en ese pequeño rango de velocidad es donde a veces más se necesita-, y a que la Qashqai carece de reductora (bajo), uniéndose a esto unas llantas en rines de 17 pulgadas con labrado de alto rendimiento para pavimento, no es una sorpresa que los caminos más abruptos no sean el fuerte de la camioneta.

Es un todo terreno »light». El buen despeje sobre el suelo, la capacidad de las suspensiones para absorver las imperfecciones, y sus razonables ángulos de ataque y salida (son los ángulos que le permiten acercarse y ascender o dejar pendientes sin raspar el bómper o el exhosto respectivamente) hace que el viajar por carreteras destapadas no muy parejas, a buenos ritmos, inclusive con »amedrentadoras» piedras que se asoman sobre la superficie sea un ejercicio cómodo y agradable, sin sentir que se está maltratando el vehículo.

Lo mismo se percibe al enfrentar inclinaciones por donde no pasa un compacto.La sensación de libertad que da el ser un 4X4 parcialmente, permite disfrutar la camioneta en todas estas circunstancias. Y es allí, donde ningún automóvil le puede seguir el ritmo.

Su utilidad fuera de las carretras normales está limitada a lo experimentado. Si quiere seguir con la Qashqai a los camperos mas »profesionales» en terrenos bien complicados, se meterá en problemas o en un lodazal o montaña de la que solo saldrá remolcado………

Y, ¿que tan generosa es cargando el equipaje de la familia? ¿lo hace como una station wagon o un buen hatchback de 5 puertas? Casi a la perfección. Sin abatir la silla trasera (se puede en 2 partes 60/40) tiene una capacidad cercana a los 400 litros, por encima del promedio en su segmento. Al abatirlas, los objetos largos y mayor equipaje, serán bien recibidos.

Una vez en el interior, se percibe un agradable entorno. La tapicería de cuero que equipa únicamente ésta versión, con las deportivas costuras en las sillas y puertas, es de gran calidad por su olor apariencia y tacto. Acompañan unos plásticos de muy buen aspecto, los que conforman el tablero y el interior de las puertas.

El tablero tiene un esmerado deportivo y atractivo diseño, con un timón de buen agarre sin »accesorios»                -extrañamos por lo menos la presencia de los controles para el radio o la computadora de viaje, pues viene sin ninguno-, y una excelente posición de manejo como en los mejores deportivos: la silla los pedales y el timón, están perfectamente alineados, y se viaja con una altura superior a la de cualquier turismo lo que agrada al tener un mejor control visual del entorno, gracias a lo cual además, se acentúa la sensación de seguridad.

De la misma forma, los mandos del radio y el climatizador son funcionales, refinados, y están plenamente al alcance del conductor y el copiloto. El espacio para la cabeza y las piernas de los pasajeros es destacable, pero no tanto como la forma envolvente que tienen los asientos traseros los cuales son sumamente cómodos  -algo que no es frecuente encontrar-,   acogiendo el cuerpo como los mejores. Tiene un buen nivel de equipamiento ésta versión tope de la Qashqai.

Climatizador independiente, faros de xenón sólo en luz media con nivelador automático, el irremplazable VDC       -control de estabilidad y tracción-,  los rines de 17 pulgadas, calefacción en las 2 sillas, dos airbags, frenos abs, lava faros delanteros, exploradoras, sensores de luz y lluvia, vidrios bloqueo y espejos eléctricos, y radio 6 cds frontales entre otros.

Algunos »peros»: los indicadores de combustible y gasolina son digitales expresando las cantidades en pequeños cuadros, los cuales no advierten con la misma precisión que las tradicionales agujas.En cuanto a comandos, los controles de los vidrios en la puerta del conductor están demasiado atrás, casi hay que »espichar» fuerte con el codo esa parte de la silla para accionar cualquier vidrio.

Finalmente, el bloqueo central no se sabe cuando está puesto, dado que en ninguna de las puertas hay un botón que lo advierta, y el único comando está en la consola central adelante del apoyabrazos y los porta botellas. El testigo en el botón, es una tenue luz amarilla que no se ve a plena luz en un día soleado. Además, el problema es que el bloqueo no se acciona al iniciar la marcha…….. 

Ésta es la Qashqai, una divertida y práctica crossover compacta que con sus aptitudes para el »off road» ligero, su practicidad comodidad y dinámica, respaldada por la tradición y la calidad de los productos de la firma, harán que muchas personas se sientan tentadas a visitarla en los concesionarios de la compañía.

* La prueba se pudo efectuar gracias a la colaboración de Distribuidora Nissan S.A. quien me proporcionó el vehículo para el test.

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