Hasta hace relativamente poco tiempo los aspectos técnicos tenidos en cuenta para determinar cuando era el momento de reemplazar las llantas se ceñian a la profundidad del labrado que no fuera inferior a 1,6 milímetros y en caso de presentar desgastes irregulares en toda la banda de rodamiento, o grietas cortes y protuberancias.
Esto ha cambiado puesto que adicional a lo anterior, hay que tener en cuenta que estudios científicos han demostrado que el tiempo daña la estructura de las llantas. Esto sucede para aquellas que llegan a los 6 años de uso pero tienen pocos kilómetros, 40000 o muchos menos: éste número se puede decir que es el kilometraje casi promedio de durabilidad de un juego de llantas; igual, es una pequeña aproximación puesto que la vida de éstas depende de muchísimos factores.
Volviendo a lo que nos atañe, la razón es que el oxígeno al atravesar la estructura de las llantas, degrada los miles de componentes sintéticos adicionales al caucho que la componen. A esto contribuye la exposición al agua y a los rayos solares: en éste sentido, son más propensas a debilitarse las llantas utilizadas en climas cálidos.
Las estructuras debilitadas pueden fallar si son sometidas a transportar cargas pesadas o a altas temperaturas de trabajo situaciones en las que las ruedas se pueden estallar, convirtiéndose en unas potenciales ‘bombas de tiempo’ dado que pueden ser factores determinantes de un grave accidente.
De igual forma se debe hacer el diagnóstico de la rueda de repuesto pues por más que sea la original y no tenga ni 100 kilómetros de recorrido y haya descansado ‘plácidamente’ en el baúl durante 6 años o más, ha llegado el momento de sustituirla. Como sea, aproveche para revisar la presión de la misma pues pienso que es lo que más se descuida en un auto.¿Quién revisa la presión de la llanta de repuesto? Muy pocas personas……..
Hilando muy fino es bueno recordar que en algunos casos de carros nuevos no siempre las llantas tienen exactamente el mismo tiempo de desgaste que el auto, dado que muchas veces por diferentes circunstancias los carros están siendo transportados en barco -donde no acumulan kilómetros pero las llantas si están expuestas al ‘simple’ oxígeno-, para una vez llegados a su destino recibir -a veces durante considerables periódos de tiempo-, las inclemencias del clima, al durar estacionados en sitios descubiertos una buena cantidad de días, antes de ser vendidos.
Mientras que el auto está quieto y es cero kilómetros, las ruedas que ya han recibido el sol el agua y la tierra bajo esas condiciones, no lo son en un 100% y el ejemplo mencionado suele ocurrir con más frecuencia de lo que se cree.
Así mismo, cuando los autos están apenas acabando de salir de la línea de producción, los pueden estar esperando juegos de llantas que, sin ser viejas, unas algo más que otras, seguramente tendrán más tiempo de haber sido fabricadas que el vehículo. Sumemos los tiempos de los ejemplos del transporte en barco y el eventual estacionamiento al aire libre con lo anterior, y se dará cuenta que puede haber una diferencia de tiempo importante entre el auto y el juego de ruedas.
Y, ¿cómo pueden saber la edad exacta de una llanta? Fácil. En el costado de cada una va ‘impreso’ un código de 12 números y letras donde los últimos 4 números representan la semana y el año de fabricación. Entonces si por ejemplo usted lee los números 1601, quiere decir que esa llanta se fabricó en la semana 16 -la última de abril-, del año 2001.
Definitivamente es mejor prevenir y cambiarlas en el tiempo estipulado puesto que dados los resultados que se han conocido provenientes de los profundos análisis, reconocidas marcas como Ford y Chrysler entre otras, previenen y advierten que se deben cambiar las llantas viejitas; por algo será!
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