Todos los vehículos actuales alimentados con gasolina (unas pocas unidades Diesel lo empiezan a equipar para Colombia), llevan en su sistema de escape un elemento (catalizador) que se encarga de que los gases procedentes de la combustión de la gasolina con el aire, cumplan una normativa bastante rígida en materia de contaminación.

 

Al quemarse la gasolina en el motor, se producen una serie de componentes o subproductos como el CO (monóxido de carbono inodoro el cual es un enemigo silencioso que lleva a la muerte sin que la persona se percate) y los NOx (óxidos de nitrógeno producidos por las altas temperaturas, muchísimo más abundantes en los motores Diesel). También hay un pequeño porcentaje de hidrocarburos que salen del motor sin haberse quemado totalmente.

 

Para eliminar gran parte de estos elementos nocivos, se coloca en el tubo de escape un catalizador que se encarga de oxidar el CO convirtiéndolo en CO2; los óxidos de nitrógeno se reducen y los hidrocarburos terminan de quemarse totalmente. Para que todo este proceso se realice correctamente, el catalizador debe funcionar entre 300 y 700 grados centígrados.

 

Por debajo de los 300ºC no realiza totalmente el proceso (con normas antipolución cada vez más estrictas, el arranque de la máquina fría mientras alcanza su temperatura óptima, se convierte, adicionalmente por el combustible adicional en la mezcla, en el momento en que más se contamina) en la mezcla y, si su temperatura pasa claramente de esos 700ºC, se corre el riesgo de que se destruya por deformación con los caros metales que lo conforman: platino, paladio y rodio.

 

Este último fenómeno es el que tiene relación con el consejo de no arrancar el auto empujándolo. Al hacer esta operación, hay una cierta cantidad de gasolina que pasa por el motor sin quemarse, quedando retenida en el catalizador; cuando el motor arranca, esta gasolina se quema de golpe en el catalizador, pudiendo elevar su temperatura por encima de los 1.000ºC, momento en el que puede quedar totalmente destruido al deformarse su estructura interna.

 

La forma correcta de arrancar cuando no hay o hay poca batería consiste en recurrir a otra que esté correctamente cargada, bien poniendo una nueva o bien utilizando unos cables conectados a otra batería bien cargada. Adicionalmente, sobra decir que hay que mantener bien sincronizado el automóvil con las bujías y filtros en buen estado para que nunca se presente una mezcla rica en gasolina que además de diluir el aceite perjudicando la lubricación (esta situación ‘fulmina’ la longevidad del motor en frío), le resta vida al importante catalizador.

 

Así mismo, por el lado del encendido defectuoso, y más por unos inyectores que por ejemplo dejan gotear gasolina dentro del múltiple (más que todo en carros con bastantes kilómetros) mientras está detenido, también se perjudica a éste elemento. Cuídenlo pues además de conservar la originalidad de su automóvil o camioneta, se ahorrará una buena cantidad de dinero, al tiempo que se pone un granito de arena para no ‘golpear’ más a nuestro contaminado planeta.

 

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