* El Civic ha forjado su enorme reputación como producto innovador en ingeniería, atractivo, amigable con el medio ambiente, económico en el consumo de combustible, y con una confiabilidad y durabilidad más que reconocidas a lo largo de su historia. Mejorar un producto tan equilibrado no es fácil. Pero Honda lo hace en la novena generación, sin abandonar la esencia que hace del Civic uno de los mejores en su segmento.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Entre muchos hitos de la ingeniería de Honda recuerdo cuando hace casi 40 años, el congreso norteamericano promulgaba una estricta ley de emisiones  -para el momento-,   que hizo poner el grito en el cielo a las tres grandes de Estados Unidos y a otras más, puesto que no podían cumplirla en el plazo estipulado. Honda literalmente »se paro» y dejándolos a todos atónitos se pronunció diciendo »nosotros sí podemos cumplirla»……… así nació el innovador motor CVCC que se estrenaba en el Civic casi 3 años después de su aparición, el cual, sin tener que utilizar catalizadores sino adicionando una pequeña válvula a las cámaras entre algunos componentes, generaba en ciertos momentos una combustión con mezcla pobre (mucho más aire que gasolina), y cumplía perfectamente con la normatividad de emisiones exigida.

Tampoco es fácil sacarle 240 caballos de potencia a un motor 2 litros de aspiración natural al tiempo que se asegura su longevidad (y que no se rompa ni falle), economía de consumo, y una utilización que en el diario vivir proporcione un buen torque  -fuerza en bajas rpm-,  lo haga suave, libre de vibraciones y ruidos, y con una marcha mínima (estando en neutro), perfecta.

Pero Honda lo hizo hace 12 años con su roadster S2000, que gracias a la ingeniería de punta, entregaba 120 caballos por litro y junto con un tope máximo de 9000 rpm, ponía sobre la mesa 2 récords e innovaciones para un motor de pistones que hasta los fabricantes más prestigiosos se demoraron en alcanzar (todo en gran parte por la evolución de su sistema de válvulas variables en tiempo y cantidad tanto en admisión como en escape, el VTEC, lanzado hace 22!! años en el modelo Integra).

Parte de esos y otros logros son con los que la marca va dejando huella en sus modelos más importantes y de grandes ventas como el Civic, un vehículo que viene cumpliendo a cabalidad. De esa manera Honda logra avanzar en uno u otro aspecto con la novena generación de su sedan compacto que nos acaban de presentar en Bogotá.

A simple vista, no parece que haya crecido en tamaño y de hecho no lo hace pues al contrario, únicamente reduce su distancia entre ejes 3 centímetros que se aprovechan     -toda una paradoja-,   gracias al ingenio y al obligatorio reposicionamiento de toda la arquitectura con el movimiento de las suspensiones, el tanque de combustible y el motor, lo cual aumenta el espacio para los pasajeros traseros y los delanteros  -mayor para los hombros y las piernas-,  así como el del baúl, siendo la longitud y anchura totales externas las mismas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A igualdad de equipamiento y teniendo en cuenta que es ligeramente más seguro y que se adicionan materiales para tener una cabina más aislada, pesa solamente entre 9 y 25 kilos más que su antecesor; es prácticamente lo mismo. Conserva la misma máquina de 1800 centímetros cubicos con 140 caballos a 6500 rpm y el mismo torque máximo de 17,7 kgm a 4300. Lo bueno, es que la curva de torque es más abundante en bajos regímenes que antes, por lo que »pica» mejor y sale decorosamente en segunda, es más limpio en el escape, y hace cerca de 5 kms más por galón que el anterior de octava generación.

 

Existe un botón verde denominado econ que al oprimirlo cambia las leyes de funcionamiento del acelerador, la caja, y el climatizador, para un mejor rendimiento del combustible. Al tiempo, nos acompañan unas líneas a cada lado del velocímetro que con sus colores azul, verde, o verde intenso, indican que el consumo con nuestra conducción es malo, regular, o bueno respectivamente. Acompaña en un costado, la línea blanca que nos indica el consumo instantáneo en litros por cada 100kms.

En la toma de contacto me sorprendió con una puesta a punto de las suspensiones muy suaves con recorridos de espirales largos los cuales mejoran bastante la marcha sobre nuestras vías. De igual manera el »feeling» de la dirección cambió, y parece ser menos directa pero más suave. Los niveles de ruido que alcancé a escuchar son más bajos que en el anterior Civic y como ha sucedido en muchas generaciones, se siente refinado. Un interesante aspecto técnico tiene que ver con el control de estabilidad de serie en todas las versiones, y la dirección. Cuando el auto pierde la trayectoria y el VSA (así lo llama Honda) entra en funcionamiento, puede intervenir hasta en la dirección eléctrica, si las condiciones lo ameritan para retomar el control del auto y la estabilidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En el primer vistazo parecería como sino hubiera cambios en sus líneas. Pero los hay; técnicos y estéticos van de la mano. Por ejemplo, el paral A tiene otro grosor e inclinación y ahora deja espacio para una ventanilla de mayor tamaño que ya no está tan cercana al espejo exterior, ayudando a la visibilidad lateral delantera en el momento de girar, muy útil en carreteras de curvas pronunciadas.

El capó es más largo, la persiana y las luces son diferentes, y a mi parecer, en la parte trasera con su nueva tapa de baúl y stops, es donde más difiere. De hecho, en la parte trasera,  tiene un parecido al actual Toyota Corolla. Por algo es su eterno rival en ventas en los Estados Unidos………..»one motion design» es como llaman en Honda a los trazos del Civic novena familia. Podrían haber cambiado radicalmente su imagen, pero no quisieron arriesgar más de lo debido cuando su imagen ha sido muy bien recibida, y ha contribuído al éxito del auto.

Por dentro, en la cabina,  todo cambió levemente con el reposicionamiento del tablero de instrumentos: la consola central está más enfocada hacia el conductor, así como el costado izquierdo. Continúa teniendo 2 secciones a lo ancho, exhibe un tacómetro mediano ubicado al frente, ligeramente abajo, y el velocímetro digital con una excelente posición prácticamente en la línea visual del piloto sobre la base del parabrisas.

Al costado derecho de éste, tenemos el display de la computadora que se puede operar desde el timón y nos deja ver los habituales consumos promedio, autonomía, distancias etcétera.Una novedad es que en el puerto USB ubicado en la consola central, podemos bajar fotos y poner como fondo de esa pantalla, la foto de nuestra preferencia.

Esto hace parte del sistema I-MID que ayuda a personalizar el vehículo con la música preferida, conexión bluetooth para el teléfono y muchas funciones útiles. Como en los últimos años, tenemos 3 versiones: la LX menos equipada con caja mecánica o automática, y la tope con el EX que además de venir solo automático con caja de 5, aumenta el equipamiento adicionando a los 4 airbags delanteros y laterales, los de cortina, sunroof, climatizador y tapicería en cuero con descansa brazos trasero. Afortunadamente todos, disponen del control de estabilidad VSA. 

No es fácil para una compañía reemplazar un modelo que con el paso de tantas generaciones ha sido exitoso también en gran parte porque los adelantos en la electrónica, la informática, y los materiales de última hornada que los ingenieros aprovechan al máximo, producen autos que se destacan en casi todos los aspectos. Así, pienso que habiendo un equilibrio casi total en la octava generación  -incluídas unas suspensiones más rígidas que ponían el toque deportivo-,  los ingenieros, en el tema del comportamiento – estabilidad, se centraron en montarlo sobre unos resortes de mayor recorrido y amortiguadores y bujes más suaves, que lo hacen más cómodo sobre los baches, que la octava generación.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Todo, simplemente, para hacerlo diferente; más bien para hacerlo sentir diferente. Por algo su peculiar y futurista imagen parece haber cambiado poco tanto externa como internamente   -ha sido exitoso en ventas, no hay que cambiar lo que funciona bien-,   para así, conservar su respetado lugar como uno de los compactos más vendidos en USA. Y aunque no lo sé, puede también que la sorprendente suavidad en las suspensiones sea el resultado de lo que sus propietarios querían en el nuevo Civic para que fuera casi un sedan perfecto. Porqué no?

*Agradezco la invitación y la cordialidad con la que los directivos de Fanalca S.A. los representantes de la marca Honda en Colombia, me atendieron en la presentación del nuevo modelo.

*Mi twitter: http://www.twitter.com/@MASERAGRANTURI

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