* Un automóvil muy agradable e interesante dado su tamaño ingeniería y precio es el nuevo Rio Spice (denominación única del 5 puertas o hatchback; el sedan no tiene apellido), la tercera generación del modelo. Crece externa e internamente, está muy bien aislado de los ruidos, y su diseño logra un equilibrio entre lo llamativo y elegante. Ha pasado con buenas notas las pruebas de seguridad a lo que contribuyen los 2 airbags y el ABS, y el rendimiento de su motor 1400 moviendo la caja de 6 mecánica, hace sonrojar a algunos de sus amigos más grandes y con más motor. Carrocerías, hatchback de 5 puertas (el Spice) y sedan, con 5 niveles de equipamiento.
La monotonía queda atrás una vez que arrancamos y pisamos a fondo el acelerador y llevamos al máximo las revoluciones en cada cambio del nuevo Rio Spice, haciéndonos preguntar si de verdad estamos a bordo de un 1400. Sus 109 caballos y un torque máximo de 14 kgm a 4200 revoluciones, nos dejan claro que no sólo están escritos en los catálogos, sino listos y dispuestos a las órdenes del acelerador.
Conducirlo en modo deportivo (no es la vocación de éste auto familiar pero se puede y es agradable hacerlo) hasta el corte de inyección de combustible -donde por cierto es muy refinado pues no nos sacude ni perturba acústicamente como en anteriores y recientes generaciones-, que protege al motor en sus 6500 rpm y que coincide con la línea roja del tacómetro, se convierte en un ejercicio medio adictivo, pues queremos llevarlo a ese ritmo con relativa frecuencia.
La confianza se complementa con el refinamiento general de la máquina. Es uno de los más silenciosos entre sus competidores y el sonido justo es de buena calidad con la discreta presencia de una »turbinita» por allá en las 5000 rpm, y es difícil hallar vibraciones en cualquier rango de las revoluciones. Pero su muestra contundente en altas rpm -de 4000 a 6000-, que a veces nos hace pensar en que conducimos un 1600, no deja vacíos en la conducción normal. Arranca bien y tiene un pique aceptable demostrando que el eje de levas de admisión de tiempo variable hace bien su trabajo puesto que en el manejo cotidiano de bajas y medias rpm (entre 2000 y 4000) se desenvuelve bien, Kia »the power to surprise»……..eso sí, el consumo de combustible es más sensible de lo habitual a los cambios de ritmo.
Debo aclarar que las 2 unidades de prueba eran las versiones de 6 cambios mecánicas pues existen las de 4 cambios automáticas y que el comportamiento del motor se destacó tanto a nivel del mar en Cartagena y sus carreteras cercanas adonde fuimos invitados al lanzamiento del sedan, como a la altura de Bogotá donde probé el hatchback de 5 puertas -el Spice-, unos días antes, donde cabe recordar que cualquier motor aspirado (sin turbo o súper cargador) pierde entre un 26 y 30% de su rendimiento en la capital.
El motor, a tono con la ecología de los tiempos que corren, tiene un conveniente indicador de cambio de marcha, para lo grar la mejor economía y ser amable con el planeta. Mientras circulemos en densos trancones o a velocidad constante impulsados el nos alerta -enciéndose en color rojo el número del cambio a insertar-, cuando llega el momento óptimo de hacer el cambio. Únicamente en primera marcha no encenderá el testigo antes de 2500 revoluciones; de resto puede aparecer desde las 2200 rpm, ayudando también a la conservación de la máquina por las bajas velocidades del motor, y curiosamente estando en 3a o 4a en plano a velocidades parejas, enciende el testigo para avisarnos de cambiar saltando un cambio a 5a o 6a respectivamente.
El consumo es bueno pues en el peor de los escenarios del tráfico bogotano donde ayudaría la incorporación del sistema start&stop que usan KIA y todas las automotrices (el cual no llega a Colombia por costos), promedió 42 – 45 por galón, rendimiento que sube casi a 50 con la ciudad fluída y aún más en carreteras.
El Rio crece en todas las dimensiones en sus 2 carrocerías pues es más largo, ancho, y 1.5 centímetros más bajo en su altura total que la anterior generación; la importante distancia entre ejes crece 7 centímetros -idéntica para los 2-, algo que se ve reflejado en el espacio delantero y en el disponible para las piernas de los acompañantes de atrás, donde se dispondrá de una anchura más que aceptable: la única cota que no descresta es la del espacio para las cabezas atrás, pero está dentro de lo esperado. Su capacidad de carga también se incrementa en el baúl con un 7%, y en su guantera con 15 litros de capacidad.
El sedán tiene un buen coeficiente aerodinámico de Cx 0,31 y con la distancia entre ejes aumentada gana puntos en la estabilidad en línea recta donde los legendarios vientos cruzados entre Cartagena y Barranquilla apenas lo hicieron balancear con movimientos muy leves y de frecuencia media, algo percibido a más de 120 por hora. Los movimientos serían menores si la dureza de las suspensiones fuera mayor: están bien balanceadas pues no van del lado duro, ni del totalmente suave que resienten la estabilidad y el comportamiento dinámico, a pesar de que el recorrido total de las ruedas traseras aumentó en 1 centímetro. El peso adecuado ayuda pues en éstas situaciones son más vulnerables los autos más livianos y pequeños.
Algo destacable y característico de los sedanes más grandes de mucho linaje, y que tiene el Rio, es la capacidad de absorción que tienen las suspensiones, exactamente al enfrentar los huecos o protuberancias más pequeñas pues es como si las aplanara, sintiéndose el movimiento de las ruedas mas no el de la carrocería; sin embargo, el trabajo de las suspensiones -con un ruido no de desajuste pero sí de disminución en el refinamiento-, se deja sentir al caer en los desniveles, o cuando se supone que hay un trabajo importante de la amortiguación.
Con sus trazos el nuevo Rio pone sobre la mesa la intención de »sacudir» a todos los de su especie. La imagen es distintiva y agresiva, pero elegantemente atenuada en todos los costados sin el arrojo o la estridencia -esto último para los más conservadores-, que pueda tener un Óptima. El aire Kia en el diseño que no deja de sorprendernos por la exclusividad, característica típica en cada modelo actual de la firma, deja ver su adn en la persiana que recuerda a un felino, con 2 grandes tomas de aire en los extremos del bómper, y en los faros que anchos y altos hacen parte del capó y los guardabarros.
La caída del techo en su recorrido, así como la pequeña ventana trasera unida a los stops en el caso del Spice, nos recuerda a su bonita hermana la Sportage Revolution. La zaga del sedan en el primer vistazo, evoca al innovador Óptima especialmente por la forma de los stops; al final como conjunto las dos carrocerías dejan lugar a un diseño emocional, pero muy equilibrado.
Retomando lo técnico las relaciones de caja son muy adecuadas, tirando a cortas, especialmente las 4 primeras lo que ayuda en el comentado buen desempeño general del auto cuyo control de cambios es de recorridos largos con un tacto europeo y preciso. El recorrido de los pedales del clutch y acelerador es amplio y con el esfuerzo bien repartido en el caso del embrague: ni muy duro o más suave al inicio o al final; todo el tiempo el esfuerzo requerido es el mismo, lo que permite arrancadas y cambios más suaves.
Su dirección con asistencia eléctrica tiene buen tacto, parqueando es una pluma y en marcha es medianamente rápida e informativa sobre en que momento estamos al límite de agarre, con una sensación en el centro -cuando van las ruedas rectas-, no muy bien definida pues se siente algo errática y lenta al salir de la posición, o al pasar por el centro de ésta, de un lado a otro: direccción normal, mas no de las más precisas y deportivas. En el centro del volante ubicamos el pito, a veces duro de accionar cuando se necesita instantáneamente, un defecto que comparte con todos los recientes modelos de Mercedes Benz.
Los habituales aceros de nuevas generaciones permitieron hacer una carrocería más rígida con los conocidos beneficios en seguridad, comodidad y positivo desempeño de las suspensiones. El peso, con respecto a la segunda generación, aumentó muy poco lo que es un gran logro dado el mayor tamaño seguridad y nivel de equipamiento.
Y que nos trae en el tema el nuevo modelo de Kia? Aire acondicionado, sunroof original de fábrica, 2 airbags, frenos abs, espejos retáctiles eléctricos con preciosas direccionales en su estructura, pack eléctrico (vidrios, espejos y bloqueo central desde la llave – comando), exploradoras, radio CD MP3 con entradas para Ipod y usb, 2 tomas de 12 voltios en la consola donde disponemos de 1 portavasos al igual que en las 4 puertas, redes pegadas a los espaldares delanteros, computador de a bordo indicando autonomía consumos y demás, así como unos rines de aleación de 15 pulgadas que van en llantas 185/65/15, acompañados de su repuesto original de las mismas dimensiones lo que considero una ventaja; en otros vehículos el repuesto limitado a 80 kilómetros por hora y tan ancho como el de una moto común, no nos quitaría la ansiedad en caso de viajar a veces por una de nuestras complicadas carreteras.
El volante es multifuncional graduable en altura con los controles del equipo de sonido, la computadora y los mandos para la conexión celular Bluetooth, por cierto, una de las conexiones más rápidas e intuitivas de cuantos modelos han pasado por mis manos puesto que en otros autos hay que hacer una »maestría» para lograr conectar el teléfono con el vehículo.
La posición de manejo no es ideal dado el leve pero extraño desplazamiento hacia la izquierda del timón y los pedales con respecto a la silla ésta graduable en altura. Éstas son anchas en sus espaldares, cómodas y con un soporte lateral adecuado. En las traseras se percibe mayor confort en el cojín que en los espaldares y todas las sillas están recubiertas con una tela a tono con el color del habitáculo en un agradable gris oscuro.
Continuando con la cabina, los materiales a pesar de ser duros (la mayoría de la industria los usa en autos del segmento), tienen una apariencia de alto nivel, transmiten solidez, y tienen buen ajuste. La excepción llega por parte de las palancas de direccionales y limpiabrisas, pero especialmente de los mandos que accionan los vidrios eléctricos con su tacto »ochentero»…….
Las perillas que accionan el aire transmiten calidad y estando en apagado, con sólo mover un punto se fija en la posición »max ac», donde el aire enciende al máximo, algo muy útil cuando se quiere enfriar o desempañar los vidrios en el menor tiempo posible. Las teclas para dirigir los caudales de aire o calefacción que se hicieron inspiradas en un piano, son muy originales. Los instrumentos están iluminados (como sus actuales hermanos), por una agradable luz blanca, con las agujas indicadoras -velocímetro y tacómetro-, en color rojo. El diseño del tablero en línea con la carrocería no es rompedor pero sí agradable, con unas rejillas de ventilación que van invertidas en los 2 extremos laterales, lo que evoca de nuevo a la parilla delantera con ese aire felino………..
La categoría, pletórica de opciones, recibe a la tercera generación del Rio con el respeto que se ha ganado la marca y se ganará el Rio dadas sus buenas maneras, el refinamiento general, la calidad de fabricación, al tiempo que nos hace sentir en un auto de mayor prestancia y tamaño. Lo más probable es que pase a ser uno de los más vistos en nuestras calles puesto que los clientes se enamorarán de su diseño y acogedora cabina, o de los aspectos técnicos en los cuales piensa más el cliente racional y objetivo; y estos, argumentos de peso, reafirmarán las intenciones de muchos para acercarse a un concesionario y ser un nuevo miembro de la familia Kia.
* Agradezco a Metrokia S.A. el representante de la marca en Colombia, por la gentil invitación al lanzamiento del Rio Sedan en la ciudad de Cartagena.
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