La marca francesa ofrece la segunda generación de la camioneta subcompacta con el motor turbo de 130 caballos, uno de los mejores chasises,  y se distingue por una particular figura.

Peugeot tiene una larga y rica historia que con sus ingeniosas y avanzadas soluciones hace parte importante de los textos que documentan la historia del automóvil. Sus victorias en el mundial de rallies y el campeonato mundial de resistencia son prueba de ello, incluso ganando 3 veces las 24 horas de Le Mans, una de esas con un motor diésel.

Los ledes en forma de colmillo, rasgo típico de Peugeot actualmente. Foto: Fernando Santos

Sin duda la experiencia en la competición se transmite en parte a la nueva 2008. Peugeot ha tenido muy buenos chasises por comodidad de marcha, agilidad del tren trasero que los hace divertidos (los antiguos 205 y 206 por ejemplo), y la estabilidad y fidelidad a las órdenes que transmite el conductor a través del timón.

EL MOTOR 1200 TURBO, POTENTE Y ECONÓMICO

La nueva Peugeot entra en el grupo de moda con una máquina llamada PureTech de 3 cilindros en lugar de 4 con 1.2 litros, propulsores que con esa cantidad de cilindros han vendido miles de unidades en Peugeot – Citroen (PSA, recientemente adquirida por  Stellantis, antigua Chrysler – Fiat) y que igualmente tienen Ford, BMW – Mini, Chevrolet, Volkswagen,  etc.

¿Por qué 3 y no 4 cilindros? A igualdad de capacidad (los motores queman litros o centímetros cúbicos de mezcla aire y gasolina), son más pequeños, livianos y con menores pérdidas por fricción y calor (menos pulsos por cada revolución del motor también los hace más fáciles de refrigerar), entonces son más económicos y contaminan menos. Para compensar su tamaño y  baja potencia, el turbocompresor  introduce más aire y quemando más gasolina se aumenta el poder de la máquina.

La línea de cintura se eleva llegando atrás. Foto: Fernando Santos

Pero ese poder total, cuando más gasta y contamina, se da solo cuando  el motor gira alto de revoluciones o se acelera a fondo; en condiciones suaves como en el tráfico y las diligencias del día a día gasta lo de un motor 1200 sin turbocompresor, esa es su ventaja. En la 2008 el turbo soplando sobre el 1200 incrementa la potencia hasta 130 caballos, y el torque hasta 23,4 kilogramos/metro una cifra de motor grande apenas 0,3 por debajo del 2.5 gasolina de una pickup Nissan Frontier.

Esa fuerza, habitual en estos pequeños propulsores no deja de ser agradable y generosa (sobrada) para impulsar a la 2008 en cualquier circunstancia. No es necesario revolucionarla, llevarla entre 3000 y 4000 rpm entre cambios es suficiente para que acelere rápido hasta en las subidas más inclinadas en donde las recuperaciones para adelantar a los más lentos sin necesidad de bajar uno o dos cambios son casi inmediatas y por tanto  seguras.

El bómper trasero se destaca por su prominencia. Foto: Fernando Santos

Por ejemplo, en plano,  fijando la 5a marcha en modo manual, el torque la impulsa desde 70 a 120 de velocidad en muy pocos segundos y ni hablar como lo hace en 4a, parece la tercera de un muy buen motor sin turbo. La caja es automática de 6 velocidades con relaciones que hasta podrían ser más largas por la enorme cantidad de fuerza disponible.

Viajando en drive es más activa que el promedio de las automáticas ayudando en las detenciones porque siempre busca el cambio inferior y después de pisar a fondo y soltar el acelerador de repente, permanece en el mismo cambio ayudando a bajar la velocidad, disminuyendo la fuerza que hay que hacer sobre el pedal de freno, lo que exige menos el sistema.

Inconfundible Peugeot actual con el i – Cockpit. Foto: Fernando Santos

 

Operando en modo manual, los cambios se pueden hacer sin pensarlo 2 veces de manera intuitiva porque al contrario de la mayoría (con la excepción de Alfa Romeo, BMW y Mazda), se empuja la palanca hacia adelante para bajar las marchas, y al contrario para subirlas, disposición mucho más lógica que en otros autos donde al necesitar frenar urgente desde altas velocidades lo que se hace es poner el cambio siguiente aumentando  la distancia de frenado.

CABINA SUGERENTE DIFERENTE A TODO EN EL SEGMENTO

En su presentación interior la 2008 es diferente en cuanto a terminados, y la impresión visual que se tiene al mirar las piezas de la cabina, y el tablero que ubica el cuadro de instrumentos completamente digital, por encima del timón (que es plano arriba y abajo) y no atrás, es la de estar en un auto costoso.  Desde la pantalla central táctil sobre el tablero, orientada hacia el conductor, se controla lo de siempre: el equipo de sonido, la climatización, los mapas, el teléfono y otras funciones.

Esos 3 componentes principales  -timón plano, instrumentos altos y la pantalla central-,    conforman el  i – Cockpit,  presentación general característica de la marca francesa que vio la luz por primera vez en el primer 208 de 2012, que más allá de lo estético, hace que la línea de visión se desvíe menos de la carretera restando importancia a un head up display tan en boga en estos tiempos, pero escaso en el segmento.

El alojamiento para recarga inalámbrica del celular. Foto: Fernando Santos

 

El velocímetro, indicador de gasolina, temperatura y tacómetro, son muy bonitos y se visualizan en tercera dimensión en 4 formas establecidas conmutables desde el volante, característica única acompañada del pequeño y bonito timón. Creo que a Peugeot le funciona toda esa disposición, y aunque me tocó ubicar el timón cerca de las piernas para mirar bien los altos instrumentos, gira sin interrupciones ni nada que pueda incomodar;  al principio  es extraño pero en pocos minutos se olvida y nada impide disfrutar de la singular posición de manejo.

El tablero, gris oscuro, presenta una zona intermedia con una presentación muy bien lograda que parece una sola pieza en fibra de carbono y que se extiende sobre los tapizados de las puertas dejando atrás y por encima los aireadores también en los dos extremos del tablero dispuestos en ángulos que »miran» a piloto y copiloto, muy sofisticado.

Varios interruptores dispuestos en forma de piano. Foto: Fernando Santos

Las luces, con sensor de encendido, tienen un mando diseñado para que la posición »auto» esté ocupada por el habitual »off» de todos los carros;  entonces, de manera inconsciente el/los  conductores lo mantendrán en posición apagado, que en ésta Peugeot es encendido;  por mal clima u oscuridad como ejemplo,  se podrán encender automáticamente aumentando la seguridad de todos en la vía así el conductor lo haya olvidado.

El control de crucero no es fácil de operar porque el mando está escondido abajo a la izquierda del volante;  ajustar el clima (aire, calefacción y sus salidas) es de paciencia porque sólo se puede a través de la pantalla táctil y no es fácil, especialmente cuando en movimiento se tiene que atinar a cualquiera de los íconos y hay que quitar la vista de la carretera:  son complicaciones en la ergonomía que se empiezan a ver en muchos autos en ésta era »high tech» de tableros con pantallas; empiezo a extrañar los mandos físicos que afortunadamente sí existen para el mute del radio, máximo desempañador delantero o apagar el aire con botones dispuestos en forma de piano.

Como se espera en un auto familiar, el espacio atrás es más que suficiente con centímetros de sobra para las rodillas, cabeza y hombros, permitiendo un viaje sin fatiga para 4 ocupantes, capacidad a tono con las carrocerías de la competencia porque es raro viajar en autos como éste de 4.3 metros de longitud y mucho más incluso, que entreguen generoso espacio como para que una tercera persona en el puesto trasero central    -también por la forma del espaldar-,   viaje cómodamente.

EL CHASÍS EQUILIBRADO FACILITA LA CONDUCCIÓN

Al mando de la 2008, rodeado por los originales instrumentos y tablero, se conduce con una dirección que se desempeña muy bien y transmite una mejor sensación que la percibida entre sus competidoras en ésta época de sistemas programables eléctricos porque es muy suave en maniobras urbanas, estacionando, y además  después de girar, se devuelve rápidamente a la posición de ruedas rectas.

Los aireadores dispuestos en un notable ángulo. Foto: Fernando Santos

 

Ese notable autocentrado y la capacidad para mantenerse en esa posición la hace más precisa porque no hay que estar corrigiendo ni en velocidades de ciudad, ni ante vientos laterales en carretera. Aunque no es su punto fuerte, informa relativamente bien cuando las llantas están al límite de agarre que por cierto es alto (llantas 215 serie 60 en rines 17),  permite tomar curvas  de cualquier radio con total fidelidad sin inmutarse y un giro medianamente rápido del timón hace que cambie de carril con mucha agilidad y respuesta.

El control de estabilidad de serie en todas las versiones está calibrado para intervenir en situaciones exageradas e imprudentes o de pavimento con mala adherencia, típico en estos días de invierno. La confiable estabilidad de la 2008 se logra sin endurecer las suspensiones. Al contrario, me sorprendió varias veces por la relativa suavidad y el amplio recorrido controlado en la compresión y extensión de los amortiguadores delanteros tomando altibajos de todos los tamaños e inclinaciones como si nada,  en total control, sin impactar fuerte la cabina, sin ninguna oscilación o inestabilidad  después de superarlos;  realmente está muy bien balanceada.

Los frenos se destacan también porque desde que se pisa el pedal no hay vacíos, reaccionan sin brusquedad porque el pedal tiene un recorrido mediano muy dosificable y de buen tacto que en el accionar deja ver también lo potentes que son sin dejarla clavar de adelante:   las suspensiones delanteras de nuevo son protagonistas importantes controlando la transferencia del peso (si se descargara mucho el eje trasero podría llegar a sacar la cola) para que en general sea segura y cómoda a la vez.

ALGUNAS PARTICULARIDADES:

Las suv de Peugeot se notan en la calle porque la gestión del representante actual que tomó la marca en 2015 viene siendo positiva y tal vez nunca en Colombia había vendido tanto en 5 años de ejercicio ni se había generado una percepción de seguridad tan buena en los clientes; incluso en un reciente comunicado la marca afirma que la pérdida de valor residual de una 3008 como usada en su primer año de vida pasó del 37% hace 5 años, a 14% en la actualidad.

Persiana vertical y capó muy plano. Foto: Fernando Santos

El servicio posventa y el número  de talleres está en organizada expansión para tratar de cubrir muy bien no solo  desde los servicios elementales, sino hasta complicadas reparaciones que implican un personal bien entrenado y stock de repuestos, algo en lo que se viene trabajando fuerte en el último lustro, y en verdad se nota.

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