Es evidente su evolución en general, recortando la gran distancia que los separaba de las marcas conocidas por todos en el mercado colombiano
Los carros provenientes del primer mercado del mundo han avanzado en todos los frentes, tal vez a un ritmo un poco más apresurado que el que tuvieron los otros fabricantes asiáticos. Ya no estamos ante vehículos de marcas chinas (distintos a los de marcas extranjeras globales que fabrican en ese país) con botones de vidrios eléctricos, controles de cambios o palancas conmutadoras de luces que al accionarlas parecía que se fueran a partir, o que por lo menos no iban a durar mucho.
Atrás ha quedado esa apariencia barata – cartonosa de los tapizados de las puertas o el material del tablero, incluso del velocímetro y tacómetro, de cierres de guanteras que a simple vista dejaban ver la tapa descuadrada. También, poco a poco, quedan atrás los ruidos de cabina que incluso se escuchaban en autos recién comprados o la sensación de mala calidad al empuñar la manija de la puerta y el ruido que se oía al cerrarla.
MEJORES EN SUSPENSIONES, NIVEL SONORO Y ACABADO
Las pruebas y reportes de portales y periodistas especializados, serios y reconocidos que llevan años en esto, han dejado ver los avances en la estabilidad ante carrocerías que ya no se inclinan tanto en virajes repentinos, y que no pierden el agarre de manera descontrolada en ninguno de los ejes haciéndolos más previsibles y seguros.
La comodidad de las suspensiones y capacidad de absorción de los huecos -asunto muy valorado en vías colombianas y de América Latina-, deja ver un trabajo más dedicado por parte de la ingeniería que ya entrega autos más suaves y cómodos al pasar las imperfecciones de las vías, porque no son duros ni demasiado blandos, extremos indeseables para todos los fabricantes de renombre.
¿Son más silenciosos en la cabina? No todos, pero sí hay avances notables. Hace más o menos una década era frecuente sentir los molestos ruidos del viento en el interior, encontrando el parcial culpable en los empaques de las puertas con materiales de quinta que se desbarataron pronto y que desde los cero kilómetros poco hacían por contener el ruido.
Los materiales que ahora se usan en las cabinas cumplen con un estándar visual y al tacto que por lo menos no los deja tan atrás de la competencia, y hasta se encuentran materiales suaves y acolchados en algunos tableros. Los empates de las piezas y el ajuste demuestra que hay más atención a los detalles.
MOTORES, CAJAS Y CONSUMO
Hay motores de desarrollo propio o en trabajo conjunto con fabricantes reconocidos, pero todavía algunos son impulsados por motores de generaciones anteriores (muchos de ellos de probada duración) más baratos de fabricar y que por ende cumplen con normativas anti polución menos exigentes, lo que aún motiva su venta y tránsito en Colombia, América Latina, y la mayor parte del territorio africano.
Por ese motivo, algunos entregan menos caballos o torque que otros del mismo tamaño, perjudicando así el desempeño que no los hace tan rápidos, también porque cuando equipan cajas automáticas cvt no muy elaboradas la reacción del auto es más lenta. El consumo de combustible no es destacado porque los mejores entregan cifras promedio para su tamaño, peso y cilindrada del motor.
Otro asunto es con los eléctricos, donde marcas como BYD son reconocidas en el mundo por su experticia con baterías durables, de peso aceptable y que por su composición entregan buenas autonomías antes de tener que enchufar de nuevo el auto.
¿ACTUALMENTE SON MÁS DURABLES Y FUNCIONAN MEJOR?
Se esperaría que sí, que evolucionen como lo han experimentado todos los fabricantes de carros a lo largo de su historia. ¿Se ha podido comprobar? La verdad no hay información fiable sobre tan importante aspecto, puesto que la prensa especializada que compra carros para comprobar como funcionan y se desgastan durante 100 o 150.000 km, aún no lo hace ni en Europa, Estados Unidos o Australasia, probablemente por la tímida o casi inexistente venta de esos autos.
Por eso tampoco existen registros de datos reales sobre la experiencia del usuario con los carros. Entonces asegurar que ya todos están a la altura de los mejores sería irresponsable. Habrá que esperar a que los modelos más recientes acumulen años y kilómetros. Otra cosa es con los modelos usados más viejos con kilometraje, sobre los cuales si hay información en Colombia.
¿Qué se vio en modelos de anteriores generaciones? Problemas, algunos graves, como motores nuevos con elevadísimos consumos de aceite, computadoras que fallan con alguna frecuencia y otras fallas electrónicas, caso de las Chery Tiggo, donde además hoy en día no es nada fácil la consecución de repuestos. En otra marca, DFM, hoy DFSK, hubo inconvenientes en las primeras vans por problemas con la temperatura del motor y fallas al acelerar.
Todo se solucionó en garantía y como se ve en los más antiguos de otras marcas, las manijas de las puertas o de los vidrios se partían y los tapizados y plásticos tienen mala vejez. Afortunadamente DFSK sí tiene una buena representación, los repuestos tienen precios cómodos y parece que los modelos actuales envejecen decentemente.
Una característica de comportamiento en los carros de algunas marcas es la irregularidad: a unos modelos les falla todo lo mencionado atrás y más, y a otros casi nada; como quien dice es una especie de lotería (más bien ruleta rusa), si le va bien o no con el carro.
Pero en el otro extremo, también hay carros de buena calidad, como la camioneta suv de Brilliance, modelo V5 -idéntica a la BMW X1 de primera generación-, que con 100 – 150.000 km y hasta 10 años de operación, no ha generado quejas importantes, ni costos exorbitantes ni nada raro más allá del mantenimiento habitual de cualquier carro y los repuestos se consiguen.
Las Pickup de Great Wall, las Wingle 3 y 5, también tienen una buena reputación tanto con el 2.4 gasolina de origen Mitsubishi, como con el 2.8 turbodiésel (primer vehículo de marca china en llevar el sistema de alta presión Common Rail). Cuando se arranca en el 2.8 hay una carencia de torque que llega sobre las 2000 rpm, característica que al parecer exige más al embrague y le resta vida en algunas unidades; también el arranque del motor en frío es demorado. Las reparaciones de motor o reparaciones del turbo llegan cerca o sobre los 200.000 km si se ha sido cuidadoso con el aceite y los filtros de combustible y aire.
El mantenimiento de las Wingle tampoco es un dolor de cabeza porque hay suficientes repuestos e incluso para la turbodiésel 2.8 elementos siempre caros como inyectores y bomba de inyección por nombrar algunos (con tecnología de Bosch), tienen unos precios más económicos que los motores diésel de la competencia.
Hay también buenas excepciones de máquinas confiables en los carros de la alianza GM – SAIC como el Chevrolet Sail y las vans N200 y 300 cargo y de pasajeros que empezaron a trabajar hace una década desarrolladas bajo las normas globales de calidad de GM, algo que ojalá caracterice a la reciente Captiva que realmente es la Baojun 530, marca también perteneciente a la alianza GM – SAIC.
LOS VEHÍCULOS SON MEJORES, LA POSVENTA ES IRREGULAR
¿Por qué? Los repuestos habituales para mecánica y mantenimiento se consiguen sin problema para algunas marcas y modelos, incluso partes como stops, luces delanteras, vidrios o guardabarros, algo que no pasa en otras marcas: en unas la representación es buena, en otras casi no existe.
Lo último se da porque cuando un vehículo se vende poco, los números para el negocio del representante no cuadran al tener una cuantiosa nómina, arriendos o impuestos altísimos, inventario de repuestos, en general, altos costos financieros que sencillamente desalientan para seguir importando un modelo o representando una marca y así lo mejor es retirarse del negocio.
Para el dueño del carro no es nada alentador vararse porque no existen refacciones que cuando se consiguen son carísimas y eso contribuye a la desconfianza que aún tienen muchas personas hacia los productos del país asiático y en consecuencia la reventa es difícil, y el valor se deteriora bastante más que en el promedio de autos similares.
Otra cosa es lo que se vive con los comerciales livianos y pesados (camiones de Foton y JAC por ejemplo), donde algunos fabricantes ya tienen una buena reputación alcanzada en 10 años o más demostrando la buena calidad del producto, además respaldada por una sólida posventa, con técnicos calificados en una buena cantidad de centros de servicio autorizados, dotados con repuestos de todas las referencias, consolidando así el precio como usado y una rápida comercialización.
Las más recientes generaciones de autos chinos particulares son llamativos, grandes y bonitos, aún batallan entregando una convincente relación equipamiento/precio, son más seguros (aunque algunas versiones de entrada traen solo 2 airbags), entregan comodidad en las sillas, espacio razonable, buenos acabados y una conducción estable y tranquila. Veremos como sigue su avance en los próximos años.
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