A Donald Trump, como a muchos de nosotros, le gusta la música de Neil Young, pero a Neil Young, también como a muchos de nosotros, no le gusta para nada Donald Trump.

Al magnate y candidato a las primarias para la presidencia de los Estados Unidos por el Partido Republicano se le ocurrió usar la canción ‘Rockin’ in the Free World’ de Neil Young para su campaña política hace un par de semanas, pero el viejo y veleidoso Young le recordó que esa canción fue escrita originalmente como una crítica al gobierno de George H. W. Bush y dejó claro que apoya al candidato Bernie Sanders del Partido Demócrata, por lo cual Trump tuvo que dejar de usar la canción en su campaña.

Hablar de Neil Young es hablar de la historia del rock y de las múltiples versiones de él mismo que ha ido elaborando a través de 50 años de carrera. Trabajos como After the Gold Rush (1970), Harvest (1972) y Rust Never Sleep (1979) son considerados algunos de los discos más importantes del rock, y la diversidad de estilos que ha explorado el canadiense en su carrera artística y su influencia sobre otros géneros es destacable. Muchas veces ha tendido hacia el country (Tell me Why), en otra época se le consideró el padrino del grunge (Sedan Delivery), también ha explorado el hard rock (Rockin’ in the Free World) e incluso ha tenido deslices romanticones como el álbum Are You Passionate? (2002).

Pero tal vez lo que más caracteriza a Neil Young, además de no ser un artista «fácil» y abordar muchas formas musicales, es la crítica social y política en sus canciones. A propósito de la discordia con Donald Trump aprovechemos para repasar cinco de sus canciones más críticas.

Southern Man

En esta canción, incluida en una de sus obras más elegantes y crudas: After the Gold Rush (1970), Young cuenta la historia de un hombre blanco del sur que maltrata a sus esclavos. En la misma línea temática de ‘Southern Man’ el canadiense también escribió la canción ‘Alabama’, incluida en el otro gran álbum Harvest (1972), lo cual terminó provocando la famosa reacción del grupo Lynyrd Skynyrd quienes escribieron la canción ‘Sweet Home Alabama’ como respuesta a Young y que se convertiría en un emblema de ese estado del sur de Norteamérica.

 

Ohio

La canción ‘Ohio’ fue escrita por Young e interpretada por el grupo Crosby, Stills, Nash & Young en 1970. En esta canción el canadiense acusó a Richard Nixon de asesino por la masacre de estudiantes ocurrida en la Universidad Estatal de Kent el 4 de mayo de 1970 en medio de unas protestas antibélicas en contra de la invasión estadounidense a Camboya.

 

The Needle and the Damage Done

Esta canción habla sobre los estragos de la heroína, pero en particular Young la dedicó a Danny Whitten, guitarrista de su banda Crazy Horse. Young despidió a Whitten ya que sus constantes problemas con las drogas estaban afectando los ensayos y presentaciones. Poco después de que Whitten llegara a Los Ángeles para someterse a una rehabilitación murió por sobredosis de alcohol y valium. Esta canción está incluida en su álbum Harvest y no es la única en la que Young hablaría sobre los problemas de drogas de sus amigos, por ejemplo ‘Tonight’s the Night’, del álbum del mismo nombre, trata sobre la sobredosis y muerte de Bruce Berry, roadie de Young y Crazy Horse.

 

Cortez the Killer

Una de mis favoritas. Esta canción, incluida en el álbum Zuma (1975), la escribió Young mientras estudiaba historia en la escuela de Winnipeg y trata sobre las barbaridades cometidas por los conquistadores españoles en América. Según el mismo Young en unos apuntes incluidos en su álbum recopilatorio Decade (1977), ‘Cortez the Killer’ fue prohibida en España porque ofendía la memoria del dictador Franco. Según la revista Guitar World, esta canción está en el puesto 29 entre los 100 mejores solos de guitarra y es una de las 500 mejores canciones de todos los tiempos según la revista Rolling Stone.

 

Rockin’ in the Free World

La canción de la reciente discordia entre Neil Young y Donald Trump, incluida en el álbum Freedom (1989), fue escrita como una crítica a la administración de George H. W. Bush (1989-1993) y los problemas sociales contemporáneos de los Estados Unidos. Curiosamente la canción también se convirtió en himno del colapso del socialismo soviético dado el contexto histórico de la época y el coro que repetía ‘Keep on rockin’ in the free world’.

 

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