Cuando era todavía un adolescente e inexperto saxofonista, Charlie Parker quiso sorprender al público del High Hat Club de Kansas City con una versión de ‘Body & Soul’ en doble tiempo, pero el resultado no fue el mejor y terminó abucheado y humillado. Algún tiempo después, en otra importante presentación en el Reno Club de la misma ciudad, quiso lucirse con un solo durante ‘I Got Rythm’ pero terminó perdiendo el tempo, lo cual provocó la ira de nadie más ni nadie menos que el gran baterista Jo Jones, quien le lanzó un platillo a la cabeza y lo ridiculizó en público. Estos famosos y humillantes episodios hubieran podido minar la confianza del joven Parker y hacerlo desistir de su intención de ser un gran saxofonista, pero, por el contrario, lo motivó a trabajar cada vez más duro para callarle la boca a aquellos que lo ridiculizaron, hasta llegar a ser incluso uno de los músicos de jazz más revolucionarios de la historia.
Ornithology, compuesta por Charlie Parker y el trompetista Benny Harris, es una de las piezas más populares del Bebop.
Tomando el caso de Charlie Parker como ejemplo, Terence Fletcher (J. K. Simmons), profesor del ficticio Conservatorio Shaffer en la película Whiplash (2014), agrede verbalmente y les exige más allá de los límites razonables a sus estudiantes, los mejores músicos jóvenes de jazz de los Estados Unidos, y en particular al ambicioso baterista Andrew Neiman (Miles Teller), quien tiene como único propósito llegar a ser mejor que el gran Buddy Rich. ¡Not quite my tempo!, comenzaba a exigirle Fletcher a Neiman durante los ensayos hasta llegar a puntos delirantes de tensión. Según el profesor, las peores palabras en el idioma inglés son «good job»: si a Charlie Parker no lo hubieran ridiculizado de esa manera, nunca hubiera llegado a ser el «Yardbird» que fue, se hubiera perdido en la auto-complacencia y la mediocridad y el mundo se hubiera privado de obras maestras del jazz. «La letra con sangre entra», como la famosa pintura de Goya, parece ser el lema de la estrategia pedagógica del profesor Fletcher, la cual, al final, Neiman parece agradecer.
Esta película dirigida por Damien Chazelle plantea una discusión que por supuesto va más allá del jazz; trata en realidad de la complicada relación maestro-alumno en todos los aspectos de la vida. ¿La falta de disciplina y la excesiva complacencia conducen a la mediocridad, hace que los artistas, o deportistas, o profesionales de cualquier tipo no se den cuenta de que pueden llegar a ser mejores? La verdad es que muchos hemos experimentado en algún momento de nuestras vidas que podemos llegar a hacer las cosas mucho mejor gracias a un sacudón en el ego en vez de un complaciente «good job».
Ahora bien, el camino tortuoso de disciplina extrema que conduce a la perfección puede significar un costo muy alto en términos de la salud física y mental, los amigos y la familia. Entonces, ¿esto realmente vale la pena? En últimas, cada uno lo decide, cada uno decide ser un workaholic o no. Si se tiene el talento y una voluntad de hierro cada uno puede tratar de ser el mejor en su campo y callarle la boca a aquellos que no creían, ser como el joven y ambicioso Neiman y soportar a un maestro como Fletcher. Sin embargo, no olvidemos que si bien Charlie Parker llegó a ser uno de los más grandes monstruos del jazz, murió a los 34 años en la más completa pobreza y soledad.
El estándar de jazz ‘Caravan’, compuesto por Juan Tizol, es el momento sublime en Whiplash
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