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Pink Floyd

Los cinco integrantes de Pink Floyd (1968)

Casi un año después del lanzamiento del último álbum oficial de Pink Floyd y nueve años desde su más reciente disco en solitario, David Gilmour, para fortuna de los millones de seguidores y nostálgicos de una de las bandas de rock progresivo más influyentes, vuelve a la escena con un nuevo trabajo: el álbum Rattle That Lock.

Cuando uno ya ha escuchado hasta el último minuto de la discografía de Pink Floyd, desde el psicodélico The Piper at the Gates of Down (1967) hasta el instrumental The Endless River (2014), y siente que es una pena que estos gigantes del rock hayan llegado a su fin, una buena alternativa es seguir explorando los trabajos realizados por cada uno de sus integrantes por separado.

En algunos casos los trabajos en solitario son una extensión del sonido y la filosofía de la banda, y en otros representan rupturas. En todo caso, estos álbumes solitarios reflejan diferentes momentos del grupo, conflictos entre sus integrantes, crisis creativas y la necesidad de liberar tensiones internas, y por ende están intrínsecamente ligados a la historia de Pink Floyd.

Este es, pues, un breve recorrido por la historia del grupo desde una perspectiva diferente: a través de la discografía en solitario de Syd Barrett, Richard Wright, Nick Mason, Roger Waters y David Gilmour.

Syd Barrett

Después de fundar Pink Floyd y grabar dos piezas pioneras del rock psicodélico: el The Piper at the Gates of Down (1967) y A Saucerful of Secrets (1968), Syd Barrett fue expulsado de la banda por sus problemas con las drogas y el desequilibrio mental que esto le produjo, lo cual lo inhabilitó para cumplir con los crecientes compromisos de Pink Floyd.

Aunque su desequilibrio mental iba en aumento, Crazy Diamond, como lo llamarían sus compañeros de grupo, alcanzó a grabar dos álbumes en solitario: The Madcap Laughs (1970) y Barrett (1970). A mi parecer, estos álbumes contienen en mayor o menor medida el sonido tan característico y psicodélico de aquellos dos primeros discos de Pink Floyd y representan el escenario contrafactual de lo que hubieran sido los siguientes álbumes del grupo si Barrett no se hubiera vuelto completamente loco y Roger Waters no hubiera tomado las riendas.

The Madcap Laughs (1970)

The Madcap Laughs (1970)

En particular, el The Madcap Laughs, lanzado en 1970 y producido por Roger Waters, David Gilmour, Malcolm Jones y Peter Jenner, se convertiría en un álbum de culto y muy influyente a lo largo de la historia del rock. El disco fue grabado sin muchos arreglos musicales, lo cual lo hace más intimista y refleja la naturalidad de Barrett en las interpretaciones. Sin embargo, puede ser un disco difícil de escuchar, no del gusto de la mayoría sino para aquellos curiosos de la obra del genio fundador de Pink Floyd.

Poco tiempo después y luego de intentar grabar algunas piezas musicales inconclusas, Crazy Diamond se recluiría en la casa de su madre y no volvería a hacer música. El 7 de julio de 2006 murió a causa de cáncer.

Octopus

Richard Wright

Es tal vez una de las figuras menos carismáticas de Pink Floyd, siempre a la sombra de Syd Barrett, Roger Waters y David Gilmour, pero no por eso es un compositor menor. Por la particular forma que tiene Richard Wright de tocar el teclado y su capacidad de composición se le deben en parte canciones inmortales como ‘Interstellar Overdrive’, ‘Echoes’, ‘The Great Gig in The Sky’, ‘Us and Them’, ‘Shine on You Crazy Diamond’, y tal vez una de las mejores canciones de Pink Floyd: ‘Time’. No obstante, Roger Waters, en su momento de mayor megalomanía, lo expulsó durante las grabaciones de The Wall en 1979 por una supuesta falta de aporte creativo de Wright. Por esa razón, el clásico tecladista de Pink Floyd no aparece en los créditos del siguiente álbum del grupo, el The Final Cut, una especie de secuela del The Wall.

Como los demás integrantes de Pink Floyd, Wright también se lanzó a hacer algunos trabajos en solitario. Un año antes de ser echado de Pink Floyd por Waters, Wright lanzó su primer disco: Wet Dream (1978).

Wet Dreams (1978)

Wet Dream (1978)

Este álbum no refleja mucho el sonido de Pink Floyd en esa época, finales de los setenta, el cual ya se había alejado de la colorida psicodelia de Syd Barrett y había entrado en un camino de pretensiones épicas y conceptuales que le imprimió Waters. Pero tal vez sí refleja un poco lo que sería Pink Floyd sin Waters a partir del A Momentary Lapse of Reason (1987), cuando Gilmour asume las riendas del grupo y reincorpora a Wright.

El Wet Dream es un álbum tranquilo, melódico y ambiental que ha pasado desapercibido por los seguidores de Pink Floyd, y aunque el mismo Wright lo considera «simple y con letras no muy sólidas», es uno de mis discos favoritos de un integrante de Pink Floyd como solista. Cabe destacar el trabajo de Snowy White en este álbum, ex-guitarrista de Thin Lizzy, colaborador de Pink Floyd entre 1977 y 1979 y guitarrista de Roger Waters.

Otros trabajos de Wright en solitario serían el álbum Identity (1984) en sociedad con Dave Harris del grupo New Romantic, y el Broken China (1996), un disco más en la línea de Pink Floyd, es decir muy conceptual y atmosférico, que trata sobre la batalla que libraba su esposa contra la depresión, y Sinéad O’Connor participa como cantante en algunas canciones. Richard Wright murió en 2008 a causa de cáncer.

Against the Odds

Nick Mason

Incluso más en la sombra que Richard Wright, Nick Mason es el que aparece con menos créditos en las composiciones de Pink Floyd, sin embargo es el único que ha estado en la grabación de todos los discos, estuvo en la génesis del grupo, por allá en el año 1964, antes de que llegara Syd Barrett y cuando aún no se llamaban Pink Floyd sino Sigma 6, y es quien, junto con David Gilmour, ha mantenido vigente al grupo. Recientemente se pusieron a la tarea de desempolvar grabaciones que habían dejado de lado en The Division Bell para lanzar en 2015 lo que sería el último disco oficial de Pink Floyd, The Endless River, álbum tributo al fallecido Richard Wright.

A diferencia de los otros integrantes, Mason no registra álbumes en solitario, pero tiene algunos discos a dúo con Rick Fenn, antiguo guitarrista del famoso grupo británico 10cc, y un trabajo con Carla Bley. Con esta última, en 1981, lanzó un álbum llamado Nick Mason’s Fictitious Sports, su primer ejercicio musical fuera de Pink Floyd. No obstante, este trabajo, aunque se le atribuye a él, en realidad se dice que es más de la cantante norteamericana ya que es ella la autora y co-productora de todas las canciones.

Ya en 1985, en el momento de mayor crisis de la banda, Mason graba junto a Rick Fenn el álbum Profiles, en el cual el baterista aparece como co-autor en casi todas las canciones y David Gilmour colabora como cantante en ‘Lie for a Lie’. El siguiente año sacarían Life Could Be a Dream, y en 1987 lanzarían dos trabajos más: White of the Eye y Body Contact. Finalmente su último trabajo con Fenn sería Tank Malling en 1989.

Profiles

Profiles (1985)

Estos trabajos de Nick Mason fuera de Pink Floyd son, a mi parecer, de interés para pinkfloydianos dispuestos a escuchar cualquier rareza, o sencillamente para amantes del rock progresivo ochentero, pero están muy lejos de lo que alcanzarían, comercial y musicalmente, los demás integrantes de Pink Floyd en solitario.

Lie for a Lie

Roger Waters

Roger Waters, bajista y fundador de Pink Floyd, marcó una de las mejores épocas del grupo y moldeó tal vez su identidad más conocida hoy día. La era Waters está marcada por un cambio de sonido que logra consolidar a partir del Meddle (1971) y la elaboración de los álbumes más conceptuales de la banda como The Dark Side of the Moon (1973), Wish You Were Here (1975), Animals (1977), The Wall (1979) y The Final Cut (1983), los cuales fueron compuestos casi completamente por Waters.

En 1985, Waters declaró que Pink Floyd se había agotado y quiso terminar el grupo. Los restantes integrantes, sin embargo, se opusieron y luego de un famoso y agrio litigio hicieron una «repartición de bienes», de la cual Waters se quedó con los derechos totales del The Wall y el cerdo inflable del Animals, mientras que Gilmour y Nick Mason podían seguir usando el nombre de Pink Floyd.

En 1984, después de grabar el The Final Cut y a punto de alejarse para siempre de la banda, Waters lanzó su primer álbum como solista: The Pros and Cons of Hitch Hiking. En 1987 volvería con Radio K.A.O.S. y en 1992 lanzaría una obra maestra, Amused to Death, considerado como su mejor trabajo en solitario.

Amused to Death (1992)

Amused to Death (1992)

En este álbum Waters critica la estupidez humana, estupidez que se refleja en nuestra propensión a matarnos en guerras y la sociedad de consumo, por eso, como alegoría, la cubierta del álbum presenta a un simio mirando la televisión. El Amused to Death, tal como nos acostumbró Waters en sus trabajos más impresionantes con Pink Floyd, es conceptual, con letras muy elaboradas y un sonido impecable. El mismo Waters considera que este álbum está al nivel de The Wall o The Dark Side of the Moon.

What God Wants

https://www.youtube.com/watch?v=EPmnXyQGp1A

David Gilmour

Después de Roger Waters, David Gilmour es tal vez la figura con más fuerza y quien más determinó el sonido post-Barrett con su peculiar manera de tocar la guitarra, con solos lentos, cargados de escalas pentatónicas y largos bends.

Justo cuando Pink Floyd se encontraba en uno de sus mejores momentos pero creativamente dominado por Roger Waters, David Gilmour lanza su primer disco como solista, llamado simplemente David Gilmour (1978). Posteriormente, en 1984, cuando la tensión al interior de Pink Floyd se encontraba en su punto más alto debido a la salida de Roger Waters, lanza About Face. Ambos discos, aunque contienen temazos como ‘There’s No Way Out Of Here’ en el primero y ‘You Know I’m Right’ en el segundo, pasan sin pena ni gloria.

Luego, tras la salida de Waters, se dedicaría a liderar Pink Floyd y lanzaría el primer álbum A Momentary Lapse of Reason (1987) sin el legendario bajista, grabarían la obra maestra The Division Bell (1994), y le darían, hasta ahora, punto final a Pink Floyd con el reciente The Endless River (2014).

Pero es en el receso de 20 años entre el The Division Bell y The Endless River que Gilmour grabó tal vez su álbum más exitoso como solista hasta el momento: On An Island (2006). Aunque al principio fuese criticado sin piedad, este disco sería nominado en los Grammy a mejor canción de rock instrumental por ‘Castellorizon’ y obtendría algunos discos de platino.

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On An Island (2006)

A mi parecer, en efecto On An Island es hasta ahora el mejor trabajo de Gilmour como solista y que, guardando las debidas proporciones, suena al The Division Bell, uno de mis álbumes favoritos de Pink Floyd. Es un álbum preciosista, melancólico y en el cual despliega todo su talento en la guitarra, que es en últimas lo que los fanáticos de Gilmour esperan, y sobre todo aquellos que disfrutan de la última etapa de Pink Floyd post-Waters. Esperemos a ver si el Rattle That Lock, que será lanzado en septiembre de 2015, logra superar las expectativas, pero si no, en todo caso será un regalo bien recibido por todos los fanáticos de Gilmour y los nostálgicos de Pink Floyd.

On An Island

Twitter: @tornamesa_blog

 

Actualización: Incluí a Nick Mason el 29 de agosto de 2015.

Ver también:

«El amor de madre» por Pink Floyd

El peor concierto de David Gilmour

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