Hasta hace unos días muchos no teníamos ni la más mínima idea de quiénes eran el grupo de rock Eagles of Death Metal. Hoy prácticamente todo el mundo occidental los conoce, es la banda sonora de la tragedia en Le Bataclan en París, las visitas a sus videos en Youtube han aumentado drásticamente y la gente comparte sus canciones. Por el contrario, hoy día la gran mayoría continúa ignorando lo que pasa en Siria y el estigma y discriminación hacia esa región del mundo crecen de manera imparable.
Para los occidentales resulta más indignante un acto terrorista en una ciudad como París que las atrocidades que ocurren en Siria (o incluso, sin ir tan lejos, en Colombia). Y esto es así porque ni siquiera hacemos el esfuerzo por entender lo que pasa allá, en ese país tan aparentemente lejano, tan alejado de nuestra burbuja occidental, y por ende caemos fácilmente en el maniqueísmo político.
¿Pero, para qué entender? Precisamente para darnos cuenta de que también, de alguna forma, vivimos en el oscurantismo, que los buenos no son tan buenos, que el terrorismo no es patrimonio exclusivo del «tercer mundo» sino que el «primer mundo» también lo practica con saña, y porque dada la connotación mundial de ese conflicto la burbuja en la que vivimos ya no lo es tanto. Los actos terroristas no se fraguan desde esos lejanos países de Oriente como algo exógeno que ataca a Occidente, sino que el germen está aquí, en las periferias de las glamorosas capitales europeas, donde se cuece el odio entre los jóvenes marginados del primer mundo producto de una sociedad elitista y discriminadora.
Pero vivimos en la banalidad del espectáculo y las redes sociales. Por eso, mientras las familias francesas y sirias sufren el dolor de la tragedia, Eagles of Death Metal se convertirá en un símbolo ¿un símbolo de qué? De la frivolidad, tal vez. Venderán millones de discos y camisetas y pasarán a la historia gracias a la demencia de Estado Islámico. No estoy en contra de que usemos la bandera de Francia como foto de perfil y de que convirtamos a Eagles of Death Metal en el grupo de moda, no tiene nada de malo, pero tampoco aporta nada, en cambio tal vez aportaríamos algo si nos alejamos de los fanatismos políticos y entendemos que siempre hay alguien que se beneficia de la guerra y que necesita de nuestra ignorancia para continuar.
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