“Cada mujer es una madre tierra creadora y su vientre es un
mundo de agua en el que germina la vida. Las madres Sinú
daban a luz en las ciénagas, para que sus hijos fueran
protegidos por el don divino de las aguas”**

**Tomado de El Ser Anfibio, libro de Catalina Garcés Marín editado por la Universidad del Valle

Lenys Mora habita en la comunidad de El Almendro, municipio de Planeta Rica. Junto a sus compañeros de la JAC y del Comité de Gestión, han logrado avanzar hacía un camino de empoderamiento y autodeterminación, que ha permitido buscar alternativas para la mitigación de sus necesidades. Recientemente, ella y sus compañeros, como colectivo que trabaja por el mejoramiento de la calidad de vida en su comunidad, lograron gestionar recursos para la reparación de las redes de su viejo acueducto, lo que ha permitido que la comunidad reciba el liquido con mayor frecuencia y calidad.

Hace un año, la comunidad de El Almendro, cansada de que los camiones ganaderos y lecheros que pasan por sus calles, siguieran destruyendo los viejos tubos que llevaban el agua desde el pozo comunitario hasta el corregimiento, decidió interrumpir por unos días el paso de los vehículos, con el objetivo de manifestar su inconformidad por el grave daño que aquellos camiones generaban en el entorno de la gente.

El deterioro de la red del acueducto artesanal, generaba cortes definitivos en un servicio que aún hoy sigue siendo intermitente. Así mismo, los tubos rotos permitían que por allí se filtrasen animales, arena y basuras, lo que hacía que la poca agua que llegaba, estuviera evidentemente contaminada.

Sin embargo, el Comité de Gestión logró unir a la comunidad y la administración municipal alrededor de la dificultad identificada, y generar alternativas de solución. Aplicando los principios PACE, redactaron un proyecto para participar en los Fondos Concursables del Programa ANDA, resultando ganadores de recursos por más de 6 millones de pesos que, sumado a la asesoría técnica que gestionaron con la administración municipal y a la disposición de la comunidad para aportar la mano de obra, logró sacar adelante el proyecto de reemplazo y mantenimiento de redes de acueducto, dado cuenta de la apropiación del ciclo de gestión de proyectos. Este proceso, tuvo detrás una persona clave, quien desde hace unos años ha servido cómo una especie de bisagra en la comunidad, que lograr unir a las personas alrededor de objetivos comunes.

Lenys no sabe a ciencia cierta en que pueblito específico nació. Es más, apenas a los 13 años se enteró por un papel que su nombre era Lenys, y no Jenny, cómo siempre le habían llamado. Hoy le llaman de las dos formas.

También a los 13 años, mientras lavaba su uniforme colegial, una mujer llamó a la puerta y le interrumpió su tarea. Buscaba a su abuela, así que ella la dirigió hasta donde la señora reposaba para después continuar con el lavado. Lenys no imaginó que aquella mujer era su madre, la misma que se había ido a sus 5 años, 4 años y 7 meses después de que lo hiciera su padre.

A pesar del abandono sufrido, Lenys no estuvo sola. Sus abuelos le dieron un hogar e hicieron lo que pudieron para que aquella muchachita se educara. Terminó su bachillerato y se capacitó, lo que la llevo a ser la ganadora de la convocatoria Kioskos Vive Digital para su comunidad. Desde este espacio, y casi por accidente, empezó a apoyar procesos con jóvenes, lo que le llevo a interesarse por el trabajo comunitario y la convirtió en una de las líderes de la apuesta por la transformación en su comunidad.

Tampoco tuvo nunca rencor con sus padres, e incluso hoy los apoya económicamente a pesar de que ellos no lo agradecen de la manera que ella esperaría. Lenys es una mujer feliz, empoderada, orgullosa de sí misma y convencida que hay cosas más allá por lograr tanto en el ámbito personal cómo en el comunitario, donde recoge todos los días junto a otros valiosos líderes, los frutos del trabajo hecho con amor por sus vecinos, sus parientes, sus hijos.

Es una mujer enamorada de su familia, de su esposo y sus hijos naturales y adoptivos. Lenys rebosa amor por la gente, por las cosas, por los vecinos, por el pobre, por el rico, por las plantas, por el agua misma. Es esa fuerza la que le permite servir cómo constructora de puentes entre personas, organizaciones, e instituciones, para avanzar en caminos que conduzcan a mejorar la calidad de vida en el entorno que habita.

Lenys seguirá trabajando con profundo amor por todas las personas que habitan la comunidad de El Almendro, y seguirá apostando por el empoderamiento de las comunidades, teniendo siempre presentes los principios y conocimientos transmitidos por el Programa ANDA a través de Global Communities y sus socios estratégicos, como la Pastoral Social de Montelíbano y la Fundación SAHED, y gracias a la financiación de BHP Billiton Sustanaible Communities (BSC).