RETRATOS: Miles de manos contra la violencia de género
El grupo de acompañantes Psicosociales del corregimiento de El Viajano, en el municipio de Buenavista, Córdoba; consciente del grave problema de maltrato contra la mujer, que históricamente ha sido uno de los principales conflictos de región, decidió rendirle un homenaje al papel de estas en el contexto rural y las dinámicas sociales y comunitarias.
Mediante los recursos obtenidos a través de uno de los Fondos Concursables del programa ANDA; este grupo de jóvenes han intentado llamar la atención y concientizar a los habitantes de su corregimiento sobre la importancia de dar un mayor significado al rol de la mujer rural, realizando actividades que visibilizan su labor y reivindican su importancia en el ordenamiento social.
Ana María tiene 8 años. Es una de las niñas más activas del grupo, tal vez porque su edad es la más adecuada para la interiorización de mensajes que apuntan a prevenir, y no a corregir. A eso le apuesta el Grupo de Acompañantes Psicosociales, a la transformación desde la base, a la formación de las personas que de verdad construirán futuro.
Jazmín ejerce liderazgo dentro del grupo. No es nada indiferente al tema del maltrato a la mujer, pues el asesinato de una joven a manos de su pareja hace un par de años sigue fresco en su memoria y el de toda la comunidad. Demuestra curiosidad por complementar el trabajo que hace su grupo de acompañantes psicosociales con otras instancias comunitarias cómo los Promotores de Equidad de Género, otro grupo de jóvenes y adultos que han sido capacitados en temas de género y diversidad por el Programa ANDA.
Duván, quién para los demás siempre ha sido alguien de pocas palabras, ha aprendido a comunicar mejor sus ideas y a expresarse ante las personas gracias a la experiencia del grupo de Acompañantes Psicosociales. Sus ideas, cómo la de estampar camisetas con los rostros de todas y cada una de las mujeres de la comunidad, sirvieron al grupo para dar forma a la implementación de esta estrategia de prevención de la violencia de género.
Juan Francisco fue uno de los jurados de los “Juegos Olímpicos de la mujer rural”; competencia en la que hombres y mujeres por igual, pasaron por diversas estaciones en las que debían desarrollar actividades que tradicionalmente han estado a cargo de la mujer rural, tales como: Pilar arroz, bañar a los niños, cocinar una gallina, o hacer el tradicional parche. (Método para endurecer el piso de tierra que tienen la mayoría de las viviendas de El Viajano)
Daniela es consciente de que la mejor manera para combatir la desigualdad es la educación y la construcción de un sólido proyecto de vida. Es consciente de que empoderarse de su propio cuerpo, y de su propia vida, es promover los derechos de la mujer, y abrir camino para que otras mujeres sean responsables de su propio destino.
A pesar de su juventud, Oranis, es madre de dos hijos. Aunque ellos son la luz de sus ojos, y valora mucho las cosas hermosas que trae ser madre, también es consciente que su maternidad, con un poco más de experiencia, hubiera sido más sencillo de sobrellevar. Desde el grupo aporta su experiencia a otros jóvenes, y adquiere conocimientos que intenta transmitir a sus pequeños.
Luz Estella es la persona de más edad en el grupo, su entusiasmo y su convicción de la importancia del trabajo en beneficio de los demás, la ha convertido en pilar de su comunidad, pues es líder comunitario y espiritual. Desde la iglesia cristiana, ella apoya los procesos juveniles, al punto de convertir esta vieja casa roja, contigua a la iglesia, en una especie de “Casa de la juventud”.
Desde allí, los jóvenes esperan recibir e implantar valores en los más pequeños, empoderarse de su destino, mejorar sus relaciones interpersonales, y abrir la conciencia a los retos del nuevo mundo. Unir sus manos, asumiendo el reto de su propia transformación.
El Programa ANDA a través de su implementador; Global Communities, sus socios estratégicos: Diócesis de Montelíbano y Fundación SAHED, y la financiación de BHP Billiton Sustanaible Communities (BSC), se enorgullecen en fomentar iniciativas de empoderamiento juvenil en una región que ha dejado de mirar para atrás, y que ahora avanza con paso firme al horizonte. Pequeñas acciones, Grandes cambios.
Comentarios