Con los ojos de muchos puestos sobre la franja de Gaza en Oriente Medio, inicio una serie de entradas llamada Historias de Gaza, que pretende describir vivencias y experiencias de diferente índole que la gente tiene en esta parte del mundo y que necesariamente existen  paralelas al conflicto.

Mi segunda entrada hace una visita a los zoológicos de Gaza y de otros territorios palestinos.

Ataque animal

En el año 2008, un devastador bombardeo terminó matando a un buen número de los animales que habitaban el zoológico de Khan Younis en la franja de Gaza. Muchas de las especies murieron a consecuencia de los impactos, y otras de física hambre. Los impotentes cuidadores no pudieron socorrer a los animales, ya que las vías de acceso a cualquier instalación estuvieron bloqueadas por tres semanas.

Para suplir la ausencia de fauna y al carecer  del dinero para adquirir nuevos ejemplares, los administradores del zoológico procedieron entonces a disecar los animales que habían muerto, para ser mostrados en sus  jaulas como de costumbre.

La escena no podría ser más sombría con animales que mostraban  un pobre trabajo de taxidermia -por no contar el zoológico con verdaderos técnicos en la materia- rodeados de latas de gaseosas vacías y de todo tipo de basura. Una dantesca escena presenta a un demacrado león junto a otros ejemplares, que todavía  reflejan en sus cuerpos el horror y los devastadores efectos de las bombas.

Los que sobreviven

Por fortuna, no todas las especies sucumbieron y al zoológico de Khan Younis le sobreviven, en improvisado hábitat, 65 animales entre los cuales se encuentran avestruces, monos, tortugas, venados, una llama, un león, y un tigre. Su futuro, sin embargo, no es nada halagüeño al carecer el zoológico de los medios y recursos para mantenerlos.

No existe un director en propiedad y la ciudad de Gaza no cuenta con un ente que supervise y atienda adecuadamente este tipo de instalaciones. Lo anterior se refleja, por ejemplo, a la hora de los animales requerir alguna consulta o tratamiento médico, el que se hace por teléfono consultando veterinarios del vecino Egipto. Los animales del zoológico de Khan Younis se encuentra a la buena de Dios.

Vida versus muerte

En los zoológicos de los territorios palestinos la muerte le está ganando sobradamente la partida a la vida, al ver cómo se incrementa la necesidad de taxidermistas, como en el caso del veterinario Sami Khader del zoológico de la ciudad de Qalqilya (Cisjordania), quien decidió  especializarse en el arte de la disecación hace nueve años.

Su jirafa Brownie, muerta en un bombardeo como todas las demás especies, fue el primer animal al cual, tristemente, le tocó disecar y poner en el museo del zoológico.

A Brownie le siguieron pájaros, mapaches, una hiena, un lobo, un camello, y un tigre. Las palabras de Amjad Al Haj, director financiero del parque, lo resume todo cuando manifiesta que “tenemos más animales muertos que vivos ” (gulfnews.comnews/region/).

Favor alimentar a los animales

Una escena propia de cualquier zoológico del planeta es igual en el zoológico de Khan Younis, en donde es normal ver a los niños palestinos alimentar a los animales con barras de chocolate, papitas fritas, y todo tipo de chucherías que tanto herbívoros como carnívoros devoran por igual y a placer. Ante la precariedad, el universal aviso en los zoológicos de no alimentar a los animales, sería en el  contexto de Gaza, algo cruel y surrealista.

Recursividad e imaginación

Muy a pesar de todo, el zoológico es uno de los pocos sitios de atracción y entretenimiento  en la franja de Gaza, a tal punto que, en cierta ocasión, ante la pérdida de dos de sus cebras y el alto costo de reemplazarlas, un zoológico en el año 2009 exhibió a burros pintados de blanco con sus respectivas rayas negras:  ingeniosos cebrasnos a las carreras. Era prioridad mantener viva  la naturaleza y razón de ser del recinto animal y corresponderle al público, así fuese con una aproximación a los desaparecidos y extrañados équidos rayados de antes.

Felicidad y tristeza de la mano

Debe ser muy triste visitar un zoológico como el de la ciudad de Qalqilya, en donde la mayoría de los animales permanecen inanimados. Por otro lado, alguna sonrisa debe arrancarle a los niños palestinos del zoológico de Khan Younis, el único mono que aún sobrevive, y algunas caras de asombro deben verse en los niños que por primera vez ven y oyen rugir a un león o a un tigre, o correr a una llama peruana (de tan lejos), o enterrar la cabeza a un avestruz africano. Lo que es cotidiano, para muchos y en muchos lugares del mundo, es una fascinación para un buen número de  los niños en la franja de Gaza.

Epílogo

La situación de los zoológicos en esta esquina del mundo, es un vivo retrato de la diaria rutina del sufrido pueblo palestino, que, junto a su fauna, sobrevive entre la vida y la muerte.

Todo este escenario, paradójicamente, se encuentra plasmado en el marco de un radiante sol y un permanente cielo azul que, generalmente, acompañan  a las hermosas tierras del Medio Oriente y que invitan  siempre a la esperanza. No todo está perdido.

Marcelino Torrecilla N

Abu Dhabi, Julio de 2014

Referencias

 «Stuffed animals join live ones in Gaza zoo.» Newsletter. N.p., n.d. Web. 15 July 2014. <http://gulfnews.com/news/region/palestinian-territories/stuffed-animals-join-live-ones-in-gaza-zoo-1.1011591>.

Fotos

León disecado: gulfnews.com

Qalqilya zoo: justhannahs.wordpress.com

Cebrasnos: www.ndtv.com

Cielo azul: www.deviantart.com