La salsa es universal, le oí una vez decir a alguien en Barranquilla y la afirmación la he podido confirmar en el Medio Oriente por el gran número de seguidores que tiene el ritmo caribeño en los Emiratos Árabes Unidos.

Los salseros en esta esquina del mundo se reúnen religiosamente todos los lunes y sábados en un salón del hotel Hilton de Abu Dhabi (ciudad capital); una vez aquí, dan rienda suelta a la pasión por un baile para ellos exótico y diferente.

El escenario es bastante peculiar con un instructor indio, Mr Achyut, quien proviene de Mumbai, y estudiantes jordanos, sirios y libaneses; acompañados de indios, paquistaníes, británicos y alemanes, entre otros.

La noche de agite en el Hotel Hilton a eso de las 7 pm la inician 25 bailadores avanzados, con una especie de clase de calentamiento, que dura aproximadamente 30 minutos.

El aprendizaje se basa en siete rutinas, modeladas inicialmente por el instructor y su pareja, las cuales son luego ejecutadas por los estudiantes.

Después del calentamiento, las válvulas del desfogue salsero se abren y los majitos y no majitos se lanzan al ruedo para entregarse con inusitado entusiasmo, al ritmo de  claves y timbales. Da mucho orgullo ver como todos salen disparados a la pista cuando oyen la música del Joe Arroyo, de quien oímos y bailamos algunas de sus más insignes canciones.

La salsa se esparce también a muchos otros lugares en Abu Dhabi como el Club Zenit del Hotel Sheraton, donde los amantes de los boogaloos y las descargas se reúnen todos los miércoles desde las 7:30 pm, hasta que el cuerpo aguante.

El encuentro aquí es dirigido por Brando, un organizador de eventos e instructor filipino, quien en el día se desempeña como oficinista en una compañía constructora local.

Un buen indicador de la popularidad y aceptación del contagioso ritmo es el hecho de que el día siguiente a las noches de jaleo  –tanto en el Hilton como en el Sheraton– es de trabajo. Aun así, el salón del son se encuentra siempre lleno de fieles entusiastas azotando baldosa al ritmo de montunos y charangas.

Y si el son vino definitivamente para quedarse en el Hilton y el Sheraton –por una larga estadía– los salseros locales podrían perfectamente rebautizar a los famosos hoteles como el Sherason y el Hilson de Abu Dhabi.

Al son sirio 
En Dubái los salseros se reúnen en el club Ritmo de Havana, catalogado como el número uno en los Emiratos Árabes Unidos, localizado en el Hotel Sofitel –o más bien, en el Sonfitel– en una exclusiva área llamada Jumeirah Beach.

El acuyuye aquí es conducido por Del Piero Olokun, un instructor con altas charreteras a nivel local en lo que tiene que ver con bailes caribeños. Nació en Siria donde vivió solo los primeros meses de su vida, y su pasión por el baile le brotó desde su infancia.

En su proceso de maduración experimentando diferentes ritmos, sentía siempre que algo hacia falta en su vida como bailador. Un día cualquiera se dio su encuentro con una nueva forma de danzar llamada salsa, de la cual quedó prendado.

Se fue a Cuba donde se formó y especializó, hasta lograr las más altas de las calificaciones como profesor de ritmos del caribe. En la isla, cumplió el sueño de obtener “el tiquete de entrada al cielo” como el mismo describe semejante logro. No pierde contacto con la isla, la que visita una vez al año. Algunas veces lleva al paseo a entusiastas del mundo árabe y de otros países cercanos.

Las muestras del indiscutido interés en el Medio Oriente por los aires del caribe son claras señales de que la salsa llegó y se ancló en los Emiratos Árabes Unidos para echar raíces y formar una nueva esquina del movimiento.

 

Marcelino Torrecilla N
Abu Dhabi, Mayo de 2013

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Fotos
Calentando la salsa y Despeluque : colección personal
Salsa house Cuba: Captura de imagen de You Tube