Muchos avisos comerciales con nombres de negocios, en Abu Dhabi, están en nuestro idioma. Se encuentran desde panaderías y joyerías pasando por hoteles, hasta llegar a almacenes de ropa para niños y adultos, sin sumar los que aún no he descubierto.
En algunos casos los negocios pertenecen a filipinos quienes manejan algo de español, idioma que tuvo significativa influencia en el gran país asiático, especialmente en el siglo 16.
Encontramos también -para nuestra sorpresa- unos muy frecuentados cafés llamados: «Colombiano», los cuales –curiosamente– de colombiano sólo tienen el nombre: aquí el café es libanés, las camareras son filipinas y la música árabe.
¡Pilas Juan Valdez te estás dejando quitar el negocio!
Si algún colombiano quisiera abrir una sucursal de su negocio en los Emiratos Árabes Unidos, el nombre en español tendría su encanto y aceptación.
Eso sí, ojo cómo se llame el establecimiento. Por ejemplo, no recomendaría que abriera un narcobollo, ya que alusiones a esas sustancias por acá son muy mal vistas.
Tampoco recomendaría la apertura de un feria del brasier y solo kukos, por que dicho producto, por estos lares, no se comercializa tan abiertamente para darle dicho nombre a un almacén.
Tampoco se les permitiría a los colombianos colocar -en pleno andén- el maniquí con el protuberante trasero, luciendo la prenda. Les va mejor sin colombianadas. Tacto ante todo.
Marcelino Torrecilla N (matorrecc@gmail.com)
Abu Dhabi, abril 2016
En este enlace: Historias del mágico Medio Oriente.
EN ESTE ENLACE: OTRAS HISTORIAS DEL MÁGICO MEDIO ORIENTE
Fotos
Narcobollo: EL Heraldo de Barranquilla
Feria del brasier y solo kukos: youtube.com
Resto de fotos: archivo personal