¿Te has preguntado todo lo que puedes ganar al hacer lo que realmente deseas? O, por el contrario, ¿cuál sería el costo de no hacerlo? Y no me refiero al costo financiero. Estoy hablando de lo que te puede costar emocionalmente posponer lo que realmente importa y aprender a estar cómodo con no intentarlo y rendirte antes de empezar. ⠀
Sí, estoy hablando de ese trabajo soñado del que tanto hablas, de ese negocio que te encantaría empezar, de esa relación que parece imposible, de ese viaje que quieres emprender, de hacer ese estudio en el área que te apasiona ¡Tú sabes más que yo!
La mayoría de las veces las excusas justifican la falta de acción y aprendes a vivir anestesiado. Sin el sentimiento de urgencia que se despierta cuando hay plena consciencia de que tu paso por el mundo tiene fecha de caducidad y que, muchas veces, puede ser más corto de lo esperado. Por eso permítete ser creativo, experimentar, equivocarte, y hacer lo que te gusta. No, no estás tan viejo como crees, tampoco es tan difícil como parece si lo miras con un poco más de detalle, y no, mañana ya será muy tarde, así que empieza hoy pues solo de ti depende que las cosas ocurran.
¡Deja de ser un observador de tu vida y vívela! Tírate al ruedo, al rin, al agua, al vacío, a donde quieras, ¡pero hazlo!
Seguramente te estarás preguntando, ¿cómo paso a la acción? Bueno, empieza por introducir pequeños cambios en el día a día. En mi canal de YouTube tengo un video titulado, ¿Cómo hacer que las cosas sucedan? En él explico la estrategia del 1 % para lograr alcanzar esos objetivos que parecieran tediosos a primera vista. Básicamente se trata de desglosar las metas en partes más pequeñas, y así, evidenciar si los recursos disponibles que tienes en el momento son suficientes o, por el contrario, si es necesario hacer cosas adicionales como por ejemplo, pedir algo de ayuda para lograr ese fin.
Algo indispensable es pasar del mundo de lo imaginario y de los mantras positivistas a la acción, al movimiento, al esfuerzo. Esto es lo único que te va a permitir llegar a donde quieres. Recuerda siempre que el futuro empieza hoy, así que no te vayas a dormir sin haber hecho tú 1 %.
Si aún consideras que definitivamente no es el momento para pasar a la acción, y lo más conveniente es posponer eso que tanto has imaginado, te quiero proponer lo siguiente:
¡Acepta la vida que tienes! Lo que experimentas hoy es lo que tú has construido, así que aprende a agradecer por tu realidad y por todo lo que está incluido en ella, así sea diferente a lo que esperabas. También aprende a manejar tus expectativas sobre lo que acontece, y sobre los comportamientos de la gente que te rodea, pues de no hacerlo corres el riesgo de estar siempre a la espera de resultados que están fuera de tu control, y esto sí que puede traer insatisfacción en tu vida.