Seguramente esperaste con mucha emoción la llegada del Año Nuevo, ese momento mágico que simboliza un renacer, volver a comenzar. Es claro para ti que esa transición te permite hacer “borrón y cuenta nueva”, planear lo que serán los siguientes doce meses de tu vida y, sobre todo, hacer un listado de objetivos por alcanzar, ¿verdad?
Me gustaría invitarte a que hagas memoria y recuerdes algunas de las cosas que pusiste en las listas de años anteriores.
Es probable que, después de unos meses de haber establecido estos objetivos, te diste cuenta de que no lograste lo que te propusiste. ¿Es así? ¡No estás solo! Estoy segura de que todos hemos estado en esa situación. Seguramente la conversación contigo mismo fue algo así: “Bueno, mis circunstancias han cambiado y, aunque aún quisiera lograr eso, tengo otras prioridades… ¡Ah!, ya está, lo dejo para después, el otro año será” y finalmente no haces nada. No lees un libro por mes, no haces el cambio de trabajo que te habías propuesto, no haces ejercicio con regularidad, no te vas del país, no empiezas ese emprendimiento que tanto habías soñado, no aprendes otro idioma y la lista puede continuar.
Pareciera que lo que pasó es que te dejaste deslumbrar por la sola idea de alcanzar ese objetivo, pero en el fondo, tal vez no estabas listo, o tuviste miedo ante los futuros cambios que esa situación generaría. Suena incomodo, pero es probable que no quisieras asumir el esfuerzo que eso requería para hacerse realidad, y sin darte cuenta te convertiste en tu propio obstáculo para conseguir tus metas. Esta, mi querido lector, es la causa principal por la cual no alcanzas tus objetivos, te presento a El autosabotaje.
¡No es suficiente desear que algo ocurra, debemos estar dispuestos a dar la lucha para conseguir eso que nos proponemos!
Te lo explico en este ejemplo: Si tu objetivo es conseguir un nuevo empleo, debes tener en cuenta que es necesario empezar a construir una buena hoja de vida y una marca profesional que te permita ser más competitivo, y te posicione de forma favorable con respecto a otros candidatos en el mercado. Puedes buscar un coach que te ayude a prepararte para entrevistas de trabajo y te comparta herramientas y conocimientos que te permitan ser más eficiente en esa búsqueda*. Adicional, debes invertir tiempo en la generación de nuevos contactos relevantes dentro de tu industria, tener conversaciones proactivas y por supuesto aplicar a vacantes de forma recurrente.
Si no estás dispuesto a hacer varias de las acciones sugeridas anteriormente, es muy probable que tu cambio de trabajo no se haga realidad, pues son las pequeñas acciones enfocadas en la consecución de tu objetivo lo que te va a permitir cerrar la brecha entre desear algo y llevarlo a cabo.
Al final, el foco debe estar en el proceso y no necesariamente en el resultado.
¿Y tú, ya tienes la lista de objetivos para este año? ¿Estás dispuesto a hacer los esfuerzos que involucra la consecución de esas metas?
Ten presente que el desafío más grande no es necesariamente identificar los objetivos que te van a servir como lineamiento para los siguientes meses, el desafío real es tener la certeza de que estas dispuesto a hacer lo que se requiere para alcanzarlos.
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