Ahora que están abiertas las fronteras en Australia, después de casi dos años de haber estado cerradas por COVID, he notado un incremento importante de artículos en periódicos y redes sociales que invitan a profesionales extranjeros a aplicar a ofertas de trabajo disponibles en este país. Da la sensación de que una vez te bajas del avión, casi que pudieras asegurar un trabajo profesional sin mucho esfuerzo, mientras describen el proceso migratorio desde una perspectiva simplista.
Al leer los artículos, pareciera que con tan solo la consecución de una visa, ya tuvieras asegurado tu siguiente trabajo profesional, sin embargo, cerca de diez años viviendo en este país, trabajando en recursos humanos y liderando cientos de procesos de selección, he aprendido que las cosas pueden ser un poco diferentes.
La consecución de la visa puede ser el paso más complejo a la hora de migrar, por eso es ideal asesorarse con un agente migratorio que esté registrado con OMARA (Office of the Migration Agents Registration Authority), que es la entidad regulatoria para estos fines. Fue a través de uno de estos agentes, que logre venir a Australia como residente, y el proceso tomó cerca de tres años debido a cambios en las políticas migratorias, las cuales varían con cada nuevo año fiscal.
Una vez resuelto el tema migratorio, es más fácil pensar en el proyecto profesional. Esto incluye personas con visas de estudiantes, u otras visas, que, aunque con restricciones, permiten trabajar.
Otra opción muy atractiva es buscar una empresa patrocinadora o “sponsor” que esté dispuesta a tramitar la visa de trabajo. Personalmente, y mientras trabajé en recursos humanos, facilite el “sponsorship” de tres empleados, es algo que ocurre con alguna frecuencia, pero hay que tener en cuenta que esta posibilidad depende de las condiciones del mercado, pues cuando ha habido mucho talento local para elegir, no hay razones suficientes para patrocinar a un candidato extranjero. Esta situación es un tanto diferente ahora que la oferta de profesionales con habilidades especificas en el mercado disminuyó debido a que muchas personas regresaron a sus países de origen durante la pandemia.
Y entonces, ¿qué tan fácil es conseguir ese patrocinador fuera de Australia? La experiencia me ha demostrado que no es tan simple como enviar un CV a un reclutador con la esperanza de que le encuentre un trabajo y una visa, generalmente, es más fácil cuando por lo menos hay una fecha de llegada confirmada a Australia y una visa que garantice la entrada al país.
¡El mercado profesional australiano es competitivo, y es necesario estar a la altura del juego para lograr esa transición profesional!
Por eso, como migrante y después de una exitosa carrera profesional en el mundo corporativo australiano, decidí especializarme en ayudar a otros migrantes de diferentes nacionalidades, a ganar visibilidad y sentirse competitivos en el proceso de inmersión en el nuevo mercado profesional. Muchos de mis clientes necesitan una guía que los ayude a crear sus herramientas de Marca Profesional, algunos, están en proceso de hacer cambios de carrera, y otros quieren trabajar en su liderazgo corporativo y desarrollo personal. ¡Ya son decenas de migrantes profesionales que han logrado emplearce en Canadá y Australia y hacer su transición profesional!
Recuerda que estar informados nos permite tomar mejores decisiones, así que ten en cuenta esta información si estás pensando en migrar, pues ¡sí es posible alcanzar esas metas profesionales en otro país anglo! pero sin duda, requiere de una metodología eficiente y buen entendimiento de la naturaleza y demandas del mercado profesional.
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