El cantante Peter Manjarrez reclama la paternidad de la nueva ola. Y pocos se la disputan. Desde su primer disco en compañía del acordeonero Juan Mario de La Espriella, a finales de los 90, indicaba que su trabajo era una respuesta, una "contracorriente" ante la invasión del vallenato romántico. Ahora, que el movimiento juvenil crece, el cantante de canciones como Dime que sí y Vellitos de oro recuerda que su gran modelo fueron los que él llama «Los seis grandes".

"Cuando comencé proponía un estilo para una nueva generación vallenata y así prefiero llamarla -expresó el artista-. Y era mucho más difícil de lo que hoy puede ser para los que se lanzan bajo el boom de la nueva ola, porque en el vallenato se escuchaban solo los grandes de la generación anterior: Jorge Oñate, Poncho Zuleta, Diomedes Díaz, Beto Zabaleta, El Bionomio de Oro e Iván Villazón".

Según Manjarrez, cada día hay más jóvenes artistas vallenatos que se alinean en la nueva ola, pero llegará el día en el que, de la generación que representan, queden cinco o seis: los buenos. Su objetivo es consegir un cupo en ese cuadro de honor de la posteridad.

Por el momento, el comentario de hoy invita al público a votar por el cuadro de honor del presente, a escogar su «rompeolas» favorito, aquel cantante vallenato consagrado, que ya no tiene que preocuparse por la moda.  

Fernando Aquiles Arango, lector y comentarista de este blog, ya hizo la tarea, cuando manifestó lo siguiente: "Mi rompeolas es Jorge Oñate. Su voz fuerte, bien timbrada, recia y con melodía es la que mejor lo ha interpretado. Algo de la magia de Dos rosas, El cantor de Fonseca o La vieja Sara se perdería en otra versión. Oñate es la voz del juglar legendario que incursiona en la música comercial para hacer grande el vallenato y ayudar a que otros conozcamos su sabor mágico cargado de sol, de verde, de sonidos raizales, de graznidos de guacharacas y de alcaravanes, de totumo y de agua de tinaja con gusarapos. Oñate con sus canciones ayudó a propagar una música que tuvo hijos malcriados que la llenaron de instrumentos no para enriquecerla musicalmente si no intentando enriquecerse ellos. Oñate es uno de los buenos hijos que hizo quedar bien la familia y que logró que muchos nos enamoráramos perdidamente de una música capaz de sacarnos a flote el costeño que todos los colombianos llevamos por dentro".

El objetivo no solo es medir favoritismos, sino la imagen que tiene cada uno de los rompeolas, con cuyas palabras espero contar en un futuro para que enriquezcan este blog con su biografía, anécdotas y pensamiento.

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Complacencias

Jaime Stewart correa propone otra encuesta, elegir las 20 mejores canciones vallenatas de todos los tiempos. Vayan pensando en la suya. Mientras tanto, buscaré las historias de las canciones que los lectores propongan.

Uno de los primeros comentarios a este blog, de Fabio Medina, criticaba que había dejado por fuera a una leyenda del vallenato como Leandro Díaz. No sería posible olvidar a un compositor tan importante. Asi como hay espacio para los semilleros y la actualidad vallenata, pronto vendrá el tiempo de juglares, con el autor de Matilde Lina y La diosa coronada, a la cabeza.

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Semana vallenata

 

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