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Pronto la pregunta se transformó en: ¿Por qué estos ilustres acordeoneros no se presentan? Y otra vez la respuesta de la gente fue un consenso: porque les da miedo que les gane un acordeonero tradicional de menos fama.

Otros ampliaron la explicación: "Temen que les pase lo que le ocurrió al fallecido Juancho Rois". Porque nadie en Valledupar olvida que el ídolo del acordeón, uno de los favoritos, llegó a la final y en la emoción de la noche, un pase de acordeón se le salió de lo tradicional, le sonó comercial, y adiós corona.

A lo largo de los últimos tres años, la intención de presentarse en el Festival Vallenato fue una pregunta constante a los acordeoneros que se cruzaban en el camino. Uno de los primeros interrogados fue José Fernando "El Morre" Romero, que también fue de la opinión de que cuando se consigue cierto éxito comercial hay un celo por proteger la imagen. Aclaró, eso sí, que no tenía miedo, sino que debía ensayar demasiado para acomodarse al toque tradicional y sus compromisos con el Binomio de Oro de América se lo impedían. Al año siguiente, 2004, se lanzo al ruedo.

No ganó y, honestamente, no perdió nada más porque sigue haciendo su carrera tan tranquilo. Lo que sí quedó fue el recuerdo de una barra gigante que le dio un poco más de euforia a las eliminatorias. De hecho, "El Morre" se lo tomó como era: con alegría.

Franco Argüelles, en cambio, pareció sorprenderse ante la posibilidad de ponerse a concursar a estas alturas (la entrevista se dio durante su fugaz etapa al lado de Diomedes). Y después de enumerar con satisfacción una época anterior en la que forjó su estilo participando en cuanta competencia se cruzaba en su camino:

"El afán de ser reconocido, alguna vez me llevó a competir en todos los festivales -dijo-. Ahora ya no me queda tiempo disponible. Cuando empecé a grabar y a hacer tres o cuatro presentaciones semanales, ponerme a ensayar para festivales se volvía una pérdida para la empresa. Ir al festival y dejar la empresa privada se volvía problema para el compañero. Entonces, como que no compensa. Me han invitado, pero uno ya está constituido. Aunque en cualquier momento me presento… podemos hacer una encuesta, buena idea, ¿por qué no? Es la única corona que me falta por ganar. Los otros me los gané todos".

 Algo similar dijo Manuel Julián Martínez, pero con respecto a las coronas del Festival Vallenato: ya fue rey infantil y rey juvenil.

Como pasó a ser profesional tan joven, se saltó la categoría de aficionado en el momento en que grabó su primer disco con Luifer Cuello. El año pasado, cuando presentaba su segundo disco dio a entender que a un acordeonero formado en la Escuela del "Turco" Gil no le daba miedo el reto. "Fui formado en el vallenato clásico y hago vallenato comercial. Conozco los dos estilos eso me da tranquilidad", dijo entonces.

Por su parte, Sergio Luis Rodríguez, acordeonero de Peter Manjarrés, piensa lo mismo. También estuvo bajo la tulela del "Turco" Gil. Ahora que es profesional, se bajó de la tarima del Carnaval de Barranquilla, donde se ganó el Congo de Oro, para ensayar. Aparece en la foto en el momento de su inscripción, un acontecimiento que se convirtió en una  parranda (así hacen muchos). Su presencia, con Peter Manjarrés encabezando la barra (así lo prometió el cantante cuando celebraba el Congo) augura un grado más de alegría en una competencia cargada de emotividad. 

La voz de un experto: Pablo López
"El mejor cajero del mundo", va para el Festival. Adelantó que va a ser jurado en esta ocasión. "Voy a escoger al rey aficionado y al que gane en profesional –agregó-. También para involucrarlo, pa levarlo a las invitaciones, si da la talla. Porque ahora se presentan solo los que están repitiendo, los que no van ganando. Hay que ver si tiene calidad".

Y remató diciendo: "Sabes que el músico se distingue por su calidad, no solo por tocar el acordeón, sino que tenga principios, bases firmes, porque pa’l exterior se necesita gente que reúna muchas cualidades. Hay un poconónn de gente inscrita que se han presentado muchas veces. Hay reyes que han ganado y vuelven y se presentan porque no han sobresalido, se quedan ahí…".

La idea de ganar es remontarse a otros espacios a partir de la corona. Ser rey puede abrir puertas. Otros que son exitosos comercialmente tal vez verán estrecho ese trampolín porque escogieron otro camino. De pronto, habrán pasado a otras esferas. Pero eso no quita que la gente quiera verlos ganar (o perder) en esta contienda que, de premiarlos, les dará el codiciado aval del folclor.

* Versión aumentada de lo que se publicó hoy en El Tiempo impreso.

Fotos:

1. José Fernando "El Morre" Romero, cuando competía por el título de Rey vallenato, en el 2004. Foto: Carlos Capella.

2. Manuel Julián Martínez, acordeonero, uno de los 52 aspirantes al título de rey vallenato 2006. Foto: Archivo particular.

3. Sergio Luis Rodríguez en el momento de su inscripción para la competencia que está por comenzar. Foto: Archivo particular.

 

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