Son igualitos a Israel, el más conocido de los hermanos, líder del Binomio de Oro de América. La suya es una de las tres grandes dinastías de acordeoneros vallenatos.
Cuentan, no solo que su papá, Escolástico Romero, aprendió a arreglar los pitos del acordeón de un relojero ciego, sino que todos los varones de la familia, seis de nueve hijos, nacieron con la fiebre del acordeón.
Y dicen que una de las primeras veces que lo oyeron tocar fue en la misa, acompañando los cantos de la Eucaristía. “Oímos el acordeón –dice Rafael- y después supimos que era Israel”.
“Es que era el acólito de la iglesia”, explica Norberto.
Juntos vamos a visitar a José Fernando ‘El Morre’ Romero, que esta semana viaja a Barranquilla a empezar la grabación con Jean Carlos Centeno. El Morre dice que la grabación le impidió presentarse otra vez al Festival y que el año entrante no lo hará porque será la competencia del ‘Rey de Reyes’. Ni modo.
De paso habla de su hijito de 4 años, José Rafael Romero, que ya ha desbaratado dos acordeones de juguete, indicio inequívoco de que va a continuar la tradición de la familia.