Y la idea fue hacer de la tienda el lugar para conseguir artesanías de la región: Mochilas arhuacas de la Sierra Nevada, poporos, productos en carbón, Sillas hamacas de La Gloria (Cesar), esteras de Chimichagua.
"Lo único que sí se vende, aunque no pertenece a la zona, es el sombrero vueltito, que viene de Tuchín (Córdoba) y que oscila entre los 30 mil y los 220 mil pesos, según la textura y la trenza", explica Zulma.
Se encuentran muchas imágenes de Consuelo Araujonoguera (aunque no tantas como en la época del Festival que siguió a su muerte, cuando vendían hasta muñecas con su cara). "Y si te fijas –dice Zulma levantando una lámina con la figura de ‘La Cacica’-, no es un cuadro más. La falda está hecha con alas de mariposa".
Y otra cosa, para los que el año pasado extrañaron el restaurante que funcionaba en el fondo de la tienda, este reabrió sus puertas hace poco.
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