Los otros dos niños, ‘Pirry’ y Mariusalen, resultaron siendo músicos para acompañar al grandecito. “Porque cada vez que salíamos a tocar había que buscarle un cajero y un guacharaquero –explica Diva-. Ellos cobraban y nosotros no tenemos para pagar cada rato”. Por eso ‘Pirry’ es cajero y la niña vestida de blanco y la cara pintada de rojo es la cantante y aprendiz de guacharaca.
“Pertenecen a la casta Uriana”, repite la madre. Y cuando van a tomarles la fotografía, la niña se peina y Mairon se pone un distintivo en la cabeza. Es el mismo que usan los palabreros cuando van a dirimir algún conflicto entre familias, significa respeto. Y lo lleva porque su talento como acordeonero le ha valido el cargo de embajador cultural de la etnia. Ha tocado dos veces ante el presidente Álvaro Uribe.
Los tres hermanitos forman parte de Los Niños del Vallenato del ‘Turco’. La historia es conmovedora. El año pasado Mairon alcanzó a inscribirse para concursar, la gente que los escuchó, los medios lo dieron como finalista, pero lo sacaron en la primera ronda. Les dio durísimo. “La doctora Cathy Ospino estaba pendiente –cuenta Diva- y dijo que si bien lo habían eliminado, ella iba a buscar que se sintiera premiado”. Entonces lo llevó a donde ‘El Turco’ quien, al ver que la suya es una familia de escasos recursos, lo becó con todo y hermanitos. Cada semana, Diva los trae en un viaje de siete horas.
“Me paso vendiendo bolis y empanaditas toda la semana con tal de conseguir la plata para traerlos”. Precisamente por esa dificultad para llegar, no alcanzaron a inscribirse. Pero con el mismo empeño seguirán preparándose para el año entrante.