Sin embargo, tener un solo mariachi no quiere decir que el pueblo, sinónimo de vallenato, no tenga un corazón ranchero. Y esto salió a la luz durante el fin de semana pasado, cuando se organizó el Primer Festival de Música Ranchera.

La respuesta fue tal, que en torno a la tarima Escolástico Romero, donde es tradicional ver competir acordeoneros, se congregó un público deseoso de oír música mexicana clásica y nueva. Tanto que la misma organización del encuentro se sorprendió de la asistencia.

"Antes de oír vallenato, oíamos rancheras", explicó el músico Jaine Maestre, hermano del rey vallenato Orangel "El Pangue" Maestre, uno de los villanueveros que disfrutó la presencia de mariachis de otras regiones que acudieron al Festival.

Así, la plaza se llenó con notas de canciones interpretadas con mariachi -obviamente el mariachi de planta que incansablemente acompañó a todos los concursantes en las cuatro categorías abiertas-. Fue un fin de semana de cambiar el vallenato por letras como Amor eterno o El rey, pero en voces de cantantes aficionados provenientes de distintos pueblos del norte del país.

Participaron hasta primos y tíos de Jorge Celedón, un ilustre villanuevero. Entre las mujeres hubo numerosas imitadoras de Ana Gabriel y no faltó la anécdota del concursante que inscribió una canción y después quiso cantar otra, porque no estaba preparado y fue descalificado.

En canción inédita, autores vallenatos desempolvaron sus rancheras o compusieron para la ocasión. Fue el caso de Rosendo Romero, que obtuvo el primer puesto en canción inédita con el corrido Chaparral.

En la categoría infantil, la ganadora fue Daniela Castilla Maestre, una de las clasificadas por la zona en las primeras fases de El Factor Xs. En la categoría de adultos ganó Marieth Bugallo y en la de veteranos, Rafael Duarte.

Fueron dos días en los que, además de los competidores, Villanueva recibió grupos de mariachis de otras ciudades que amanecieron dando serenata.

Fotos: Liliana Martínez Polo – EL TIEMPO