Solo el año pasado, en pleno Festival Vallenato, una amiga mía (cachaca primeriza en este tema) subrayó en una charla que lo que más le había divertido de su entrada al mundo vallenato eran los "chistes de Jorge Oñate".
Y empezó con el del cuento de las ancas de rana (que recogí en el artículo publicado en la edición dominical de EL TIEMPO, ayer). Quedé maravillada. Y empecé a preguntar, como algo obligatorio, a muchos vallenatos. El repertorio de chistes cuyo protagonista es Jorge Oñate va y viene con muchas variantes. Quisiera recogerlos todos. Meses después, el propio Oñate visitó la redación de EL TIEMPO para hablar de su disco. Y, aunque se sorprendió de que le tocara el tema, contestó con humor y reiteró que no le molestaba que le inventaran cuentos, tal como alguna vez la gente se los invitaba a cierto ex presidente… o como a los pastusos…
Para él eso era vigencia.
Admiro a Oñate, es de mis favoritos, no solo por su música. Sino porque hay siempre sinceridad en lo que responde. Porque es capaz de llorar sin ser menos artista. Y lo felicito desde aquí por esos 40 años en el folclor.
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Transcribo a continuación el artículo sobre las anécdotas de Jorge Oñate:
Jorge Oñate partió el folclor en dos y se adueñó de los chistes vallenatos.
Jorge Oñate, que celebra 40 años de vida artística en el Festival Vallenato (26 al 30 de abril), cuenta con el respeto unánime ganado "por haber partido el vallenato en dos", al darle visibilidad a los cantantes.
A la par, protagoniza cientos de anécdotas (léase chistes), de verdad o inventadas por seguidores, detractores e, incluso, por él mismo.
No le molestan, dice. Porque sabe que su nombre en boca de la gente quiere decir vigencia. Es más, "Cuando me acuerde de alguna, se la cuento", le dijo a EL TIEMPO »El Ruiseñor del Cesar’.
"Fue el primero que cantó en un Festival Vallenato sin ser acordeonero -resalta el cajero Pablo López-. Inspiró la salida de cantantes como Poncho Zuleta y Diomedes Díaz".
Y de paso, se adueñó de los chistes, porque el vallenato trasciende la música. Se vive completo en las parrandas y ya lo dijo Poncho Zuleta:
"Una parranda se compone de caja, guacharaca, acordeón, whisky, sancocho, hamacas para acostar al que se emborracha, coplas entre amigos y los chistes, indispensables para el tertuliadero que se hace. El condimento de los chistes son los acontecimientos, las novias, los amores…"
Y Jorge Oñate.
"Esas anécdotas son tan vallenatas como una piqueria", agrega Pablo López.
Una de ellas ubica al ‘Ruiseñor del César’ en un restaurante, con una dama que le pide al mesero ancas de rana. A lo que Oñate dice: "Mi vida, pídete el sapo entero, que yo lo pago igual". Dicen que fue en un restaurante bogotano; otros, que fue en Brasil.
"¡Me sé una de las últimas! -dice alguien-: Le dicen a Oñate: ¿Si sabes que Poncho se ganó el Grammy? y él contesta: ¿Ajá? ¿Y con qué número?".
Hay otra versión de ese chiste, en la que el despistado no es Oñate sino el acordeonero ‘El Debe’ López.
"Los que más tienen chistes son Oñate y Los López -explica el cantante Peter Manjarrés-. Los hermanos López son de La Paz (Cesar) y algo tiene la gente de allá, que habla con ingenuidad y, a la vez, con viveza. Como el músico al que le dicen en la emisora: "Mire, le regalo el micrófono para que hable" y el artista da gracias y se lo lleva".
Oñate comenzó su carrera musical al lado de Los Hermanos López. Después, grabó con muchos, entre otros: Emilianito Zuleta, Colacho Mendoza, ‘El Chiche’ Martínez, ‘El Cocha’ Molina y, ahora, Christian Camilo Peña. Cualquiera de ellos se ríe apenas le preguntan por sus chistes. "Lo que pasa es que a Oñate le pican mucho la lengua con el tema de las rivalidades", explica ‘El Chiche’.
¿Un ejemplo? Oñate lanzó su álbum Mi mejor regalo, el número 49, en diciembre pasado, el mismo día que salió El aviador de uno de sus admiradores confesos: Iván Villazón. Y rueda la anécdota de Oñate diciendo algo así: "¿Qué es lo que le pasa a ‘Pecho peluo’ (Villazón), que va a sacar su CD junto con el mío? ¿Es que quiere confrontar conmigo? Si el tiene plata, yo tengo plata; si él tiene gente, yo tengo gente, si él es el aviador yo soy el piloto, entonces, ¿Cuál es la vaina?".
Ivo Díaz (cantante) piensa que se debe a la "forma aguerrida con la que Oñate ha trabajado el folclor, porque se ha mantenido en todas las épocas. Ha sido querido y polémico, porque siempre está confrontándose con un contendor. Para él, los músicos son amigos fuera del escenario, pero en el escenario, todos son competidores".
Son 49 álbumes y 40 años de anécdotas. "Y a pesar de todas ellas -dice Peter Manjarrés-, Oñate es noble. La gente se confunde porque lo ve así, agreste. Pero es el artista más solidario del vallenato. Está pendiente de quién está enfermo, cuando se muere alguién, esta ahí para acompañar".
Y para cerrar, otra de las clásicas: Oñate llega a Estados Unidos, ve la bandera del país y le dice al de al lado: ‘Aquí el Junior sí que va ganando, mira el montón de estrellas que tiene".
Y las anécdotas de Poncho…
Ni Oñate ni Los López monopolizan los chistes. "Poncho me ha inventado varios -dice Pablo López-. Y yo por eso, le invento a él".
Recuerda la anécdota de Estocolmo, acompañando a Gabo por el Nobel: "Poncho quería una foto con el rey de Suecia -relata López- y vimos un tipo todo decorado. Poncho dijo: ‘Ese es el hombre’ y yo le dije: ‘Compadre, dudo que sea el rey’, pero insistió y se la tomé". Al saber que el tipo era el botones de un hotel, Poncho advirtió: ‘Cuidadito muestra esa foto’. "Pero Emiliano dijo: ‘A mí deme 60 de esas’.
Hay anécdotas del Grammy. Algunos pintan al manager, Joaco Guillén, diciendo en N.Y. que Poncho no "tomará la limosina porque esa pastilla no le gusta". Y, una que parece cierta: Después del Grammy, Poncho elogió el show del "músico italiano ese, el que canta ópera".
– Andrea Bocelli.
-No, el hombre, el italiano.
-Es que en Italia Andrea es nombre de hombre…
-Ah, ¿entonces en Italia yo me llamo Poncha?