Poco antes de tomar el avión de regreso a Bogotá, después del Festival Vallenato, me encontré con el señor que siempre vende discos de los artistas vallenatos. El hombre es conocido en toda la región porque vende álbumes legales, sobre todo a los viajeros. Y me dijo que él solito había vendido más de 2.000 discos de Peter Manjarrés durante la semana del Festival de la Leyenda Vallenata. Y agregó, que solo Kaleth en los tiempos de Vivo en el limbo había despertado tanta fiebre en años recientes.
Es un indicador del fenómeno que ha sido el disco de Peter Manjarrés, Solo Clásicos, un álbum doble, grabado con Emiliano como acordeonero y Sergio Luis Rodríguez en el piano.  El mismo Peter estaba sorprendido del éxito de ese álbum que grabó más para satisfacción propia este año. Porque un día antes de que el Festival comenzara no había en Valledupar un solo disco.
"Tocó mandar a hacer más", dijo Peter. Y se demoraba porque el álbum traía letras doradas que se demoraban en imprimirse. Pero llegaron a tiempo para la rueda de prensa que hizo para lanzarlo dentro del Festival. Y su último parte de alegría, fue un comunicado que envió a los medios el martes 6 de mayo, en el que anunció la venta de 21.000 copias en dos semanas. Algo que lo debe tener gratamente… boquiabierto.
Es que el disco es muy bueno y confirma mi idea de que en materia de visión, Peter es de los mejores estrategas, entre los artistas vallenatos.
Precisamente, así titulé el artículo que escribí sobre él en EL TIEMPO, hace un par de semanas, cuando el fenómeno del álbum todavía no comenzaba. A continuación, el texto completo (la versión corta salió en el impreso), publicado el 28 de abril del 2008.

Peter, el estratega del vallenato
Antes de un concierto, Peter Manjarrés no anda posando de estrella. Puede que sean las 2 a.m. y que los fans estén enrumbados. Pero Peter, seguramente, estará en una esquina concentrado en proyectar su carrera.
Traza en su mente, por ejemplo, el camino más seguro de conquistar las ciudades de Colombia que le faltan.
Así es siempre. Puede estar conduciendo su auto y hablando del clima. Pero su mente elabora estrategias.
"¿En qué momento sacar un álbum?. Quizás es hora de grabar canciones clásicas, al estilo tradicional del vallenato, invitar a un acordeonero de trayectoria. Si sale en tiempo de Festival puede impactar. Pero el álbum tiene que ir más allá, debe estar hecho para llegar al Grammy y, ojalá, ganar".
Y materializa sus pensamientos. Manjarrés está lanzando el álbum Solo clásicos, al que invitó a Emiliano Zuleta Díaz, a tocar el acordeón. Obviamente, también está Sergio Luis Rodríguez, su joven acordeonero y mano derecha en materia de producción musical. Peter ya ha calculado las posibilidades reales de llegar al Grammy.
Su mente no descansa.
"Se lo comentaba a mi mamá y a Sergio -dice Manjarrés-. Que quiero comprar una finca o algo que me distraiga, porque me estoy volviendo loco pensando en la música. A veces estoy más cansado mentalmente".
Producto de esa "pensadera" es la elaboración del álbum y el hecho de que Manjarrés muchas veces no espera a que le hagan los videos y las producciones. Los hace él mismo. Cada canción escogida está ahí por una razón adicional al sentimiento. Obsesión, es la que cantaron Las Estrellas Vallenatas y que pegó más en el interior de Colombia. Tenía que grabarla. Así como La Creciente, que a pesar de ser famosa, no tiene muchas versiones distintas a las del Binomio de Oro. Esa era la idea de Peter: grabar clásicos que no estuvieran muy trillados. Grabó 29 y quedó cansadísimo. "Porque es un álbum doble", explica.
Manjarrés, además, tiene otros objetivos:  "Oxigenarme y aumentar mi repertorio -explica-. Para que no se aburran de todo lo nuevo. No me gusta cantar canciones que canta otro man, porque es como perder la identidad. Pero ahora que las grabé, las puedo cantar. He cantado La creciente en los conciertos y es la locura, ahora sí la puedo cantar con propiedad".
Pensar tanto, evita que Peter se deje llevar por la fiesta de su cuarto de hora. "El que se duerme, se lo lleva la corriente -agrega-. Puede que en adelante se calmen las cosas. Pero si dejo la promoción, se olvidan de mí. Y hay mucha gente que depende de mi: mi familia, los músicos…"
El cantante del Amor de mi sabana cuenta que se fue volviendo así desde que se separó de Franco Argüelles y se quedó solo. "Sergio Luis era un ‘bebé’ y no sabía en qué se iba a meter -recuerda-. Y me tocó toda la responsabilidad. Ahora, tengo dos managers, pero todo pasa por mí. Porque tengo fama de responsable y disciplinado. Si me dicen a las 11, yo llego a las 10:30, porque no se puede dar papaya. La idea de la finca es para pensar en otra cosa. Poncho Zuleta tiene una y dicen que el campo desestresa. Es que, fíjate, cargo tres celulares".
¿Además del camino al Grammy, qué más ha calculado?
Yo voy a ser calvo. Calculo todo. Calculo mi vejez. A los 50 años me retiro del vallenato. Quiero retirarme por lo alto. Que no estén diciendo que Peter ya está viejo.
¿Y la ambición de conquistar otros países?
Me critican que no me gusta salír de Colombia. Sí salgo. Pero prefiero cinco contratos en Colombia que cinco en Estados Unidos. Yo sé que los cantantes quieren salir. Pero aquí nos falta mucho todavía.
¿No comparte el intento de internacionalización?
Jorge Celedón tiene una visión grande para México, porque es mejor plaza que E.U. Pero te hablo del presente. Prefiero estar en Colombia. Como tu dices: calculo todo. Y hay artistas que por estar tocando afuera, descuidan Colombia. Y cuando vuelven, ya no los recuerdan. Me da miedo eso. Celedon ha hecho más cosas que yo en Colombia. Él en Cali es un rey. A mí me faltan Cali y el Eje Cafetero. Cuando esté bien posicionado allá, pensaré en el exterior.