Otros, a sus años de carrera, quedan atrapados en sus éxitos de ayer. Se quejan de que el público no los deja cantar nada nuevo.
A costa de soportar la crítica con sentido del humor (aunque confiesa que algunas cosas lo tocan), Otto Serge ha sabido reinventarse: de su disco anterior pegó la canción Así de fácil, que sonaba -a mucho honor- a «cumbia mexicana» y ahora presenta ‘Versatil’, un nuevo trabajo en el que se metió a grabar son (ritmo vallenato que pocos grababan antes de Jorge Celedón) y un tropipop de su autoría.
Serge dice que la idea es hacer varios ritmos. Por eso va del vallenato más tradicional hasta una versión de una canción con saxofón, inspirado en un disco de vallenato sinfónico que salió en el 2007.
Viene de un éxito surgido de la unión de su voz vallenata y un acordeón ranchero, la canción ‘Así de fácil’… ¿lo criticaron mucho los vallenatos?
Es que en ningún momento dijimos que Así de fácil era un vallenato. Era una cumbia mexicana que pusimos ahí.
¿Le huye a encasillarse en un solo género?
Pues, a raíz del éxito del CD anterior, decidimos variar. Yo canté rancheras todo el tiempo, desde niño. La ranchera y el vallenato tienen bastante cercanía. Son muy afines. A casi todos los compositores del folclor les gusta la ranchera y muchas letras de vallenato pueden interpretarse en ese ritmo. Al mismo Diomedes Díaz le gusta el sonido de mariachis.
Pero, ¿y la crítica?
Durante toda mi carrera siempre han dicho de todo. Cuando comenzamos, con ‘Mi sentimiento’, hacíamos música con acordeón piano, que da un sonido más estilizado. Y en Valledupar decían que en un baile con nosotros era Otto cantando y Rafael ‘roncando’ (su acordeonero era Rafael Ricardo). Ese era el cuento de los vallenatos. También supe que en esa época, Jorge Oñate, cuando llegábamos, decía: «Aquí llegaron los de los villancicos». Pero, de todas maneras, hay que echar pa’lante en esto.
Durante toda mi carrera siempre han dicho de todo. Cuando comenzamos, con ‘Mi sentimiento’, hacíamos música con acordeón piano, que da un sonido más estilizado. Y en Valledupar decían que en un baile con nosotros era Otto cantando y Rafael ‘roncando’ (su acordeonero era Rafael Ricardo). Ese era el cuento de los vallenatos. También supe que en esa época, Jorge Oñate, cuando llegábamos, decía: «Aquí llegaron los de los villancicos». Pero, de todas maneras, hay que echar pa’lante en esto.
Cantor y médico
Otto Serge, nacido en El Guamo (Bolívar), se hizo famoso en toda colombia con la voz inconfundible que grabó Señora. También es clásica su interpretación de ‘El Mochuelo’, canción de Adolfo Pacheco Anillo.
A la par, es médico en ejercicio. Cualquier día lo pueden encontrar en un consultorio de SaludCoop o de Comeva en Barranquilla, como médico general.
Otto Serge, nacido en El Guamo (Bolívar), se hizo famoso en toda colombia con la voz inconfundible que grabó Señora. También es clásica su interpretación de ‘El Mochuelo’, canción de Adolfo Pacheco Anillo.
A la par, es médico en ejercicio. Cualquier día lo pueden encontrar en un consultorio de SaludCoop o de Comeva en Barranquilla, como médico general.
«La música es un arte -dice Serge-. Es como si tú pintaras y al tiempo tuvieras otra profesión. Aquí donde me ves estoy pendiente de que tengo turno el sábado en la noche».
Y claro, los seguidores también van al médico y para él es mágico ver como, por momentos, al ver al cantante se olvidan por instantes de sus dolencias para pedirle un autógrafo, una foto o una estrofa a capela que pueden resultar curativas.
«Tengo que jugar a esa doble vida -dice-, hacer el rol de médico, pero no me puedo abstraer de la música. Parece mentira, pero la música prima, dejan el dolor a un lado».
«Tengo que jugar a esa doble vida -dice-, hacer el rol de médico, pero no me puedo abstraer de la música. Parece mentira, pero la música prima, dejan el dolor a un lado».
También ha compuesto canciones en las consultas, porque lleva consigo donde grabar melodías que le llegan a la cabeza. Las graba cuando llegan a su mente. Y luego las pule hasta que le salen canciones. Así nació la canción ‘Me va a salvar’, un ritmo de tropipop, que va en su nuevo disco. Primero la melodía y luego la letra, de a pedacitos.
Pero no siempre compuso. ‘El Mochuelo’ ya era un clásico de Adolfo Pacheco cuando decidió grabarlo. Sonaba mucho en El Guamo y Serge siendo adolescente se la aprendió y la tocaba con guitarra. Años después, cuando ya estaba grabando un disco con Rafael Ricardo, en Medellín, lo invitaron a una finca y en son de departir, la cantó. Al oírla, el acordeonero le sugirió grabarla.
Su encuentro con ‘Señora’, también fue casual. Ricardo le dijo que el compositor Rafael Manjarrés tenía por ahí una canción que mostrarle. Serge fue a visitarlo para oír la canción y no se convencía de la pieza que el autor le mostraba. «¿No tienes otra? Cántame otra». Manjarrés sí tenía otra, la estaba guardando para Beto Zabaleta. Tenía la primera estrofa de Señora, la cantó y Serge le dijo. «Termínala, que me la llevo».
‘Así de fácil’ también llegó a ser éxito de manera inesperada. Serge tenía apenas un par de frases de la canción y se la tarareó a uno de los hijos de Lisandro Meza, que inmediatamente le sugirió hacer una canción «como para México». Entró de última al álbum y se convirtió en el hit que las otras 12 canciones vallenatas legítimas no lograron.
‘Así de fácil’ también llegó a ser éxito de manera inesperada. Serge tenía apenas un par de frases de la canción y se la tarareó a uno de los hijos de Lisandro Meza, que inmediatamente le sugirió hacer una canción «como para México». Entró de última al álbum y se convirtió en el hit que las otras 12 canciones vallenatas legítimas no lograron.
«Mira, cuando llego a Bogotá todo es gloria -confiesa Serge-. Pero allá en la costa, a la gente le gusta la música, pero ellos defienden el vallenato bien arraigado. Y yo soy de buen humor y toda la cosa, pero las críticas llegan. Si Jorge Oñate dijo un día que yo cantaba villancicos, me reí, pero me quedó en la memoria. Sin embargo, puedo innovar con respeto».