Esa voz nasal de Pipe Peláez también habría dado para un buen baladista. De hecho, a veces se descubre en su canto un toque a ese ritmo. Pero a Peláez nadie puede acusarlo de desconocer el vallenato tradicional, puro, recio. Simplemente, explica, se presta más para el estilo romántico.
Curtido primero en la trasescena de la producción de álbumes del género, en la interpretación de la guitarra en grabaciones de muchos intérpretes tradicionales, como compositor se siente vallenato tradicional como el que más. Por lo mismo, a pesar de haberse forjado una imagen de cantautor, acude a composiciones de autores que tienden más a lo romántico.
Peláez vive un largo cuarto de hora, el año pasado su interpretación de El amor más grande del planeta se encaramó en los listados de canciones más sonadas. Este año, hace lo mismo con Te amo y te amo. Pronto sacará al mercado un álbum de colección de vallenato con cuerdas. Así fue la charla que tuve con Peláez acerca de esta producción especial y su forma de ver el vallenato.
-Por este álbum dejó por fuera el acordeón…
Aclaro que Luis Guillermo Zabaleta, el acordeonero, está feliz con el álbum. No es que vaya a dejar de hacer lo que venía haciendo, de hecho nuestro disco con acordeón y la gozadera está casi listo. Solo que quise hacer un álbum «de concepto», como lo llaman los disqueros.
-¿Cuál es este concepto?
Reunimos a una especia de «Fania» del vallenato en cuerdas: los mejores bajistas y guitarristas del género, como un José Vásquez, Carlos Huertas, Oscar Cantillo y muchos más. Participan en 20 canciones. El uno graba la guitarra en alguna canción, mientras que el otro toca el bajo y así. Tardamos tres meses grabando. Metimos chelo, violines y contrabajo, piano de cola y una canción con arpa. Todo esto acompaña la caja y la guacharaca vallenatas.
-¿Qué canciones grabaron?
Clásicos vallenatos grabados antes por Diomedes, El Binomio de Oro. Solo hay tres canciones que no son del folclor vallenato a las que vallenatizamos y se oye hermoso: ¿Y qué me pasa?, de Mickey Taveras; ‘Estoy enamorado’, de Donato y Estéfano, y una canción llanera mía para la que invitamos a un grupo llanero de Casanare. Cubrimos todo lo que fueron cuerdas. A última hora, surgió la idea de hacer un dueto en la canción de Taveras, la fecha de salida del álbum depende de la grabación de este dueto.
-Usted es un vallenato que piensa diferente, ¿plantea un camino innovador en producción, promoción y ahora puesta en escena dentro del vallenato.
Soy afortunado, tengo el vallenato tradicional muy cimentado. Hice vallenato, a mí nadie me sale con el cuento de lo que es el vallenato puro. Trabajé años con Los Zuleta, Diomedes Díaz, Juancho Rois, Rafael Orozco. Pero crecí en Maicao, zona fronteriza, y también me llegaba lo que oían al otro lado: la ranchera, la balada de Franco De Vita y Montaner. Eso me permitió curiosear por otras partes y para colmo de males, la voz mía, lo reconozco, es más baladosa, más romántica. Con ella tengo que defenderme.
-¿Y en la puesta en escena?
Ahí hago un recorrido por las fusiones que hacemos. Pero también me gusta darle al show esa cuota de respeto por el folclor, haciendo vallenato tradicional, cantando clásicos como El Cantor de Fonseca o Matilde Lina. Este año, la gente va a percibir un pequeño cambio, hemos hecho una inversión experimental, una puesta en escena propia que llevaremos a todos lados, incluso al pueblo más pequeño al que vayamos. Será una producción sencilla, pero diferente, con nuestras pantallas, mi propio seguidor, manejo de luces, cambios de ropa, cosas sencillas. Se me incrementó el grupo de trabajo en unas 5 ó 6 personas. Pero haremos el intento de mejorar la imagen.
-¿Cree que el vallenato llegó a su tope?
No. En mi concepto faltan cosas. El vallenato está para cosas grandes, tiene una magia que no la tiene ningún otro folclor de cualquier nación. El acordeón tiene un sonido mágico que enloquece, incluso los mismos alemanes que lo hicieron quedan locos al ver lo que hacemos acá. Estamos en un punto en el que debemos fijarnos en lo que estamos haciendo para no echar a perder las cosas. Podemos hacer un cambio gradual, cosas como lo de la puesta en escena.
-¿Si es posible dar un giro drástico?
Pienso que tenemos que asumir riesgos para la internacionalización. Hace 20 años, el rey del merengue era Wilfrido Vargas y había otros (Eddie Herrera, Sergio Vargas, Los Hermanos Rosario). Hasta que un día Juan Luis Guerra dijo: ‘Voy a asumir el riesgo, voy a hacer un merengue diferente, una bachata diferente, sin perder mi raíz y voy a sentir el quemón los primeros años, pero voy a creer en lo que hice». Efectivamente, se demoró unos tres o cuatro años sintiendo el quemón, pero luego empezaron a darse las cosas. Míralo dónde va. Hay montones de grupos de bachata, pero Aventura se salió del pastel y cuánto cobra y cuánto llena, aunque hay tantos grupos que hacen lo mismo. ¿Cuántos salseros hay y por qué Marc Anthony es quien es? No es el que más canta, pero fue el que se atrevió a hacer algo diferente. Si de pronto tomas un riesgo y te va mal, de todos modos tienes el talento y si te la pillas te puedes reivindicar.
Los duros de las cuerdas en el vallenato
El disco, próximo a salir, cuenta con cerca de 15 invitados de primera línea en el manejo de cuerdas dentro del sonido vallenato, a lo largo de su historia discográfica. Entre los invitados, Peláez destaca a:
-José Vásquez. Es el creador de todos los andantes del bajo y la guitarra vallenata. «Es el más revolucionario de todos -dice el cantante-, el que inventó todo». Ha grabado con todos los cantantes vallenatos ahora emblemáticos.
-Oscar Cantillo. Considerado como el guitarrista más veloz que hay en Colombia. «Parece que tocara flamenco -dice Peláez-. Por lo mismo, lo pusimos a tocar rápido en el CD».
-Iván Calderón. Productor y dueño de Los Gigantes. Creó un estilo de bajo y de guitarra vallenata.
-Carlos Valbuena. Pertenece a una dinastía de guitarristas del género.
-‘El Papa’ Pastor, emblemático en las grabaciones que quieren marcar el sonido colombiano, hizo parte del equipo que desarrolló el sonido de Carlos Vives, junto con Carlos Huertas, también invitado a este CD.