Lorenzo Morales Herrera, de 95 años, no pasó un buen diciembre: el 22 entró a la clínica y pasó allí casi una semana. Cuando se recuperaba, antes de enviarlo a casa, el doctor les recomendó a sus hijos darle motivos de alegría. «Dijo que la recuperación dependía de nosotros -recuerda su hija Cecilia-. Nos dijo que le pusiéramos sus videos, que le preguntáramos por su música».
Se trata de un paseo vallenato escrito por Moralito hace más de 40 años, cuando Valledupar tenía las calles empedradas de las que habla en sus estrofas. «Encontramos la letra -cuenta Cecilia-, empezamos a leérsela, porque nadie sabía de la música o la melodía. Pero como mi papá la escribió hace tanto y acababa de salir de la clínica, al comienzo no dio muchas ideas, hasta que mi hermano Franklin, acordeonero, que conoce bastante su música, vino a visitarlo y mi papá le silbó la canción. Así la sacó en el acordeón. Mi papá tiene la mente clara, su vista y su oído también, tanto que ajustó laletra y la melodía».
Por su parte, el acordeonero Franklin Morales dice que entre las obras de su padre había muchas de la legendaria piqueria que ‘Moralito’ sostuvo durante años con Emiliano Zuleta, en respuesta a ‘La gota fría’. «Pero, pensamos que para el festival podríamos sacar a la luz una canción que hablara más de las costumbres de Valledupar, que mi papá retrató», explicó el acordeonero.
En cuanto, la canción estuvo lista, hubo una parranda en la que decidieron presentarla en competencia. «Mi papá hasta lloró de la alegría», agregó su hija. Después, acompañado de hijas, nietasy biznietas, el 23 de marzo, ‘Moralito’, de 95 años, en silla de ruedas, acudió al a sede del Festival de la Leyenda Vallenata. Lo llevaron en ‘El batimóvil’, un carrito amarillo que consiguieron par armar la fiesta en las calles.
«Salimos con un parlante tocando su música desde la casa hasta el Parque de la Leyenda» -recuerda Cecilia. Allí, ‘Moralito’ se inscirbió en el Festival número 43 estampando su huella digital.
Moralito es el juglar de las canciones inéditas. Solo una vez intentó grabar un disco que nunca salió y no grabó más. Su obra, en letras y pases de acordeón está en casetes que registran sus parrandas y algunas letras escritas en su casa. «Vamos a recoger y organizar sus canciones -agregó Cecilia- para quienes quieran grabarle. Ahí va a estar su obra como un libro abierto, a la orden».
La canción no puede sonar antes del Festival. De ‘La nevada y mi jardín’ existen dos CD, uno que le fue entregado a la Fundación el día de la inscripción y el que usa para ensayar el conjunto que subirá a interpretarla en las tarimas de las competencias. La canción será interpretada por Franklin, Alejandro y René Morales, hijos del juglar, en el acordeón, la caja y la guacharaca, respectivamente.
El sueño -dijo Franklin- es que mi papá esté con nosotros en la tarima durante la competencia». Por lo pronto, se alistan para el primer ensayo del conjunto completo, con público, el 10 de abril.
Hace años que Morales fue declarado ‘Rey vitalicio’, pero nunca ha obtenido el título de rey en competencia.
Sin embargo, algunas veces fue jurado, incluso en la elección del primer Rey de reyes. «Voy al Festival porque hay una canción que es nuestra y quiero mostrarla -le dijo Lorenzo Morales a EL TIEMPO-. Para mí esto es de mucho placer porque yo tengo mucho tiempo que ando en el transcurrir de los festivales».
De Lorenzo Morales y Emiliano Zuleta
Alguna vez, intentó grabar un disco, pero la persona que estaba patrocinándolo murió y la grabación se perdió. ‘Moralito’ tiene cerca de 50 canciones, la mayoría inéditas, dejó de tocar el acordeón al morir Zuleta. Tampoco canta: «La voz se me perdió, con la máquina que me pusieron una vez en la clínica no puedo cantar -dijo en el 2008-. De esta tela mía ya no se consiguen los juglares».