El anuncio de los seis artistas que este año recibirán los Premios a la Excelencia Musical, otorgados por la Academia que otorga el Grammy Latino será el martes. Jorge Oñate es uno de ellos.
En la tradición vallenata, Jorge Oñate es la voz que le dio el protagonismo al cantante por encima del acordeonero en los conjuntos. A sus 44 años de carrera, en julio pasado, el cantor de clásicos como ‘Nido de amor’ recibió una llamada confidencial (hasta hoy) para anunciarle que recibiría un premio internacional a su trayectoria.
El mexicano Gabriel Abaroa -Presidente / CEO de la Academia Latina de la Grabación, que otorga el Grammy- le explicó el premio:
-Don Jorge -dijo Abaroa-: Cada año, el Consejo Directivo de la Academia se enorgullece en seleccionar a seis personas reconocidas por haber abierto brecha en el camino de la música. Este año, el Consejo decidió nombrarlo a usted con el Premio a la Excelencia Musical, que antes sólo ha recibido un colombiano: el maestro Rafael Escalona. Nos encantaría invitarlo a que lo acepte el 10 de noviembre, en Las Vegas.
Tras un breve silencio, Oñate contestó:
-Estoy presto a recibir lo que venga en bien de la música vallenata. Dios da las cosas a veces a su debido tiempo.
Oñate le habló a Abaroa de su disco más reciente, ‘Te dedico mis triunfos’, y de su canción ‘La aplanadora’, éxito actual en Colombia.
«Recibo esto con los brazos abiertos, con cariño y con vehemencia, pensando que todo lo que viene en bien de Jorge Oñate viene en bien de la música vallenata».
Y rompió en sollozos.
-Quiero transmitirle algo, don Jorge, mientras se recupera -añadió Abaroa ante la emoción de Oñate-: Este es uno de los pocos premios que da un Consejo Directivo que se sienta, evalúa y discute durante tres días. Me da mucho orgullo comunicárselo. Si esto le está tocando las fibras, me da gusto, porque me dice que se hace un buen trabajo al dárselo. Hay gente que al reconocerla viste (enaltece) a la Academia, y creo que este es uno de esos casos.
-Gracias… -continuó Oñate aún sin contenerse-. No sé cómo voy a dormir. Siempre le pedí  a Dios que me dé su espada para ganar un día el Grammy y me ha dado algo más especial.
-Don Jorge, este es más especial, es mejor que un Grammy- recalcó Abaroa.
-Conmigo tendrá una buena representación. Sé darle valor a lo que se me entrega -dijo el cantante vallenato, y aprovechó para pedirle espacio en la ceremonia de entrega de los Premios Grammy Latinos, para cantar algo de Escalona o de Leandro Díaz.
La llamada, a la que EL TIEMPO fue invitado como testigo del momento en que el artista recibiera la noticia,  terminó con un recordatorio de su confidencialidad.
Un mes y medio después, Oñate y su acordeonero, Christian Camilo Peña, recibieron otra noticia del Grammy: fueron nominados en la categoría de cumbia/vallenato.
Así, sin importar quién gane entre Diomedes Díaz, Ómar Geles, El Binomio de Oro, Poncho Zuleta y el mismo Oñate, el ‘Jilguero de América’ volverá de Las Vegas con su propio trofeo o, quizás con dos, si además gana en la categoría vallenata.
La lista oficial de artistas que también recibirán el Premio a la Excelencia Musical se conocerá el martes.
Pablo López recuerda los comienzos de Oñate
El cajero Pablo López, una leyenda de la percusión en el vallenato, dice que conoció a Jorge Oñate desde que nació, en La Paz (César) de donde ambos son oriundos.
«De niño fue travieso, temperamental -recuerda López-. A medida que fue creciendo se inclinó por la mísca y con mi hermano menor ‘El Debe’ López, le sacaban el acordeón a mi papá, escondido, y se iban a cantar y tocar a los corregimientos vecinos, a parrandear con gente de su edad. Desde entonces yo sabía que Oñate había nacido para cantar».
Las grabaciones comenzaron para Oñate cuando un primo suyo, Alfonso Fernández, que era compositor, quiso grabar un CD, sin ánimo más que de guardar sus canciones para mostrarlas a los amigos y lo buscó a él y a Pablo López para que lo acompañaran.
Ya en 1969, Pablo, que ya tenía el contacto con la CBS (ahora Sony), recomendó a su hermano, el acordeonero Miguel López para una grabación. Con Miguel cantaba Jorge Oñate, los dos solían presentarse juntos en parrandas de su tierra natal.
«Hicimos una prueba, con la gente de CBS en mi apartamento -recuerda López-. Vino Jorge, vino Miguel, estuvimos tocando de las 2 a las 6 para esa gente a la que teníamos que probarle que estábamos en condiciones de grabar. Oñate me decía: «Oye, esta
gente ni conversa entre ellos. Yo creo que aquí no va a haber nada». Pero fue después de cantar la canción El siniestro de Ovejas, que Santander Díaz los citó para grabar a las 9 a.m. Del día siguiente.
«Fuimos a la Suramericana de Grabación -agrega López-. Había un estudio con cuatro micrófonos y se grababa con el conjunto entero. Yo tenía amigos de la universidad que tocaban conmigo en parrandas en Bogotá, así que los llamé. Casualmente estaba Poncho Zuleta y lo llevamos como guacharaquero. Poncho López, otro hermano mío, tocó la tumbadora . Así se grabó el primer disco, titulado ‘Lo último en vallenato’, de Los Hermanos López con Jorge Oñate como cantante».
Con Los Hermanos López, Oñate comenzó como cantante en serio. Fueron durante años la competencia vallenata de Los Corraleros de Majagual en las casetas de los pueblos. Y cuando los López quisieron apoyar la aspiración de Miguel López de ser rey vallenato, en 1972, era impensable que en la competencia cantara alguien diferente del acordeonero. «Pero yo leí los estatutos, decían que cualquiera del conjunto podia cantar. Así que pusimos a cantar a Jorge Oñate».
Así, Miguel López pasó a la historia como «El rey mudo», porque fue el primero de los reyes vallenatos que no cantó en la competencia. Y Oñate entonces empezó a darle protagonismo al cantante vallenato, hasta el punto que en los discos, empezó a figurar por encima del acordeonero.
Una leyenda que busca competir con los cantantes jóvenes
Alfonso ‘Ponchito’ Castro es primo segundo y ex manager de Jorge Oñate. Sobre el Ruiseñor del Cesar, Castro destaca cómo su voz partió en dos esa tradición vallenata en la que para todo reinaba el acordeonero. «Antes de Jorge, el acordeonero cantaba y  era la figura principal, ahí fue cuando se impuso el cantante».
Castro resalta también la sensibilidad social de Oñate y la faceta política, ya que el cantante ha sido representante a la Cámara, diputado del César y Concejal de La Paz, su patria chica.
«En el vallenato lo conocen como un hombre guerrero, enamorado del arte. A pesar de que tiene 61 años todavía compite con los pelados. La gente sabe que cuando saca un CD va a guerrear, que le gusta promocionar y es de los pocos artistas vallenatos de
esa edad a los que les gusta salir a promocionar. Siempre está preocupado por ver lo que está sonando y meterse en el cuento. Ahora, fíjese, La aplanadora ha llegado a público de todas las edades».
A pesar del relevo generacional, dice Castro que Oñate es de los que se llena de orgullo al saber que la mayoría de los cantantes jóvenes, cuando quieren grabar algún clásico, acuden la mayoría de las veces al repertorio grabado por el artista.
A lo largo de su carrera, ha alternado con los varios reyes valleanatos -Castro afirma que es el cantante que ha tenido en su conjunto a más cantidad de reyes-: Miguel López, Álvaro López, El Cocha Molina y Christian Camilo Peña, además de Colacho Mendoza y ‘El Chiche’ Martínez.

«Se dice que la suya es la voz más educada que hay en el vallenato, desde siempre fue muy afinado, su vocalización es perfecta».
Liliana Martínez Polo
@vallenatoSClub