Le pregunté a Fernán Martínez qué ventajas podría tener para un artista vallenato participar en el Bogotá Music Market Boom. Martínez -que cuenta con una hoja de vida como manager de artistas internacionales (Julio Iglesias y Juanes), y que ahora está en la organización del encuentro-, dijo que sí. En realidad, este mercado musical busca cobijar a todo tipo de artistas y ponerlos en contacto con compradores de contenidos musicales.

Para participar, lo básico es inscribirse www.bogotamusicmarket.com y poner una muestra de la música, antes del 12 de agosto, a las 11 a.m. A la par, la feria está convocando a los posibles compradores. «Un comprador puede interesarse en el vallenato desde diferentes aspectos -dice-: como manager, editor, casa disquera, puede también ser alguien que hace videos o una compañía que quiera hacer conciertos. Puede ser que busque cantantes o acordeonistas, porque puede ser que haya patrocinadores de acordeones u otros instrumentos, por ejemplo».
Y amplía: «A un artista le conviene estar ahí, si ha grabado mejor, porque habrá conferencias y puede establecer una red de contactos. Un artista no puede estar con el disco metido en su casa, tiene que comercializarlo, llevarlo a una vitrina. Puede ser que le ofrezcan un negocio, una campaña publicitaria, que una marca quiera hacer una gira basada en el folclor. Es lo que hay que explorar».
Lo que se reciba vía red será evaluado por cinco curadores especializados, encargados del control de calidad para quedar en la página, a disposición de los compradores. El encuentro será los días 11 y 12 de septiembre, en la Cámara de Comercio de Bogotá, en el Salitre.
«Esto funciona como una feria de cualquier tipo -ilustra Martínez-. En la feria agropecuaria estás ahí y alguien quiere comida para las gallinas o grúas para la finca. En este caso, lo que se vende es música: hay unos compradores y vendedores de la oferta musical de Colombia, conciertos y también conferencias.

La feria también visibilizará a algunos artistas con una programación de conciertos o showcases. «Aún no sé qué vendrán buscando los compradores, pero la idea es conectar a la gente que cualquiera que tenga un producto musical pueda conectarse, por ejemplo, con alguien que esté buscando música para una telenovela. Los showcases se definirán con la música que llegue».

Y ya que hablábamos de la cabida del vallenato en el evento, también Martínez contestó preguntas sobre cómo ve el vallenato desde su óptica de empresario de la música latina:»El vallenato ha ido creciendo y haciendo crossover, primero desde la Costa al interior y ahora está en todo el país -dijo-. De las músicas populares de Colombia, es la que está en todas partes. Sus cantantes venden más que la música pop realmente».
¿Lo ve fuerte a largo plazo?
Es la música más fuerte, más que el pop colombiano, y está peleando con el hip hop y el reguetón. Y posiblemente llegaremos al momento en que el vallenato gane la pelea. El reguetón posiblemente se caiga y el vallenato, que tiene una tradición, que permite el baile y tiene letras y canciones sentimentales, que permiten la dedicación, seguirá y puede subir.
Entonces, ¿qué le ha faltado al género para proyectarse fuera del país?
Se requiere una propuesta para sacarlo. Hacer lo que hizo Vives, le funcionó porque tenía un producto completo. Cantaba canciones tradicionales, pero además tenía imagen, show, pelo largo, estilo. Veo que los vallenatos se quedan metidos en Colombia, no buscan más afuera, porque tienen asegurados sus conciertos aquí. Con eso viven felices.
Ahora, el vallenato es un sonido muy particular, muy de Colombia, eso le da un brillo especial, pero también es difícil de escuchar, es muy típico, muy regional. Eso les pasa en México a los cantores rancheros y a los de banda o al flamenco en España. Pero siempre hay algunos que logran salir de su país. Ahora, el cantante colombiano que quiera triunfar en el exterior: la fórmula es una fusión de ritmos originarios de acá con otros ritmos. Fue lo que hizo Shakira, lo mismo Juanes, si hubiera hecho rock puro no hubiera salido, tuvo que meterle guasca. Carlos Vives le metió vallenato a lo que hacía. Charly Zaa hizo su propuesta pop con música popular colombiana y fue gigante. La salsa colombiana también se proyectó con fusión, porque la hacían diferente.
¿Qué tan viable es optar por el camino del ‘word music’, para públicos que buscan oír músicas regionales y étnicas?
Hay muchos caminos para salir. Hay cantantes colombianos que eligieron esa vía y están girando en Alemania, Suecia, Holanda, Europa, pero es un nicho muy pequeño, para gente que quieren oír delicias de la música étnica: la música hindú, la alemana tradicional. Van, giran, pero no triunfan, porque se quedan en pequeños festivales que son importantísimos, pero les pagan poco. Lo mejor para los artistas de músicas populares -entre ellos los vallenatos- es hacer una transición al pop, a funcionar en el mainstream (el mercado masivo de la música), que no funciona con músicas puras. Hay mucho grupo de salsa pura que triunfa en festivales de música latina o festivales de world music, pero hacer la transición a lo pop es el gran reto.
Por ejemplo, hablando de otra música del país: Sigo convencido de que la champeta está subutilizada. Pero un cantante que esté en este género, tan sensual y original, con buena imagen, buen manager y buena promoción y revolviéndolo un poquito, para que no suene tan típico, puede triunfar internacionalmente.