De madrugada, se anunció una nueva separación en el vallenato. El
comunicado oficial rezaba: «Informamos a la opinión pública, que por mutuo
acuerdo, Silvestre Dangond y Rolando Ochoa decidieron continuar sus proyectos
buscando sus propios horizontes de manera independiente».
como ‘R8’- dio una entrevista a Olímpica Estéreo en la mañana: relató que la
decisión se había tomado a eso de la una de la mañana en una pequeña reunión
con Silvestre. «Fue cosa de hermanos, no tuvimos pelea ni nada, terminamos en
total amistad (…) él tiene también su proyecto internacional y quiere también
surgir y quiere coger las cosas de otra manera, un montaje nuevo, nuevas cosas».
De paso,
reiteró que ninguna separación es buena, aunque esta fue «de mutuo acuerdo».
Entonces, me
parece oír a Silvestre en entrevistas hechas desde que cerró su etapa con
Juancho De La Espriella, en enero del 2012: En la primera dijo que no iba a salir desesperado a grabar,
en la segunda insistió en que había esperado meses para comenzar a trabajar en el álbum La 9a
batalla, lanzado en junio pasado, porque, palabras más, palabras menos, había querido asegurarse de que
Rolando Ochoa -‘R8’, como le dicen- era el compañero musical correcto.
«Hay algo que
pasa siempre -dijo en la entrevista que se publicó en EL TIEMPO, en el día del
lanzamiento del nuevo CD, en Valledupar-. Apenas las parejas se desunen, te
piden difusión para la nueva unión, te cuentan que están recogiendo canciones y
te dicen que ya mismo van a grabar. Esto es como cuando se termina un
matrimonio: como por despecho, los dos salen a grabar y a demostrar que siguen
vigentes. Pero la música no es demostración. ¿Qué tenía que demostrar yo en un
caso como el mío, con 12 años de carrera y un público más que convencido que me
sigue y me quiere? Por eso tomé la decisión de no apresurarme: Me dediqué a
conocerme en lo musical con Rolando y a buscar un aire distinto. Primero
logramos el equilibrio en vivo, la aceptación en parranda. Y solo cuando me
sentí cómodo con Rolando, comencé a recoger canciones. En eso duramos ocho
meses».
Una separación
tan reciente de la anterior quizás no es lo ideal para un trabajo discográfico -aunque
el de Silvestre vendió ya lo que tenía que vender, o por lo menos, la mayoría,
pues su curva de ventas siempre está en el boom de las primeras semanas-. Los
motivos internos, como en cualquier matrimonio, casi nunca son revelados. Y sí,
a veces es mejor terminar a tiempo, que cargar por años con una mala decisión. Y, como siempre, los rumores circulan primero:Hace poco, Juan Rincón
Vanegas se lo preguntó directamente a Silvestre en una entrevista que le hizo
después del lanzamiento:
«¿Cómo le va
con Rolando Ochoa -preguntaba Vanegas-, por qué se dice que sale del grupo?»
Y Silvestre
respondió:
«Estoy
sacándole el jugo a ‘R8’, en el campo musical y como compositor y no voy a
ponerme a trabajar con lo que diga la gente. Tengo que trabajar de acuerdo con
lo que estoy viviendo y es un CD que ha caído muy bien y las expectativas se
superaron. En mi conjunto están las puertas abiertas para todos y ningún
acordeonero trabaja bajo presión y Rolando está conmigo muy a gusto, que es la
primera parte de la unión. Siempre están inventando y no es la primera vez. Me
acuerdo que duré con Juancho De la Espriella 10 años y se la pasaron diciendo
que nos íbamos a separar. Con Rolando me está yendo superbien y hago una
apuesta que si nos estuviera yendo mal, no nos pararán ni bolas».
El comunicado oficial concluye diciendo que los artistas -Dangond y Ochoa- cumplirán con los compromisos de este fin de semana.