Alejandro Palacio, en coqueteo con el Grammy Latino
Y todavía hay quien se sorprende cuando se entera -años tarde- de que el presentador de ‘La Voz Kids’ hizo parte del Binomio de Oro por allá por el 2005 y que estuvo nominado al Grammy Latino, en los años 2006 y 2007 (por los discos ‘Grafiti de amor’ e ‘Impredecible’).
Conocí a Alejandro Palacio desde su segundo concierto con la agrupación de Israel Romero, en un Festival de Villanueva, cuando Jean Carlos Centeno estaba de salida y él, que no llegaba a los 20 años, aparecía casi tímido en una tarima. Difícil de olvidar, porque no se volverá a ver a un Alejandro tímido, creo yo.
Tampoco es de esos artistas que se niegan a disfrutar la fama. Es más, creo que es de los que más naturalmente aceptan la cercanía de la gente. A cada cual le da su minuto para la foto, su sonrisa y le bromea. No es de los que cuando se queda solo se queja del asedio y me consta que se puede quedar por horas dejándose abrazar por sus seguidores.
Y detrás está el cantante que soñaba inicialmente con las baladas (seguidor por ejemplo, de Nino Bravo), pero que encontró un estilo romántico dentro del vallenato y el día en que se hizo solista se marcó el objetivo de llevar el vallenato tan lejos como pudiera. Las telenovelas y el trabajo como presentador quizás lo han hecho más famoso, pero en lo musical siempre demostró que tenía la calidad y hay mucha seriedad detrás de sus gracias, sus poses y esa actitud de coqueteo eterno que tiene con el público.
‘La voz del ídolo’, el álbum por el que está nominado en la categoría de vallenato/cumbia, tomó como título la unión de dos de sus trabajos en televisión más recientes y recordados: la presentación en ‘La Voz’ y su protagónico en la telenovela sobre Rafael Orozco, ‘El ídolo’, que acababa de emitirse cuando el álbum vio la luz el año pasado. Por lo mismo, incluyó varios clásicos de Rafael Orozco y acompañó las grabaciones de audio con un video en vivo, en el que se aventuró a hacer un «montaje» de imágenes en las que, gracias a la magia de la edición, Rafael Orozco (muerto en 1992, cuando Alejandro era un niño de primaria) pudiera cantar con él la versión 2014 de ‘Qué será de mí’.
Pero el álbum, también incluyó temas de la autoría de Palacio y canciones que siempre le gustaron como ‘Tierra mala’, famosa en versión de Los Chiches del Vallenato. «Volví a mis raíces románticas -dijo Alejandro cuando presentaba el álbum que lo tiene a punto de un Grammy Latino-. Me encanta como se escucha el piano en el vallenato. Le dimos mucho realce en ‘Muere una flor’. Hay muchas canciones con ese toque especial. Tierra mala tiene un sello de mi estilo, desde hacía rato le tenía ganas a ese tema, me gusta mucho la letra, la nostalgia que maneja. Le subimos un tono para que se pudiera mostrar una fuerza interpretativa. Me exigí mucho vocalmente y resultó una pieza musical que ha sido de las favoritas de este disco».
‘La voz del ídolo’ es el segundo álbum grabado por Palacio en solitario, bajo el sello Codiscos, después de una experiencia con Sony (el álbum ‘Condenado a quererte’) que tuvo poco eco nacional. «Nos reunimos antes de comenzar a grabar y elaboramos un concepto -cuenta Palacio-. Eso es también parte del respeto a los admiradores. Y el concepto no se hizo pensando en lo que estaba de moda. Se buscaba un sonido cálido, que respetara las raíces de la música vallenata tradicional, tiene mucho de romanza vallenata, el quinto aire que catalogó Israel Romero. Tiene una combinación de mi canto que no es solo vallenato sino que tiene mucha influencia de la balada y el bolero. Y el sonido fue una mezcla entre lo digital y lo análogo».
Palacio no es de esos artistas que llegan a un disco solo a poner la voz. De hecho, aunque contó con la producción de Carlos Agüera, estuvo pendiente de todo (la verdad no sé cómo, con tanto compromiso). «Creo que fácilmente podría hacer la producción de uno de mis discos, por la experiencia que he ido adquiriendo. Pero pienso que lo importante es trabajar en equipo. El éxito no consiste en creer que uno se las sabe todas, sino también en dejarse guiar», dijo en su momento.
De su experiencia en el Grammy Latino, Alejandro Palacio fue de los afortunados que vivieron la emoción de la primera nominación, cuando en el 2006 se inauguró esta categoría y él era el cantante principal del Binomio de Oro. «Vivimos con mucha emoción el momento previo a la decisión. Conocer un poco cómo se mueve la industria musical no tiene precio. Se siente uno respaldado por la academia, se siente que uno va por buen camino», dice.
Por lo mismo, Palacio invita a los artistas y seguidores del vallenato a respaldar premios como este. «Tener esta categoría para los artistas vallenatos es invaluable. Debemos seguir luchando porque esta categoría siga vigente. Nos da un lugar importante en el mundo, nos da respeto cada vez que asistimos a estas ceremonias. Para mí es un orgullo».
Sobre sus colegas que también aspiran a un trofeo mañana (ver artículo sobre los 5 nominados), Palacio dice admirarlos a todos: «El disco de Jorgito (Celedón) es muy completo, es la primera entrega de los duetos. Me parece importante para nuestro folclor porque él tuvo la oportunidad de compartir con artistas muy famosos en otros lugares. Eso pone los ojos de todos esos países en su producción y sobre todo en Colombia, en nuestro vallenato. Creo que tiene grandes posibilidades».
De los demás nominados, Alejandro resalta la amistad que tiene con Dubán Bayona (que fue su compañero en el Binomio). «Estuve compartiendo con él y con Jimmy Zambrano durante la promoción de mi disco, porque ellos también promocionaban el suyo. Nos encontramos en varias emisoras. Del maestro Juan Piña no he oído su disco,pero es una de las figuras más representativas de nuestro país y ya ganó un premio. Así que fácilmente, como los caballeros, podría repetir (lea la reseña del álbum de Juan Piña aquí). También está Diomedes Díaz. Imagínate un Grammy póstumo, sería algo muy bonito. Es un artista que sigue dándole grandes alegrías a nuestra música vallenata».
-¿Y si el Grammy es para Alejandro Palacio?
«Si yo tengo esa fortuna, esa bendición de tenerlo en mis manos, lo voy a asumir con la determinación y con mucha responsabilidad».
@lilangmartin
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