El portal TMZ (http://www.tmz.com/) hizo historia el jueves pasado. No me atrevo a decir que es la primera vez que ocurre, pero por lo menos puedo decir que es la primera vez que me entero de que un medio digital, alejado de los grandes medios de comunicación, dio una noticia que estremeció al mundo, mucho antes que los grandes diarios, las agencias de noticias y hasta del monstruo que es la CNN. Nada más ni nada menos que la del infarto y la posterior muerte de Michael Jackson.

TMZ tituló ‘Michael Jackson — Cardiac Arrest’ (Michael Jackson-Paro cardiaco) (http://www.tmz.com/2009/06/25/michael-jackson-rushed-to-the-hospital), cuando el mundo aún seguía su marcha normal. Quienes vieron la nota reaccionaron de inmediato y en cuestión de minutos ya las agencias de noticias empezaban a dar la noticia, pero sin atreverse a confirmarla.

A las 4:19 de la tarde, la agencia AFP envió la alerta noticiosa, ‘Ícono del pop Michael Jackson hospitalizado de urgencia (prensa)’, tituló, y dio crédito en el texto a TMZ.com.

A las 4:42, la agencia Reuters envió otra alerta: «La estrella del pop Michael Jackson murió el jueves, reportó el sitio en internet TMZ» (http://www.tmz.com/2009/06/25/michael-jackson-dies-death-dead-cardiac-arrest/).

Y la AFP, dos minutos después, fue más contundente en darle al crédito al portal: «Michael Jackson murió: TMZ.com», publicó.

La cadena CNN mantuvo su programación en directo, mostrando el hospital en Los Ángeles, pero no se atrevió a decir que el astro estaba muerto. No lo había podido confirmar. Tuvo que basarse, únicamente, en lo que decía TMZ.com.

Solo a las 5:21 de la tarde, la AFP cambió la mención de TMZ.com, por la del diario Los Angeles Times: dijo que el periódico había confirmado la muerte.

La CNN, EFE y Reuters se unieron de inmediato al coro de Los Ángeles Times.

Y solo hacia las 6:30 de la tarde, los medios tradicionales confirmaron la información con la fuente más confiable: el centro médico forense de Los Angeles.

Para ese entonces, el portal TMZ.com ya había hablado con Joe Jackson, padre de Michael, quien les dijo que el rey del pop ‘no lo está haciendo bien’. Con la madre, quien dijo que estaba camino al hospital. También se habían comunicado con otro miembro de la familia, quien les dijo que ‘realmente está mal’. Y habían hablado con un cardiólogo del hospital, quien les confirmó la muerte del artista.

Es más: ya habían dado datos valiosos como que cuando llegaron los bomberos a la casa, por una llamada de uno de los miembros del personal, Jackson no respiraba; que habían tratado de reanimarlo en el hospital, pero no había respondido. Citaron una fuente dentro del hospital que les dijo que allí ‘todo es un absoluto caos’ después del ingreso de Jackson y que los acompañantes del cantante gritaban ‘tienen que salvarlo, tienen que salvarlo’.

No había duda: la atención estaba centrada en el portal TMZ.com.

También a través de TMZ.com se vieron las imágenes del momento en que Jackson es es sacado de su casa en un carro de bomberos, tomadas por una turista que pasaba por allí en uno de esos vehículos que recorren la ciudad mostrando las casas de los famosos (http://www.tmz.com/videos?autoplay=true&mediaKey=a9fb2e65-bf09-4467-8822-fa3ef6573bd3). El guía les dijo a los turistas que habría que esperar a ver qué decian los medios de comunicación más tarde sobre lo que estaba ocurriendo. Ignoraban que estaban viviendo el momento más dramático en la vida de Michael Jackson.

¡Y todo eso lo contó TMZ.com antes que cualquier otro medio de comunicación!

TMZ traduce «Zona de Treinta Millas», como se conocía a un espacio en el que se podía filmar en Los Angeles. Fue fundada en el 2005 y su portal es reconocido como uno de los más importantes en el medio del espectáculo. Pero hasta el momento solo tenía para destacar el seguimiento que le hizo al caso de la detención de Mel Gibson y la información sobre la ruptura del matrimonio de Britney Spears y Kevin Federline.

Ahora ya puede colocar en su récord que se dio el lujo de ser el único en tener la noticia de la muerte de Michael Jackson, en exclusiva, por más de una hora, sin que cualquier otro medio la hubiera podido confirmar. Nada más, ni nada menos.