Corrió por Internet y en los medios de comunicación la noticia de que Britney Spears hizo historia en Twitter al superar los 5 millones de seguidores en esa red social.
Los cables de las agencias y los portales dicen que superó al actor Ashton Kutcher, quien, aseguran, fue el primero en superar el millón de seguidores.
Pero aunque lo hayan dicho agencias muy serias y personas muy informadas, yo desmiento que Britney Spears tenga 5’060.734 seguidores. Cuando más tendrá un seguidor menos, porque en mi cuenta de Twitter se coló un día la reina del pop, sin ser invitada. Y seguro que me están contando entre todos estos millones.
Cuando abrí mi cuenta en Twitter no sabía mucho de seguidos, seguidores, tweets y retweets. Y a lo más que me atreví fue a enviarle un mensaje a Juanes cuando estaba en el lío de su presentación en Cuba. De resto, mi cuenta estaba quieta.
Otro día que la abrí me encontré con la sorpresa de que yo estaba siguiendo a Britney Spears. Nunca había siquiera escrito su nombre en esta red, pero allí estaba. No me sé ni una de sus canciones y apenas hoy me estoy enterando de todos los líos en los que anda metida, pero allí, en Twitter, aparezco como uno de sus seguidores.
Cuando el 10 de mayo hubo el ‘apagón’ en Twitter y casi entran en pánico muchos de sus usuarios porque les borraron los seguidores, pensé que esa había sido una acción de los administradores para poner orden y evitar que falsificaran o utilizaran mal el servicio.
Incluso, de acuerdo con el periódico El Mundo, de España, los voceros de Twitter explicaron: «No entren en pánico, sus cuentas de suscripción y abonados volverán pronto a la normalidad. Hemos identificado y resuelto un problema que permitía a un usuario ‘obligar’ a otros usuarios a seguirlo. Ahora trabajamos para suprimir los abusos ocurridos debido a este error».
Pero se equivocaron los de Twitter. Hicieron mal la tarea. Después de eso sigo apareciendo como fans de Spears.
Y mientras Spears celebraba sus 5 millones de seguidores con un «¡Gracias! Esto es realmente increíble. Os quiero a todos. Chicos me habéis hecho tan feliz», su competidor Ashton (quien además es productor y trabaja con las redes sociales), decía que no le estaba poniendo atención a las cifras y que, además, él controla su propia cuenta, mientras que Spears tiene un ‘gestor’.
Eso del ‘gestor’ ya lo sabíamos. Y para quienes no lo sepan, les cuento que muchos personajes, de todos los niveles, ni siquiera ven los mensajes que ustedes les envían, porque tienen un ejército de personas contestando en su nombre. Esos son los ‘gestores’ de los que habla Ashton.
Conclusión: muchos mensajes de Twitter son una mentira. Y sus administradores no han podido corregir el grave problema que tienen, porque hay quienes siguen utilizando la red para ‘capturar’ amigos, sin que estos se den cuenta. Una de ellas, la mismísima reina del pop.