Desde la madrugada del viernes, noticieros de televisión de todo el mundo, mensajes en Facebook, en Twitter, noticias en portales de Internet y comentarios en blogs no hacen más que comentar que Paul, el ya famoso pulpo inglés, escogió a España como el ganador del mundial de Fútbol, y a Alemania como el triunfador frente a Uruguay.
En la mañana del viernes no pasaba un segundo sin que se hiciera una mención al vaticinio del pulpo en el buscador de Google, que acogía textos de Twitter, blogs, noticias y cuanto se moviera en la red.
El portal webadictos.com aseguró que ‘Pulpo Paul’ son las palabras más buscadas en Yahoo. De acuerdo con sus autores, su mención creció el 281,32 por ciento entre el jueves y el viernes. Muy por encima de las búsquedas que se hacen con el nombre de Carles Puyol, el autor del cabezazo que puso a España en la final del mundial.
Antes del 3 de julio las palabras pulpo y Paul, juntas, casi que no existían en la red. Pero a partir de esa fecha se dispararon las búsquedas con esas dos palabras y con las de ‘Pulpo adivino’.
Cuando se buscaban las palabras ‘pulpo paul’, así, juntas, en Google, salían 2’890.000 resultados al medio día del viernes.
Solo en el grupo ‘Pulpo Paul’, de Facebook, ya hay más de 100.000 seguidores. Y cuando se busca por ‘pulpo Paul’, en esa red, hay más de 500 resultados.

En Twitter, las palabras ‘Pulpo Paul’, son las segundas más buscadas, después de Mick Jagger.
En Youtube, además de los videos del pulpo, uno de los cuales ya lleva más de 800.000 vistas, está colgado uno en el que se reemplaza la cabeza de Puyol por la figura del molusco, en el mismo momento en que él le da al balón para convertir el gol de la gloria. Lo pueden ver aquí.

Hasta una empresa alemana empezó a vender en España la camiseta de la selección de ese país, con el pulpo grabado en el centro, llevando de uno de sus tentáculos un letrero que dice ‘I love la Roja’.
Hasta ayer, los alemanes estaban dispuestos a comerse a Paul. Por Facebook y en Twitter intercambiaron muchas recetas para preparar deliciosos platos con él, por haberse atrevido a vaticinar la derrota de Alemania frente a España. Y, de acuerdo con el dueño del Pulpo, a cambio, las españolas hasta le mandan cartas de amor.

Hoy el asunto es distinto. El pulpo ‘adivino’ se quedó cerca de 10 minutos frente a los cubos que llevaban las banderas de Alemania y de Uruguay. Decenas de periodistas de varias partes del mundo tomaban las imágenes y registraban cualquier movimiento del molusco. Había mucha expectativa. También nerviosismo. Parecía como si en verdad se estuviera jugando allí, en ese acuario de 1.500 litros de agua, la verdadera final del mundo y el título de subcampeón, por penas máximas.
Finalmente Paul se montó sobre la caja de Alemania, la abrió y se comió la almeja, acompañado de la exclamación de felicidad de los alemanes que estaban presentes allí.
Pero eso de que el pulpo se hubiera tomado 10 minutos para escoger, también puso a hacer cábalas a muchos, que ahora dicen que eso puede significar que el partido va a ser muy reñido y, posiblemente, se tenga que llegar hasta la escogencia por penal.
Otra  cosa ocurrió cuando Paul se decidió por España. No le tomó más de tres minutos. Se metió entre la caja, se comió la almeja, sacó su enorme cabeza ovalada, miró con un ojo a la audiencia y se volvió a posar sobre la bandera española, dejando sólo la punta de dos de sus ocho tentáculos sobre el cubículo de Holanda, a manera casi que de consuelo. Como si le estuviera dando una palmadita en la espalda.
Los españoles celebraron, aunque hubo voces sensatas que dijeron que el triunfo depende es de lo que hagan sus once jugadores en la cancha.
El técnico uruguayo, Óscar W. Tabárez, dijo en broma que el vaticinio de Paul los anima más, porque ahora no tendrán que vencer solo a Alemania, sino también al pulpo.
Creamos o no en él, el mundo está que habla del Pulpo Paul, que nació en el Reino Unido y ahora adorna el acuario Sea Life, de Oberhausen, una ciudad alemana de no más de 250.000 habitantes. Y creamos o no en él, más le vale que acierte y que España sea el campeón.