Amanecí de pelea contra el mundo. Eso de los accidentes de los TransMilenio en Bogotá, la propuesta del Gobierno de pagar la deuda de unas EPS, la arrogancia de poder del Procurador General, los contratistas que dejan tiradas las obras, los fiscalizadores que no se mueven para hacer cumplir la Ley, me tienen desesperado.
¿Cómo es eso que se estrellan dos TransMilenios en pleno centro económico de Bogotá y la empresa lo único que dice es que ‘se iniciará la investigación? Cuántos accidentes ha habido y cuántas investigaciones han anunciado y nada ha pasado. Los buses se siguen estrellando.
¿Dónde están los organismos del Estado que obliguen a TransMilenio a tomar verdaderos correctivos para que eso no vuelva a pasar?
Y me da mucha rabia, además, ver esos paraderos repletos de gente, esperando buses que se tardan en llegar y que cuando lo hacen vienen repletos, porque la empresa no pone en servicio más articulados para que los usuarios los puedan utilizar en condiciones más dignas, y no unos encima de otros.
Desde hace años se le ha pedido a TransMilenio el aumento de la flota y de las frecuencias, pero aún se ven en las calles personas que se bajan de las estaciones a protestar porque se desesperan de que no llegue su ruta.
Eso es puro negocio. A TransMilenio le conviene que vayan más pasajeros empacados como sardinas en el menor número de buses para ahorrarse pagos de conductores, combustible, mantenimiento y demás. Pero no piensa lo mucho que pierden los usuarios aguardando.
¿Por qué no pone orden el alcalde? ¿Por qué no interviene la Superintendencia de Transporte? ¿Por qué no actúa la personería en defensa de los derechos de los usuarios? ¿Por qué nadie hace algo!!!!?
Corruptos en salud
Dejando el tema de TransMilenio entremos a la crisis de la salud. Todo el mundo habla de ella. Las EPS dicen una cosa, los pacientes otra, el Gobierno otra, los médicos otra. Hay un proyecto de Ley en el Congreso que parece tener más enemigos que amigos, porque, entre otras cosas, en el fondo lo que hay es una cantidad de millonarios intereses económicos por parte de distintos actores del sector.
Me pregunto dónde estaban los superintendentes de Salud de todos estos años, que no hicieron nada por detener el desangre de la salud y la corrupción que hay en el interior de muchas clínicas, hospitales, algunas EPS y hasta en el propio Estado. ¿No habrán cometido prevaricato por omisión al no hacer nada?
Pero eso no lo va a investigar el Procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez, porque él está muy ocupado persiguiendo a todo lo que le huela a izquierda y a todo lo que le suene a población LGBTI. También está seriamente preocupado hablando de lo divino y lo humano en cuanto foro haya, como si estuviera en campaña presidencial. Al pobre no le debe quedar tiempo de pensar en los verdaderos problemas de corrupción que hay en el país. Y mucho menos de investigarlos.
Y para colmo de males, hay carteles de contratistas que se especializan en ganar licitaciones, cobrar los anticipos y luego dejar las obras a medias. Porque no son solo los Nule los que se han aprovechado de esta práctica. Hay miles de ‘nulecitos’ por ahí rondando, haciéndose ricos a costa de los colombianos y en la mayoría de los casos no hay autoridades nacionales o locales que controlen efectivamente las obras.
¿Hasta cuándo?
Twitter: VargasGalvis