Que las Farc dicen que necesitan 80 zonas de despeje; que no, que dijeron que son 60; que el Gobierno habló de 18; que ya se escogieron 10… Nada de eso es cierto. La verdad es que no se ha acordado ni el número, ni los sitios en los que se concentrarán las Farc una vez firmado el acuerdo de paz. Todo está en estudio.

Lo que ha pasado hasta el momento es que las Farc han manifestado que quieren que las zonas de ubicación sean proporcionales a los frentes que tienen, que son unos 60 o 70. Pero una cosa es que lo deseen y otra que eso sea lo que se va a pactar. Las distancias entre ese grupo y el Gobierno en esta materia aún son muy grandes.

El Gobierno está analizando un número de zonas que sea razonable (cerca de 10) y para ello debe tener en cuenta muchas variantes, entre estas que en esa región no haya otros actores armados, y que sean sitios en donde se puedan ubicar 6.670 guerrilleros que están armados y 8.530 que son milicianos (según cifras de Mindefensa proporcionadas por la oficina del Alto Comisionado para la paz).

Aparte de los anteriores, hay 2.300 guerrilleros presos, a los que habrá que definirles su situación.

Todo este capítulo de las zonas de ubicación lo está analizando la subcomisión técnica del fin del conflicto que conformó la mesa en La Habana y aún no se ha llegado a una conclusión, por lo que tampoco la mesa de negociaciones ha firmado pacto alguno.

Mientras tanto, en el Congreso, las Comisiones Primeras de Senado y Cámara, sin la presencia del Centro Democrático (porque se fueron a protestar por la detención de Santiago Uribe), aprobó el martes 1 de marzo la modificación que el Gobierno presentó al artículo 8 de la Ley de Orden Público, con lo que se abre el paso a la creación de esas zonas de concentración y se permite la veeduría internacional.

El articulado aprobado no menciona zonas de despeje, sino lugares de ubicación temporal. La frase ‘zona de despeje’ nos asusta a los colombianos cuando recordamos la que hizo el expresidente Andrés Pastrana en el Caguán, que eran nada menos que más de 12.000 kilómetros cuadrados, en los que las Farc se dedicaron a hacer de todo, menos a avanzar seriamente en un proceso de paz.

El Gobierno habla ahora de ‘zonas de concentración’ y dice que se diferencian de la ‘zona de despeje’ en que las de ahora serán temporales, para proceder a la dejación de las armas y a la transición de los guerrilleros a la vida civil, con términos de tiempo definidos. Es decir, que estas son para la terminación del conflicto luego de la firma de la paz y no para iniciar diálogos, como ocurrió en la administración de Andrés Pastrana.

El proyecto de reforma a la Ley de Orden Público aprobado por las comisiones primeras no establece un número exacto de zonas de ubicación. Eso queda a la decisión del Presidente de la República, con base en lo que se pacte en La Habana. Y especifica que en ellas se debe garantizar el pleno ejercicio del Estado de Derecho.

En esas zonas, los guerrilleros tendrán suspendidas las órdenes de captura que haya en su contra, como también ocurrirá durante su traslado de los sitios en los que se encuentren, hasta el sitio de concentración.

El articulado del proyecto también permite que organismos internacionales actúen como veedores y que la dejación de armas se haga ante ellos. Es decir que las Farc no le entregarán las armas al Gobierno, sino las dejarán en manos de un organismo internacional. Ya el Consejo de Seguridad de la ONU inició visitas al país para determinar la conformación de la veeduría, que ya fue solicitada por las Farc y el Gobierno. Y esa veeduría será con miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), a quienes se les darían las armas.

Ahora hay que esperar cuáles son las zonas que finalmente pactan el Gobierno y las Farc.

 

Para ver el proyecto de reforma a la Ley de Orden Público presentado por el Gobierno, puede buscar aquí, por número, la Gaceta 21 de 2016). 

 

@VargasGalvis