Así quedó el vehículo en el que se movilizaban los periodistas Jhon Jairo Jácome y Juan Pablo Bayona, de La Opinión de Cúcuta (Foto Jhon Jairo Jácome).

Sabían que la misión era peligrosa. La Policía Fiscal y Aduanera había hecho un operativo en Puerto Santander, una población de Norte de Santander por la que también hay paso hacia Venezuela a través de un puente que comunica con Boca de Grita, al otro lado de la frontera.

Una primera versión sin confirmar decía que se había presentado un nuevo atentado contra el alcalde del municipio. Pero pronto se supo que se trataba de una asonada de contrabandistas que no querían permitir que la Policía se llevara 4.000 galones de combustible de contrabando que había hallado en una vereda.

Jhon Jairo Jácome, como periodista, y Juan Pablo Bayona, como reportero gráfico, arrancaron para el sitio. Su misión: informar al país de lo que allí estaba ocurriendo, a través del periódico La Opinión.

Llegaron hasta un sitio en donde un camión, con un tractor encima, estaba impidiendo el paso. Lo habían atravesado los manifestantes y la Policía trataba de quitarlo.

Jácome y Bayona siguieron a pie. Y empezaron a narrar, a través de WhatsApp, lo que iban viendo en el camino. Ya se advertía que estaban entrando a una zona aún más peligrosa. Ya los contrabandistas habían destruido parte de la Alcaldía en Puerto Santander y seguían atacando a la Fuerza Pública.

El periodista, dos de sus escoltas (los tenía porque ha recibido amenazas) y el reportero gráfico llegaron hasta 300 metros antes del pueblo y allí los vándalos solo los dejaron pasar cuando comprobaron que eran periodistas, a pesar de que tenían sus chalecos de La Opinión.

Sin embargo, de poco sirvió poder pasar ese ‘retén’, porque a pocos metros estaba la turba lanzando piedra y la Policía tratando de controlar la situación con gases lacrimógenos. Los uniformados les pidieron que se devolvieran porque podrían ser heridos en medio de la refriega.

Así lo hicieron los periodistas, llegaron al punto de partida, abordaron su vehículo y cuando avanzaban hacia Cúcuta se encontraron con un árbol prendido en llamas obstaculizando el paso. En pocos minutos empezó una balacera que cobijó al carro del Alcalde de Puerto Santander, a uno en el que viajaban miembros de una ONG y al de los periodistas.

Las ráfagas no cesaban y los comunicadores lograron salir de su carro, que no era blindado, y resguardarse en el de la ONG. Así se salvaron (ver video de La Opinión).

Al día siguiente, otros periodistas de Q’hubo Cúcuta y de La Opinión fueron a cubrir el operativo de la Polfa en La Parada, también frontera con Venezuela, pero allí los recibieron a piedra unas personas que se enfrentaron a los uniformados y atacaron a la prensa, que iba con chalecos identificables.

Un periodista tuvo que salir de la zona para salvaguardar su seguridad. Otro, a quien una mujer intentaba ponerle un ladrillazo, corrió dos cuadras, perseguido por los manifestantes, hasta resguardarse al lado de la Policía. El fotógrafo tuvo que huir de encapuchados que lo perseguían y que le lanzaron una botella de gasolina. Se refugió en el colegio La Frontera, hasta donde entró uno de sus perseguidores a buscarlo sin éxito. El reportero gráfico logró finalmente ponerse a salvo.

Así es que están trabajando los periodistas que cubren orden público en Norte de Santander.

Ver también:

Pronunciamiento de la FLIP

Así se vive la lucha contra el contrabando en la frontera

 

Twitter: @VargasGalvis