Ya todos sabemos que la administración de Enrique Peñalosa decidió no renovar el contrato a Colsubsidio y acabar, de paso, con el Museo de los Niños, bajo la promesa, hasta ahora incumplida, de que se va a abrir allí un espacio para los niños de 0 a 12 años.
Su administración puso como fecha la del 7 de diciembre para abrir el parque “para que funcione de manera gratuita para las vacaciones navideñas”, según dijo el Alcalde, pero eso no ocurrió.
El director del Instituto Distrital de Recreación y Deporte, IDRD, Orlando Molano, sacó la excusa de que le habían entregado las instalaciones en muy mal estado. Y su despacho emitió un comunicado al día siguiente del plazo diciendo que “continúan las adecuaciones” para próximamente abrir el parque: pero no dijo cuándo.
La verdad es que el Museo de los Niños era un bien muy preciado por los niños de Bogotá y para los que llegaron de otras ciudades y lo disfrutaron durante 31 años. Allí se aprendía jugando. Los y las guías tenían una especial cercanía con los pequeños y hacían que todo un grupo se integrara para gozar de un aprendizaje que incluso acercaba más a padres e hijos.
Para los chiquillos ese era un lugar mágico, una oportunidad de gozar la vida.
Sin embargo, en el fondo de todo esto, había un interés mayor. Peñalosa se la estaba jugando por Maloka y no le convenía la competencia del Museo de los Niños.
Y eso es así porque casi al mismo tiempo que Colsubsidio tuvo que entregar el museo, el Alcalde anunció la aprobación en el Concejo de Bogotá de la inversión de la Alcaldía en Maloka, con la que se salvó este otro patrimonio de los niños y los jóvenes, pero a costa del otro.
Lo que se iba a hacer
Colsubsidio quería hacer muchas cosas con el Museo de los Niños: Ya había hecho varias, pero quería seguir creciendo, invertir más. Por eso, desde 2016 propuso que el contrato de comodato que tenían con el Distrito se hiciera a 10 años y no a periodos cortos como estaba ocurriendo desde la administración anterior.
Es lógico que si a usted le dan un contrato por tres meses no va a invertir grandes sumas de dinero a futuro en él, porque no tiene la seguridad de que lo dejen seguir.
Colsubsidio propuso desarrollar 19 mundos orientados a que los niños entendieran y contextualizaran lo que estaban viviendo y para que lograran una mayor interacción consigo mismos y con el medio ambiente.
Los mundos de la energía, el financiero, el natural y el del cuerpo, estaban entre los proyectos. También un espacio para inventores, 10 laboratorios de energía, espacio para aeronáutica y para que los niños interactuaran en talleres.
Además, cuatro parques temáticos: el vial, el de valores, el natural y el de ejercicio físico; así como una ludoteca. Pensaban mejorar el teatro y seguir con exhibiciones temporales como la que hicieron de Mafalda, o la de Da Vinci o la del mundo de la Nasa. Y, por supuesto, mantener el avión.
Sin embargo, el Distrito les pidió el terreno. Al mismo tiempo tramitó en el Concejo su sociedad con Maloka y se decidió a salvar a esta última, que estaba en delicada situación.
Muy rápidamente el Alcalde anunció una jugosa inversión proveniente de las Regalías, para el 2018. “Hemos hecho un esfuerzo con una colaboración maravillosa en equipo y estamos anunciando que Maloka va a resurgir con recursos nuevos”, anunció.
“Esta buena noticia se une a la aprobación de las regalías por 11.800 millones de pesos, que permitirá la creación de nuevos laboratorios de aprendizaje, la renovación de la exposición permanente, el rediseño de las áreas y el desarrollo de nuevas experiencias temporales”, dice un comunicado de la Alcaldía, refiriéndose, por supuesto, a Maloka.
Y para que no se notara mucho, el alcalde anunció que el próximo año invertirá $25.000 millones en una primera fase para hacer ‘el mejor parque para los niños menores de 12 años’ en donde era el Museo de los Niños. El trabajo le fue encomendado al IDRD, entidad que no tiene nada que ver con ciencia y tecnología.
Vamos a ver si el alcalde cumple. Ya sacó de allí a Colsubsidio. Y su administración ya incumplió la primera promesa: la de abrir el parque el 7 de diciembre.
El hecho es que hasta ahora no se conoce siquiera el primer diseño que indique cómo es que va a quedar ese parque. Y que el Alcalde se quitó de encima la competencia que le hubiera generado un proyecto educativo, de lúdica, de ciencia y tecnología, como el que tenía previsto Colsubsidio, si lo dejaban, por supuesto. Y no lo dejaron.
@VargasGalvis