Se le vio atrás del grupo de manifestantes. Corrió hacia el fondo y dio volteretas, feliz, detrás de todos. Luego regresó bailando, para terminar aplaudiendo y celebrando. En el aire sonaban los acordes: “Y vamos bailando/ y vamos cantando/, y vamos tomando caramba, que me vuelvo loco/ Sírvame un trago de a cinco/ sírvame otro de a 50/ y sirva y sirva sin descanso, hasta que pierda la cuenta/ y vamos a bailar, al son de este joropo, la vida hay que gozar…”.
Se movía como si quisiera salirse de sí mismo. Como si las propias notas del Sanjuanero lo estuvieran moviendo con pasión, con amor, con inmensa alegría. Al fin y al cabo, esa pieza musical es una parte de su Patria, la misma que estaba tratando de defender en las manifestaciones pacíficas en las que solía participar.
Ese mismo día se le vio saludando pacíficamente a agentes de la policía que acompañaban la protesta. Y todos lo vimos, después, pasando frente a la cámara y advirtiendo: “Nos están matando en Colombia”.
Se llama Lucas Villa y es el mismo hombre al que se le vio en otro video cantando a voz en cuello el Himno Nacional, con su brazo arriba y el puño cerrado golpeando el viento, como cuando cantamos con el corazón henchido de patria, de amor o de dolor.
Ya todos sabemos lo que estudia y en dónde, que es instructor de yoga y terapeuta, que tiene 37 años. Pero no estoy seguro de que hayamos dicho todo el valor que tiene Lucas, todo el amor que genera a su alrededor.
“En este momento se puede conectar con el amor de una nación. Intentemos hacer eso. Es la única manera, porque estamos a punto de vivir lo más doloroso que hayamos vivido. Y podemos todavía detenerlo. Y de eso se trata», le dijo a una amiga un día antes de que un nefasto ser humano le disparara en ocho ocasiones, lo dejara en una UCI con pronóstico reservado y casi le quitara a Colombia a un ser supremamente valioso, que lo único que desea es lograr que el nuestro, sea un mejor país.
Shakalek, lo llaman con cariño. Y así lo conocen los integrantes del portal Luz Reiki, una web para “los que se le miden a la tarea de despertar su esencia espiritual”.
Que no nos vayan a venir a decir entonces que Lucas es violento. “Desde nuestro corazón, nos unimos en Luz y Amor para despedir un buscador continuo de la verdad, un sembrador de alegría, un constructor de espacios de paz y tantas cosas más, Shakalek o Lucas Villa Vázquez, Alma legendaria retorna a tu verdadero hogar, viviste al máximo. Gracias por todo lo compartido, recibe nuestro aprecio infinito. Bendecido por siempre. Namaste”, escribió el jueves la web de Luz Reiki.
¿Puede un hombre que despierta este sentimiento, ser violento o un insensato vándalo como lo quisieran hacer ver? ¡Jamás! Estamos hablando de un ser trascendente en su espíritu, líder, que busca el cambio en paz, que lo dice y lo demuestra, que nos da la lección de que los cambios se buscan sin violencia, a pesar de que esta se ensañe brutalmente contra sí mismo.
“¡No seamos ignorantes, tengamos conciencia, despierten!”, dijo una vez. Y eso es tratar de crear conciencia, no violencia.
No sé lo que estaba diciendo antes, pero lo que vimos en las redes sociales fue ese video en el que les dijo a algunas personas: “Que Dios los bendiga y quedamos así, no pasa nada. Nos recordamos en los corazones”. Así, descomplicado, con cariño, con el amor que significa el tener a los demás en el corazón y recordarlos por siempre. Como hoy, lo recordamos a él.
Desde niño Lucas tiene un coeficiente intelectual superior. Y por eso tal vez piensa más allá de lo que pudiéramos estar pensando usted y yo juntos. Por eso ve la vida de manera diferente. Por eso ama ser pacifista, ser naturalista, cuestionar, pensar, analizar y actuar. Pacíficamente. Siempre pacíficamente.
¡Cómo nos duele tu estado Lucas! ¡Cómo nos duele nuestra Patria, la que defendiste siempre! ¡Cómo nos duele el peligro de perderte, aunque antes no te hubiéramos conocido!
¡Gracias Lucas! Que Dios te siga dando el lugar que te mereces y nos ayude a entender cómo es que vamos a hacer de nuestra Patria un lugar mejor, como siempre lo has querido.
@VargasGalvis